La vida es sueño de Calderón de la Barca es objeto de reflexión esta temporada para la CNTC. Tres son los acercamientos que se proponen. Primero, la tragedia filosófica en versión Declan Donnellan, que podemos disfrutar en este momento. Ya en enero, dos diálogos contemporáneos Segismundos. El arte de ver. de Antonio Álamo y De haber nacido de María Muñoz y Pep Ramis. Finalmente, en mayo el auto sacramental del mismo nombre, La vida es sueño, compuesto 40 años después del original.

Declan Donnellan y Nick Ormerod realizan una nueva aproximación al texto cumbre del teatro de nuestro Siglo de Oro con elenco español, encabezado por Alfredo Noval como Segismundo, en coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Cheek by Jowl y LAZONA.

La vida es sueño es una tragedia que ofrece una profunda reflexión sobre la libertad, el deber y el sentido de la existencia, como experiencia efímera y arbitraria. Podrá disfrutarse en el Teatro de la Comedia de Madrid hasta el 26 de febrero de 2023 de martes a domingos a las 20.00 horas.



La vida es sueño en Teatro de la Comedia

Crítica de 'La vida es sueño'

Ficha Técnica

Título: La vida es sueño
Título original: La vida es sueño

Reparto:
Ernesto Arias (Basilio)
Prince Ezeanyim (Elenco)
David Luque (Clotaldo)
Rebeca Matellán (Rosaura)
Manuel Moya (Astolfo)
Alfredo Noval (Segismundo)
Goizalde Núñez (Clarín)
Antonio Prieto (Elenco)
Irene Serrano (Estrella)

Duración: 110 min. apróx.
Dirección: Declan Donnellan
Adaptación de la dramaturgia: Declan Donnellan y Nick Ormerod
Diseño de escenografía y vestuario: Nick Ormerod
Diseño de iluminación:
Ganecha Gil
Movimiento:
Amaya Galeote
Diseño de sonido y composición musical:
Fernando Epelde
Asesor de dramaturgia:
Pedro Víllora
Ayudante de dirección:
Josete Corral
Ayte. de escenografía:
Alessio Meloni
Ayudante de vestuario:
Elena Colmenar
Ayudante de iluminación:
Javier Hernández
Ayte. de sonido:
Gaston Horischnik
Dirección de producción (LAZONA):
Miguel Cuerdo
Ayudantes de producción (LAZONA):
Jair Souza-Ferreira y Sara Brogueras
Producción ejecutiva:
Elisa Fernández
Intérprete:
Juan Ollero
Diseño gráfico:
Javier Naval
Comunicación y distribución:
Pepa Rebollo
Ayudante de comunicación y distribución:
Ana López-Rúa
Director ejecutivo (Cheek by Jowl):
Niamh O´Flaherty
Director general (Cheek by Jowl):
Harrison Collett
Administrador y ayudante de dirección (Cheek by Jowl):
Harry McDonald
Regidor:
Alex Stanciu
Gerente:
Elisa Fernández
Vestuario:
Elena Colmenar
Maquinaria:
Sira González
Iluminación:
Javier Hernández
Sonido:
Gaston Horischnik
Dirección técnica:
Raúl Sánchez
Ayudante de dirección:
Josete Corral
Producción: Compañía Nacional de Teatro Clásico, Cheek by Jowl
y LAZONA Teatro con la colaboración de Con Barbican (Londres) y Scène Nationale d’ALBI•Tarn (Francia).

Tráiler de 'La vida es sueño'

Sinopsis de 'La vida es sueño'

Calderón fue un extraordinario traductor de las fuentes narrativas grecolatinas a las letras del barroco español.

Son muchos los temas y personajes arrancados de las fuentes originales de la cultura clásica. El mito platónico de la caverna, al que se acercó en numerosas ocasiones, ocupó una significativa parte de sus preocupaciones filosóficas.

La vida es sueño es una de sus más celebradas propuestas para acercarnos al problema de la predestinación de la vida humana y a nuestra capacidad para encontrar espacios de libertad en nuestra peripecia vital.

La vida es sueño es uno de los mayores prodigios de la literatura escénica del Siglo de Oro por su capacidad de aunar belleza poética, conflicto dramático y profundidad filosófica. (COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO). 



