La paradoja de Antares se estrena en cines este 27 de Junio de 2023. Se trata del debut en la dirección de Luis Tinoco, quien también se encarga de la fotografía y guion de la misma. La película centra su trama en Alexandra, una científica encargada del estudio de señales que indiquen vida extraterrestre. Con esta premisa se aprovecha para crear una atmósfera donde hay cabida para el suspense, drama y reflexión. La cinta hizo su presentación nacional en el Festival Internacional de Sitges, su première internacional en el Fantastic Fest en Austin (Texas, EEUU) y su reciente paso por el FANT Film Fest (Bilbao) donde ganó el premio a Mejor Película en la sección Panorama.
Crítica de 'La paradoja de Antares'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La paradoja de Antares
Título original: La paradoja de Antares
Reparto:
Andrea Trepat (Alexandra Baeza)
Aleida Torrent (Ana Baeza)
Jaume de Sans (Manel Baeza)
David Ramírez (Fernando Lopez)
Ferran Vilajosana (Dani)
Año: 2022
Duración: 87 min
País: España
Director: Luis Tinoco
Guion: Luis Tinoco
Fotografía: Luis Tinoco
Música: Arnau Bataller
Género: Ciencia ficción. Drama
Distribuidor: Con Un Pack
Tráiler de 'La paradoja de Antares'
Sinopsis
Alexandra, científica de guardia de un radiotelescopio, recibe una señal que podría responder a una de las preguntas más trascendentales de la humanidad. Solo tiene un par de horas para verificarla, pero un inesperado problema familiar le obligará a librar una dramática lucha interna en una carrera contra reloj por desvelar uno de los mayores misterios del universo. (Con Un Pack)
Dónde se puede ver la película en streaming
Escenario
Uno de los aspectos más interesantes a comentar de La paradoja de Antares es la decisión de realizar la mayor parte de la trama en una sola habitación. Esto, que en algunos casos es una decisión motivada por el bajo presupuesto, puede convertirse en una ventaja si se logra una dirección notable. Hay muchos antecedentes a este respecto, tanto en el cine clásico, con ejemplos como La soga, La huella o Doce hombres sin piedad; o en el cine reciente como Locke, Un dios salvaje o Enterrado.
En este sentido, con una de las que más emparenta, es con The Guilty. Siendo esta menos ambiciosa en sus reflexiones y más centrada en el manejo del suspense, en el que destaca notablemente sobre La paradoja de Antares.
Dentro de este apartado no se puede negar que Luis Tinoco saca el máximo provecho de un escenario que no podemos dejar de mirar durante 87 minutos. Esto, que puede pasar desapercibido si nos adentramos a criticar el debate que ofrece la película, es un punto importante. Este recurso, sin la dirección adecuada, puede acabar provocando la somnolencia y, en algunos casos, hasta la irritación del espectador, que solo ve la misma habitación durante más de una hora. Sin embargo, en La paradoja de Antares esto funciona a la perfección, no permitiendo que el espectador imagine como sería la trama con otros escenarios.
Personajes
Unido al anterior punto es evidente que la cantidad de personajes que aparecen en escena no es numerosa. Además de la protagonista vemos, a través de videollamadas y vídeos, a tres personajes más. Las conversaciones entre ellos, destacando las realizadas con su hermana, suponen el contrapunto emocional en la película. Sin embargo, a pesar de que estos son los únicos personajes que llegamos a ver físicamente, acertamos a vislumbrar otros. Estos son todos aquellos que mantienen una conversación telefónica con la protagonista. Algunas de estas llamadas mantienen al espectador atento a un personaje que ni siquiera ve, creando suspense con muy pocos estímulos. Este uso del fuera de campo es la esencia de la dirección en The Guilty y, en La paradoja de Antares, aunque se le dé menos importancia, funciona igual de bien.
Manipulación
Si bien hay puntos muy notables en La paradoja de Antares, no se puede evitar ver algún aspecto negativo. En este aspecto llama la atención la manipulación en el tratamiento emocional de la historia. Los recursos aparecen justo cuando se necesita de ellos para impulsar la película. Vemos al inicio como la hermana de la protagonista le envía tres videos realizados por su padre. Estos vídeos, en vez de ser vistos en un primer momento, se van reservando. Son utilizados para aportar un dramatismo o impulso a una trama que no debería de necesitar un refuerzo tan evidente.
