La perfección (2018), o como a mí me gusta llamarla Doble imperfección, es un magnífico thriller psicológico, de producción estadounidense, dirigido y coescrito por Richard Shepard.
Llámenlo como deseen; thriller, cinta de suspense, de terror, de intriga, de venganza o incluso comedia macabra, pero lo cierto es que estamos ante una verdadera joyita cinematográfica, con la que he disfrutado como no disfrutaba desde la obra maestra Hereditary (2018).
Con un reparto en total estado de gracia, un argumento perverso e irrespetuoso y una dirección impactante y elegante, nos enfrentamos a 90 minutos (no más), en una montaña rusa continua tan indefinible como admirable y astutamente engañosa.
Estrenada en el Fantastic Fest, en Septiembre de 2018, la plataforma Netflix (qué acierto) adquirió los derechos de distribución de la película para estrenarla mundialmente el pasado 24 de Mayo.
Si mis datos no me fallan y con el ¿amigo? Harvey Weinstein más metido en asuntos de bragueta que de rentabilidad comercial, grosso error, la plataforma se apunta un tanto interesante que creo sinceramente, no será fácil de repetir.
Como siempre, aviso para mis queridos navegantes, la cinta tiene varias escenas fuertes que son muy bien disimuladas para no convertir a la misma en un mini espectáculo gore ni mucho menos, nada más lejos de la realidad. Alejarse de este perturbador film solo por eso sería pecado mortal.
Crítica de La perfección
Resumen
Ficha técnica
Título: La perfección
Título original: The perfection
Reparto:
Allison Williams (Charlotte)
Alaina Huffman (Paloma)
Steven Weber (Anton)
Logan Browning (Lizzie)
Glynis Davies (Tía)
Christina Jastrzembska (Tía)
Año: 2018
Duración: 90 min.
País: Estados Unidos
Director: Richard Shepard
Guion: Eric C. Charmelo, Richard Shepard, Nicole Snyder
Fotografía: Vanja Cernjul
Música: Paul Haslinger
Género: Terror | Thriller
Distribuidor: Netflix
Tráiler de La Perfección
Sinopsis
Charlotte (Allyson Williams), una diosa del violonchelo, se vio obligada a abandonar la prestigiosa y elitista escuela Bachoff para dedicarse durante años al cuidado exclusivo de su madre enferma.
Al morir la madre contacta con Anton (Steven Weber), su maestro y dueño de la Academia y con su esposa.
Charlotte viaja a Shanghai, donde la escuela está seleccionando a un nuevo estudiante para que se una a ellos y descubre que la niña que la sustituyó, Lizzie (Logan Browning), ha logrado un considerable éxito.
En el proceso final de selección al que asiste Charlotte, evidentemente Anton y su esposa y los dos maestros de la Academia, conoce a Lizzie de lo cual se hace amiga rápidamente.
Se sienten atraídas romántica y sexualmente, van a un club y practican el ídem durante esa noche en una habitación de hotel, para Charlotte, su primera vez.
Lizzie, que ha cogido unos días de vacaciones para conocer la China rural a pie de calle, invita a Charlotte a acompañarla en su viaje.
Aunque Lizzie no se encuentra muy bien esa mañana, insiste en el viaje; Charlotte acepta y ambas emprenden, en un autobús con la misma fecha de ITV que el Arca de Noé, lo que será un verdadero descenso a los infiernos.
Y hasta aquí puedo leer, queridos amigos, algún detalle a continuación, pero muy, muy liviano, porque no estoy en disposición de revelar un solo dato que le quite un ápice de frescura o interés a la película.
Dónde se puede ver la película
¿Cómo contar sin contar?
Créanme, que hoy mi duda es metódica y por mí me quedaba aquí, porque ver esta cinta sin saber nada de ella, o lo mínimo que os he contado, que son los primeros quince minutos de la cinta, sería lo realmente justo y necesario y ya me habría pasado.
Voy a dar cuatro pinceladas al aire, sin orden ni concierto y con el único objeto (difícil de conseguir), repito; único objeto, quizás me equivoque, de intentar que se enganchen a la película y no dejen pasar la oportunidad de disfrutar de este pequeño, pero efectivo thriller perverso, engranado como un reloj suizo.
Mi consejo: No seguir leyendo
Una talentosa del violoncelo arruinado por el cuidado de su madre durante años, una joven violonchelista en su cumbre de éxito y fama, un viaje al infierno y una Academia un tanto peculiar.
Amor, envidia, celos, enfermedad, medicamentos, visiones, tatuajes y un pasado con más lagunas que mi maltrecha memoria.
Alguna que otra amputación, gusanos, dolor, sexo, siempre sexo y dos profesores con unos argumentos de envergadura, quizás sobre el en.
