"La red avispa": Cuba me confunde

La red avispa nos sitúa en La Habana, principios de los 90. René González, piloto cubano, roba un avión y huye de Cuba dejando atrás a su amada esposa e hija. Comienza una nueva vida en Miami. Otros desertores cubanos pronto le siguen e inician una red de espionaje. Su misión es infiltrarse en organizaciones anticastristas violentas, responsables de ataques terroristas en la isla. (NETFLIX).

Premios

• Festival de Cine de Venecia: nominación a mejor película (León de Oro). 2019
• Festival de Cine de Deauville: premio del 45 Festival de Cine Americano de Deauville. 2019

Dónde se puede ver la película

La Cuba desorganizada

Olivier Assayas es todo un referente en el cine europeo con títulos como “Viajes a Sils María” o “Personal Shopper”. Incomprendido por muchos, adorado por otros, remueve al espectador con La red avispa, un film que narra la tela de araña que se tejió en los años noventa con el espionaje – y contraespionaje – entre Estados Unidos y Cuba. Durante las primeras secuencias, se dibuja un retrato personal en el que hay esa tensión misteriosa que engancha al espectador. Sin embargo, según avanza la trama y Assayas decide complicar la problemática, comienza a producirse un revoltijo de situaciones que no termina de confluir de una forma orgánica. Por lo cual, provoca que el espectador deba estar excesivamente atento para no perderse en la trama. En consecuencia, se producen unas líneas divergentes, que, aunque confluyen entre sí, no lo hacen de una forma compacta.

Mientras que hay un contenido muy interesante sobre una parte de la historia fundamental de la relación entre Cuba y Estados Unidos, luego no sabe controlar todo lo que tiene que decir y se nota esa falta de concreción y sutileza en algunas partes. Además, hay una carga ciertamente politizada, que puede provocar un efecto propagandístico que impide que haya una empatía del público hacia la película. Lo mismo ocurre con los personajes, que, al haber tantas historias en paralelo, aunque se intenta profundizar en varios de ellos, no acaba por matizar los pequeños detalles y pasan desapercibidos. De esta forma, se puede ver que Assayas ha planteado una idea y estructuras arriesgadas, pero que durante la ejecución del guion no ha sabido cohesionarlo y hay ese sentimiento confuso. Es más, parece que hay una multitud de géneros, que tampoco combinan. A su favor, hay momentos extraordinarios.

La lucha activa

El reparto que encabeza La red avispa está formado por un plantel de nombres muy reconocidos para el espectador, además de ser grandes nombres de actores hispanohablantes. Para comenzar, Edgar Ramírez es el primero en convertirse en el principal punto de unión, con una interpretación muy natural y un carácter necesario para abordar su personaje. Además, soporta bien ser uno de los protagonistas de la cinta y le da personalidad. Después, le acompaña una brillante Penélope Cruz, que emana una frescura y una vigorosidad excelentes. Únicamente, en algunos momentos su acento no se redondea por matices pequeños, pero a nivel general ofrece un resultado magnífico. Asimismo, en conjunto forman una pareja con una energía apabullante, sin necesidad de recurrir a lo pasional y sabiendo marcar sus espacios de exhibición.

Por otro lado, Wagner Moura muestra una frialdad que hiela la sangre, con una técnica interpretativa extraordinaria. Desde el primer momento que sale en pantalla transmite esa intriga, aunque a veces se echa en falta que juegue un poco más con la ambigüedad. Luego, Ana de Armas realiza una labor maravillosa, aunque la concepción de su personaje sobre el guion no le permita ir más allá de lo estipulado. En consecuencia, se queda en un plano inferior, aunque sigue aportando ese equilibrio más blanco en este terreno tan espinoso. Por otra parte, Gael García Bernal y Leonardo Sbaraglia demuestran una vez más su consolidación en sus carreras artísticas. Ambos tienen una madurez interpretativa que se disfruta fácilmente y dan verosimilitud a sus personajes. Tal vez, si no fuera por las flaquezas del guion, hubieran podido exprimirlos hasta el máximo.

El espionaje visual

Uno de los factores más atrayentes de La red avispa es la gran calidad visual que muestra en la película en todo momento. En primer lugar, destacar la gran disposición visual de la dirección de fotografía, que ofrece unos encuadres realmente espléndidos, que se juntan con un movimiento de cámara elegante y sutil. A ello se le suma una dirección artística que sabe recrear esos parajes paradisíacos de la Cuba turística, pero sin dejar de lado la posición de los cubanos en su rutina. Por otro lado, enseña al espectador la pomposidad de una nueva realidad radicada en Miami, con una utilización de los recursos estéticos muy adecuada. Gracias a esta conjunción, se obtiene un resultado visual muy atractivo hacia el espectador, en el que además el uso de exteriores da mayor viveza al resultado y un efecto dinámico a la acción.

Por otra parte, la caracterización y el vestuario han realizado un trabajo laborioso, aunque como suelen ocurrir con algunos biopics, no es totalmente certero el resultado que se ofrece. La razón poco tiene que ver con el vestuario, que es magnífico, o el maquillaje y peluquería, sino más bien con la elección actoral y su cercanía con el personaje original. Aun así, ofrecen esa naturalidad que hace que no sea un atributo negativo y el trabajo de los profesionales le dan todavía mayor rigurosidad a su puesta en escena. Sin embargo, el montaje no termina de suplir las faltas del libreto. O, por lo menos, sigue contribuyendo a una estructura que se convierte en un revoltijo de cables enmarañado en una red de distintos relatos. Por lo que, aunque no se hace lenta, sí que despista y no da un respiro para intentar asentar todo el contenido.

Conclusión

La red avispa parte de una parte de la historia interesante para aquellos que no conocen el conflicto estadounidense y cubano, que arroja ese atractivo del género de espías. Sin embargo, hay una confluencia de relatos demasiado desordenada. Acaba por confundir al espectador y arroja demasiadas líneas narrativas, que no terminan de converger en un resultado cohesionado. Luego, a nivel interpretativo tiene un reparto de lujo con unas actuaciones espectaculares. Al igual que la disposición técnica, que únicamente no acierta en un montaje que se deja llevar por la marabunta de sucesos abordados. Una red de espías que juega tanto al despiste que desvía su objetivo hacia una maraña de situaciones revuelta.

Reportaje de La red avispa en Días de Cine TVE

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