Dentro de estas actuaciones inverosímiles que ayudan a que la trama continúe no se puede dejar de hablar sobre la enfermera. En un momento dado la protagonista contacta con el hospital en que se encuentra su padre y habla con su enfermera. Toda la conversación con esta y la recriminación que hace la enfermera de la actitud de la protagonista es del todo inverosímil. Ningún profesional sanitario hablaría con un familiar de la manera en la que se hace aquí. Es un recurso para aumentar el dramatismo sobre la decisión que ha tomado la protagonista. Sin embargo, es puro efectismo. Llega a verse tan extraña esta llamada que automáticamente el espectador se ve fuera de La paradoja de Antares, costando volver a conectar.
Respecto al final, puede que guste a parte de los espectadores, aunque supone una resolución convencional del conflicto de la película. Además, si se espera de esta decisión final un gran clímax emocional puede acabar decepcionando.
Compacta
Si algo se puede decir sobre La paradoja de Antares es que es un gran debut. En 87 minutos hay espacio para dar pinceladas de varios géneros cinematográficos. Desde el primer momento nos damos cuenta de que la ciencia ficción es uno de los géneros claves. Aunque en realidad es más bien ciencia a secas, ya que todo se presenta con rigurosa seriedad, describiendo el trabajo de una científica enamorada de su campo. Además, vemos un claro objetivo de crear suspense, dominando esta tensión a la perfección.
Sin embargo, también hay hueco para el drama, tanto familiar como personal de la protagonista, de la que llegamos a imaginar cómo fueron sus relaciones sociales anteriores.
También, y es uno de los puntos más importantes de la película, se hace hueco a la reflexión, adquiriendo la película un corte reflexivo en muchos momentos.
Si bien hemos visto que La paradoja de Antares no es perfecta, ¿Qué más puede esperarse de este debut que consigue mezclar varios géneros con una solvencia envidiable?
Humanidad o ciencia
Como se ha mencionado antes, La paradoja de Antares deja espacio para la reflexión y adopta en ciertos momentos un corte más filosófico. Desde la primera escena se nos introduce el debate que existirá en el resto de la película. ¿Qué sería más correcto para un científico, investigar la posibilidad de vida en otros planetas o intentar mejorar la existencia en el nuestro?
A este respecto vemos como la protagonista parece tener una opinión clara, que motiva su actuación en el desarrollo de la trama. Uno de los momentos más duros de La paradoja de Antares se da al tomar la protagonista una decisión y engañar sin ningún pudor a un familiar para que no se interponga. Parece que el dilema inicial se va transformando en una dualidad excluyente: Ciencia o Familia. La protagonista debe decidir entre su ambición laboral o la relación social y familiar.
En este punto cada espectador desarrollará su propia opinión. Y es fácil dejarse llevar por la simplicidad y no entender a la protagonista, que se encierra en una habitación durante horas dejando de lado cualquier compromiso familiar.
Sin embargo, si extrapolamos este debate a toda la población, veremos que no hay una decisión unánime en un sentido. Si nos paramos un momento a observar, cada día miles y millones de personas continúan apostando por una ambición laboral dejando de lado, en muchas ocasiones, su entorno familiar. Esto, puede justificarse o no, dependiendo de las creencias y valores del espectador, pero hay que admitir que es un debate vigente y a pie de calle.
Conclusión de 'La paradoja de Antares'
La paradoja de Antares es un excelente debut de Luis Tinoco, que demuestra que es capaz de aunar varios géneros en una película que nunca hace aguas. Pese a cierta manipulación emocional o efectismo siempre se ofrece algo más que un entretenimiento para el espectador. No solo se asegura la atención durante su metraje, sino que ofrece espacio para la reflexión posterior. Y al final, si se está pensando que hacer esta noche, ¿quién no tiene tiempo para 87 minutos de una de las mejores producciones españolas de este año?
Reportaje de La paradoja de Antares en Días de Cine TVE
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