La música de cine pide auxilio y esto desgraciadamente ya es un hecho. El estreno de la nueva y última entrega de Misión Imposible, donde su música, obra de Max Aruj y Alfie Godie que poco aporta a la saga, protagonizada por Tom Cruise, ha sido la que ha dado la señal de alarma, gracias a su poco ingenio y innovación. A través de un simple copia y pega de los anteriores trabajos de Lorne Balfe, mentor de Aruj.
Su sonido que ya muestra claros signos de agonÃa, define claramente que la música de cine, necesita un empujón urgente de innovación y un necesario regreso a la orquesta, algo que actualmente pocas veces estamos apreciando en ninguna de las nuevas propuestas cinematográficas.
Resumen
Los Años gloriosos
Poco queda ahora mismo de las composiciones que desde los años 70, nos han hecho vibrar, emocionarnos, aterrorizarnos y sentir toda clase de emociones.
Nombres como John Williams, Jerry Goldsmith, John Barry, James Horner, Alan Silvestri, Danny Elfman, Bruce Broughton, Elmer Bernstein, Ennio Morricone y muchos otros más han dado paso a una nueva generación de compositores como Hans Zimmer, Michael Giachinno, John Debney o Bear McCreary entre otros, continuando un legado en la que sus trabajos han seguido la lÃnea de esos reconocidos maestros y mentores. Regalándonos años donde hemos podido disfrutar de excelentes trabajos en la que la música gozaba de excelente salud y energÃa.
La actualidad
En la actualidad, desgraciadamente la realidad es muy distinta, con un nuevo grupo de músicos que ha implantando un sonido mayormente ambiental, atmosférico y repetitivo que lo único que está logrando es ahogar a la música cinematográfica.
El fin del sinfonismo y el comienzo del denominado sonido Zimmer
Hans Zimmer por supuesto, no podemos negar que lo cambió todo. El hecho de prescindir de una orquesta, teniéndola disponible a su antojo a través de una inmensa biblioteca digital musical ha servido para que se creara un nuevo concepto en la música de cine.
Su estudio, Remote Controls, ha formado y sigue formando a miles de músicos, de donde han surgido nombres tan importantes como Mark Mancina, John Powell, BenjamÃn Wallfisch, los hermanos Harry Gregson y Rupert Gregson Williams, Lorne Balfe, Ramin Djawadi, Nick Glennie Smith, Trevor Rabin, Steve Jablonsky y muchos, muchos más que están por venir y vendrán.
El estilo implantado por Zimmer desde la magnÃfica Crimson Tide (1995) y ya consolidado en la imprescindible Gladiator (2000) ha servido de patrón para las siguientes generaciones que lo han tomado como si fuese su propia biblia en muchas de sus composiciones, copiando su narrativa y su construcción.
Qué es el Sonido Zimmer?
Este sonido consiste en un planteamiento musical que está formado por una serie de melodÃas contundentes donde los Scherzos sirven de base junto a intensos ritmos electrónicos. Todo este conjunto forma como resultado una fusión atractiva y bastante efectiva, siendo bastante funcional a finales de los 90 pero que ahora con el transcurso del tiempo, se ha convertido en algo monótono, perdiendo ese atractivo con el que irrumpió con fuerza a principios de ese mismo año.
La era Balfe
El ejemplo más claro de esta nueva cepa del sonido Zimmer es Lorne Balfe. Un músico británico irregular que a veces parece tener buenas inspiraciones (Misión impossible: Death Reckoning, Luther, Black Widow) y en otras ocasiones no sabe crear nada innovador, recurriendo a una narrativa plana sin tener un camino concreto (Terminator Genesys, Dungeons & Dragons, Wheel of time, Bad Boys 3 & 4 ....etc)
A pesar de su poca creatividad, Balfe tiene su público y sobretodo el beneplácito de su mentor, que claro está es Hans Zimmer, con el que ha trabajado en varias ocasiones como en la exitosa Top Gun Maverick (2024) o como músico adicional en Batman Begins, continuando y simulando en muchos momentos, el estilo del músico alemán. Sonido que ha llamado la atención de Hollywood, requiriéndolo en muchas ocasiones, convirtiéndose asà en uno de los músicos más reclamados en estos últimos años. Dejando atrás la posibilidad de dar voz a un lado más sinfónico que parece haber quedado olvidado en muchas de las superproducciones actuales.
Los hÃbridos y la nueva generación
El sonido Zimmer no solamente ha sido imitado por Balfe, muchos de sus pupilos lo han tomado prestado para darse a conocer. Aunque afortunadamente también podemos agradecer que otros alumnos del estudio del alemán han sabido encontrar su camino y su propia identidad. John Powell, Mark Mancina, BenjamÃn Wallfisch y Henry Jackman son claros ejemplos de ello, sus trabajos se inspiran en otros compositores, tales como Alan Silvestri o John Williams con el que Powell trabajó en su composición para la muy reivindicable Han Solo.
Las mismas pautas ,el mismo resultado
Todo esto es sólo un simple reflejo de lo que ocurre actualmente, donde el denominado sonido del alemán, es utilizado en todo momento, gracias a esa nueva generación que apenas demuestra una identidad propia musical, quedando oscurecida por la sombra de la narrativa industrial y mecánica.
Superhéroes y oscuridad, el Futuro de la música de cine
A pesar de este paisaje desolador, el futuro de la música de cine parece tener una esperanza en producciones recientes, como en la muy esperada Jurassic World Rebirth, en la que el francés Alexandre Desplat (The Imitation Game) toma el testigo de Michael Giachinno que no obtuvo el resultado esperado con la composición de su anterior entrega, Dominion. Un trabajo decepcionante teniendo en cuenta la intensa y espectacular partitura que realizó para la secuela de Jurassic World, la emocionante Fallen Kingdom.
Desplat por otra parte, tampoco es que haya arriesgado mucho, con un Score sin muchas pretensiones, donde prácticamente se limita a seguir el guión musical que creó para su magnÃfico Godzilla. Eso si, la orquesta está presente y es de agradecer, lo mismo que homenajes al Jaws de Williams y la utilización de sus magnÃficos leit motivs para la saga jurásica.
Seguidamente llegará la esperada Superman, en la que John Murphy y David Fleming tendrán que demostrar si son capaces de estar a la altura de la música icónica y inmortal de John Williams.
Michael Giachinno por otra parte regresará a Marvel con la propuesta más firme del estudio este año, Fantastic Four, First Steps, que ya en su primer avance musical nos ha sorprendido con un tema atemporal que juega entre la ciencia ficción clásica y la aventura, un cóctel musical muy atractivo y seguramente efectivo.
Finalmente asistiremos al esperado reencuentro entre Danny Elfman y la oscuridad, un terreno que el músico fetiche del director Tim Burton, domina a la perfección con el que seguramente logrará un excelente resultado para ilustrar la nueva revisitación del clásico de Bram Stoker, Drácula, está vez bajo la visión del director francés, Luc Besson.
Bandas Sonoras que junto a otras que también llegarán, como ya lo ha hecho la antes mencionada última entrega jurásica o el regreso de John Powell a su mejor trabajo como el reciente y exitoso live action de la sensacional producción animada de DreamWorks, Como entrenar a tu Dragón.
Producciones que parecen acudir a esa agónica llamada por la supervivencia de la auténtica música de cine, la que siempre nos ha hecho vibrar y no se convierte en un simple producto de acompañamiento a las imágenes. Demostrando que tiene vida y alma, algo que parece que esta nueva generación ha olvidado y deberÃa recordar.
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