Y la perfección queridos, la perfección, que la descubrirán en la última y portentosa escena de la película (qué maravilla de final, tan original como dar vela en un entierro).
Y con esto amigos, ya me he pasado, no diez pueblos sino diez países.
Las talentosas y D. Perfecto
Charlotte (Allison Williams), actriz y música estadounidense, no es guapa pero sí extremadamente atractiva y ella lo sabe (excelente actriz).
Famosa por la serie de HBO, Girls (2012-actualidad) y por su imponente papel en la para mí genial comedia de terror Déjame salir (2017).
Si allí nos engañó a todos, aquí ¿por qué no? La querrán, la odiarán, le tendrán lástima, pensarán que se pasó o que no (para gustos, los colores) pero eso sí, os doy mi palabra de que a nadie dejará indiferente, incluso, habrá quien opine que le ha tomado el pelo y quizás no vaya descaminado, pero les aseguro que todos tomarán partido, espero que para bien.
Lizzie (Logan Browning), actriz y cantautora estadounidense, que se hizo famosa a raíz de su papel en Bratz: la película (2007), regresó a televisión y la serie Meet the Browns (2009-2011) en su papel protagonista.
Y le perdí la pista hasta hoy, qué lástima de años perdidos, para los dos, Logan. Genial en esa isla desierta en la que se convierte su vida y sin saber que habrá quien la rescate. Muy bien en el viaje al infierno y mejor cuando entra al propio infierno. Actriz a seguir.
Anton (Steven Weber), D. Perfecto, el director y dueño de una Academia familiar que arrastra generaciones (qué bonito los relevos generacionales); guapo, elegante, educado, filántropo, y casado con una Barbie directora.
¿Pues que más le puedo decir de este estadounidense con tantas virtudes? Amplísimo bagaje en cine y series de televisión desde 1984, películas menores y una joya como secundario Leaving Las Vegas (1995) junto al oscarizado Cage, sí, señores, el amigo Cage tiene un Óscar, que no se le olvide a nadie. Su ser¡e más importante, Wings (1990-1997), para la cadena NBC.
El que maneja la barca
El director y coguionista (Richard Shepard), neoyorquino, saludar a Nicole Snyder y Eric C. Charmelo por su participación en el guion.
Tres películas destacables hasta la fecha, ninguna buena pero todas se dejan ver, Oxygeno (1999), Matador (2005) y La sombra del cazador (2007); Brody, Brosnan y Gere, no está mal para un currículum.
Vamos a ver, la película es serie B, aunque no lo parezca por ningún lado (mérito del que rema), la puesta en escena es increíblemente buena, y parece haber tratado la cinta con una reverencia inusual.
La dirección desprende una gran elegancia, hasta glamour diría yo, lo que no quita para que esta pequeña joya totalmente salvaje, volcánica e impredecible sea lo que es, un durísimo thriller psicológico y no un remake de Orgullo y Prejuicio (2005), por supuesto.
Destacar también la bellísima música del austriaco Paul Haslinger, especialista en bandas sonoras para películas y series de terror mundialmente conocidas.
Conclusión
Recomiendo fervorosamente a todos los abonados de Netflix y a los que no, si queda alguien, que vean esta cinta aunque sea en casa de un amigo/a.
Son 90 minutos (qué corta) muy interesantes; perversos, imprevisibles por supuesto, salvajes, perturbadores e incluso engañosos quizás, como expuse anteriormente.
La Perfección, dentro de su dureza (ojo, que no hay gore por ningún lado, no se confundan por favor, para no eliminarse de la lista), es sumamente elegante, todo en ella destina clase y desvergüenza.
Los flashbacks (absolutamente necesarios) ayudarán a los que se vayan quedando un poco rezagados y es absolutamente innecesario que yo escriba hoy un spoiler.
Que os guste el espléndido concierto de violoncelo y si son dos violonchelistas, mejor que una.
"Enhorabuena y bienvenidos al espectáculo"
La reseña o supuesta crítica tiene bastantes faltas ortográficas y gramaticales.
No sé a qué es debida esa presentación de tu supuesto uso de figuras literarias, pero no voy a entrar en ello.
Valorar a una actriz por "no es muy guapa" y no por su interpretación en pleno siglo XXI, eso sí da ganas de vomitar.
Buenas tardes, intentaré corregir las faltas ortográficas y gramaticales. Suelo pasar un corrector, pero se ve que el pobre funciona igual de mal que yo.
Entiendo que no comprenda mi presentación sobre el uso de figuras literarias, yo tampoco voy a entrar en ello (no va dirigido a una crítica en particular).
En ningún caso valoré a una de mis actrices preferidas por su belleza, en todo caso me expresé mal.
De todas formas, le agradezco sinceramente la lectura de mi crítica y de todo corazón espero que la próxima que lea no le den ganas de vomitar.
Saludos cordiales. Miguel.