La vida es sueño
Foto de Javier Naval

El hombre de la torre

Basilio, rey de Polonia, por miedo a que se cumplan los augurios mantiene a su hijo, el príncipe Segismundo, enclaustrado desde su nacimiento en una torre. Este hecho suscita interesantes reflexiones sobre el libre albedrío, los límites de la autoridad y la justicia. Pero  también sobre la paternidad, la educación y el gobierno. Cada puesta en escena de La vida es sueño es una oportunidad de confrontar el abanico de cuestiones que Calderón propone. Declan Donnellan y Nick Ormerod inciden en su propuesta en la humanidad del personaje de Segismundo, asombrosamente interpretado por Alfredo Noval. Un hombre aislado desde su nacimiento, ajeno al afecto y a las convenciones sociales, víctima de un juego ideado para ponerlo a prueba. Una especie de niño cautivo, al estilo del Kaspar Hauser que retrató Werner Herzog en el 74 y próximo en cierto modo a los protagonistas de Canino de Lanthimos.

Es fascinante la lectura que Alfredo Noval hace del personaje, desde los balbuceos iniciales hasta la restitución de su lugar en el mundo. Se trata de una interpretación arriesgada, cercana por momentos a lo grotesco, pero intensamente reveladora. Noval despliega además una maestría del verso calderoniano, que le permite jugar con las expectativas del auditorio y ofrecer nuevos matices a un texto por todos conocido.

Frente a él, el personaje de Basilio, interpretado por Ernesto Arias, ofrece esa figura de autoridad grave y sufriente enfrentada a la ambigüedad de una situación ante la que es imposible actuar de forma justa.

CNTC
Foto de Javier Naval

Un laberinto de mil puertas

Su culpa y sus secretos se ocultan detrás de las puertas que Nick Ormerod ha diseñado como principal elemento escenográfico. De ellas surgen las pesadillas y los temores del rey. Son de un verde esmeralda que tiene su eco en el baúl, en la silla-trono y en el atuendo final de Rosaura. Un color que evoca la naturaleza, el renacer, el crecimiento y la esperanza, pero también el engaño enfermizo, el moho y la podredumbre. Esta ambigüedad la encontramos también en el diseño de vestuario, que apuesta por la indeterminación cronológica.

Especial mención merece el diseño de iluminación a cargo de Ganecha Gil, con el punto y final que pone a La vida es sueño restituyendo la dignidad del personaje de Clarín. Brillante.

La vida es sueño
Foto de Javier Naval

Conclusión

El aclamado director Declan Donnellan ofrece una versión arriesgada y esclarecedora de La vida es sueño de Calderón de la Barca. Con un elenco sobresaliente, el montaje pone el foco en la humanidad de Segismundo, sin perder de vista el resto de temas centrales de la obra. Su inadaptación puede, en esta ocasión, arrancarnos la risa, sin disminuir ni un ápice la carga trágica del personaje. Excelente.

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2 COMENTARIOS

  1. En un momento, cuando ví la reproducción de algunas escenas de "La Vida es Sueño" montada por Donnellan, y aunque ya tenía las entradas, decidí no asistir, suponiendo que se trataba de una versión intelectualoide-originaloide-visionaroide del gusto de los idiotas colectivos, como un Hamlet donde Hamlet está representado como Charlot y mata a sus contrincantes con su bastón, el Rey de Dinamarca una coronela de la Guardia Civil (¡como no!) y Ofelia, Alicia en el País de las Maravillas. Al fin, asistí a la representación ayer y tengo que retractarme de todos mis prejuicios. Es una versión fabulosa, respetuosa al máximo con el texto, bien declamada y pronunciada, no con la vertiginosa rapidez que hacen incomprensibles los textos clásicos en actores noveles, con un montaje eficaz y convincente; en suma, una verdadera "La Vida es Sueño" que hubiese satisfecho al propio Calderón. Escribo esta "respuesta" porque seguro que hay potenciales espectadores que comparten aún mis antiguos prejuicios. Mi enhorabuena a la Compañía Nacional de Teatro Clásico,

  2. Para mí un pésimo montaje. Una profanación de la obra. Una verdadera vergüenza. No se entiende nada. Ideal para snobs y adoradores de la última tontería.

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