La niña que sonreía en el ascensor, una obra de teatro que adapta el libro de la autora Carmen Abizanda. En ella, encontramos una historia donde en tiempos franquistas, tras la desaparición del padre de familia de nuestras protagonistas, se decide silenciar toda palabra y mención que vaya en referencia al pasado de la abuela. Una historia donde la memoria y la pérdida se lleva a flor de piel a través de cuatro actrices, Julia Martínez, Chiara Blanco, Alejandra Gutiérrez e Irene Maillo, las cuales te llevan de la mano interpretando a todos los personajes y sin puesta en escena alguna, una propuesta que acierta en su minimalismo y ahonda en el sentimiento puramente familiar.
'La niña que sonreía en el ascensor', una experiencia teatral emocionante
La niña que sonreía en el ascensor es sin lugar a duda una experiencia dura que agarra tu corazón y lo estremece a tal punto que sales de la sala con ganas de llamar a los familiares que llevas tanto tiempo sin hablar. Y es que con tan solo un piano y un juego de luces, sencillo pero eficiente,La niña que sonreía en el ascensor logra destacar con su gran potencial interpretativo, puesto que la escenografía es nula, es de alabar como todos los personajes llenan la sala a niveles muy elevados.
Además, la aportación musical mediante el piano a manos de Pablo Valencia es un elemento fundamental, con el que la obra se luce todavía más y acentúa la nostalgia que lleva su atmósfera de principio a fin. El hecho de este buen resultado interpretativo es fruto de un arduo trabajo de los directores, los cuales llevan tras el proyecto más de un año.
Dentro de la función
Cinemagavia ha tenido el gusto de poder asistir a una de sus funciones y pasar un placentero rato charlando con los directores de la obra, Jara Toledano y Pablo Valencia. Nos han contado el proceso de creación refiriéndose tanto a la adaptación del libro como a la dramaturgia. Además, contamos con la presencia de las cuatro actrices protagonistas, las cuales nos desvelan su intención como artistas, hablan de lo personal y única que es a su parecer La niña que sonreía en el ascensor y cómo se sienten al respecto con los personajes que interpretan.
La obra lleva desde junio en carteles de salas como La Usina (en la que se representa actualmente) y El Umbral de Primavera. La próxima y última función se llevará a cabo el próximo viernes 20 de enero en La Usina.
Puedes adquirir tus entradas para la función del 20 de enero pulsando AQUÍ.
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