Pablo Messiez estrenó el pasado 7 de septiembre La voluntad de creer en Naves del Español en Matadero. Así se inauguró la programación de este espacio, que forma parte de la estructura que habita en Teatro Español. Su premisa principal es profundizar en el concepto de voluntad y fe, así como la percepción del espectador ante estas dos acepciones. Además, parte como inspiración "La palabra", de Kaj Munk y el film "Ordet", basado a su vez en "La palabra", dirigida por Carl Theodor Dreyer. Producida por Buxman Producciones y Teatro Español, está protagonizada por Marina Fantini, Carlota Gaviño, Rebeca Hernando, José Juan Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro y Mikele Urroz. Se puede disfrutar hasta el 23 de octubre en Naves del Español en Matadero.



Estreno de La voluntad de creer

Crítica de 'La voluntad de creer'

Ficha Técnica

Título: La voluntad de creer
Título original: La voluntad de creer

Reparto:
Marina Fantini
Carlota Gaviño
Rebeca Hernando
José Juan Rodríguez
Íñigo Rodríguez-Claro
Mikele Urroz

Duración: 90 min. apróx.
Dirección: Pablo Messiez
Dramaturgia: Pablo Messiez (a partir de "La palabra" de Kaj Munk)
Diseño de espacio escénico: Max Glaenzel
Diseño de iluminación:
Carlos Marquerie
Ayudante de iluminación: Juanan Morales
Diseño de sonido:
Iñaki Ruiz Maeso
Diseño de vestuario:
Cecilia Molano
Entrenamiento corporal:
Elena Córdoba
Temas musicales:
Viene clareando (Atahualpa Yupanqui) en versión de Leda Valladares y María Elena Walsh; Vidala del último día (Raúl Galán y Rolando Valladares) en versión de Sílvia Pérez Cruz
Producción Buxman Producciones:
Pablo Ramos (producción ejecutiva) y Jordi Buxó y Aitor Tejada (dirección de producción)
Ayudante de producción:
Roberto Mansilla
Ayudante de dirección:
Javier L. Patiño
Residente ayudantía de dirección:
Noelia Pérez
Agradecimientos:
A todo el público que nos acompañó durante el proceso de ensayos y a Sílvia Pérez Cruz
Para la escritura de esta obra:
El autor disfrutó de una residencia de escritura en la Sala Beckett en 2022
Producción: Teatro Español
y Buxman Producciones

Tráiler de 'La voluntad de creer' 

Sinopsis de 'La voluntad de creer'

La voluntad de creer, presentada por Pablo Messiez, indica que: "En la transcripción del juicio a Juana de Arco, cuando le preguntan cómo sabía que era la voz de San Miguel la que escuchaba, contesta:

“−Porque tenía voz de ángel.

−¿Cómo sabe usted que era una voz de ángel?

−Porque tuve la voluntad de creerlo.”

Desde que leí esta última frase, me acompaña como una definición posible del teatro y también como una obsesión. ¿Qué relación hay entre voluntad y fe?, ¿qué hace que algo sea verosímil?, ¿qué papel ocupa la voluntad en la sugestión?

Después de dedicarnos a escuchar canciones para la creación de nuestra última obra, pondremos ahora nuestra atención en la creencia. Para esto, trabajaremos a partir de la película Ordet, de Dreyer, que termina con una de las escenas más bellas y de verosímil más osado que yo he visto.

En nuestra función, el menor de una familia de hermanos vascos sostiene que es Jesús de Nazaret. Sus hermanas consideran que ha enloquecido por exceso de lecturas de Kierkegaard. Como en Ordet, habrá muerte y resurrección. Y, sobre todo, el deseo de jugar con la percepción del espectador de modo que la propia función sea una puesta a prueba de su fe". (TEATRO ESPAÑOL). 



La voluntad de creer
Foto de Coral Ortiz

La relación entre verdad, espejismo y creencia

Pablo Messiez se consolida como uno de los dramaturgos más importantes de la escena española con La voluntad de creer. El autor realiza un texto en el que se explora el concepto de la fe mediante una experiencia impoluta, donde la palabra toma otro cariz. Así, la elegancia y la emoción que se extrae de su dramaturgia provoca unas sensaciones tan abstractas como su reflexión. Por tanto, no se está ante una historia al uso, sino que se exploran diferentes definiciones y, gracias a ello, se profundiza en las distintas figuras que van apareciendo con un lenguaje muy enriquecido, cada palabra y la manera en la que van conectándose entre sí hacen que sea una vivencia única. Con lo cual, no solo es brillante en lo que se cuenta, sino en cómo lo hace, una jugada maestra que expone la necesidad de cuidar el contenido y la forma.

La construcción de cada uno de sus personajes, apoyado en la inspiración de “La palabra”, de Kaj Munk, no se queda en el mero abstracto, sino que convoca y traduce diferentes acepciones al significado de familia, de dolor, de muerte... Asimismo, se presentan diversas escenas en las que hay una hilaridad absoluta. Ahí se encuentra la fascinación ante lo que se ve ante los ojos, la maestría con la que en tan solo dos segundos puede hacer reírse a carcajadas al espectador y pasar a una afección totalmente frágil después. Este efecto sensitivo eleva el resultado de la pieza, por lo que no se percibe ningún aspecto a mejorar narrativamente. Por ende, este título se convierte en una de las mejores piezas teatrales de la temporada, con posibilidad de ser todo un referente del teatro español en los últimos años.

Naves del Español
Foto de Coral Ortiz

Un elenco soberbio

No es la primera vez que una producción dirigida por Pablo Messiez cuenta con un reparto brillante, por lo que era de esperar que en La voluntad de creer se repitiera ese afecto. Sin embargo, en esta ocasión, hay una sensación diferente, más pura, más limpia, lo que indica que el trabajo dramático del elenco goza de un nivel todavía superior del que se había visto. Todos y cada uno de ellos brillan, en mínimo, un par de escenas, transmitiendo una sinergia con todo lo que acontece, que triunfa. Además, se sumen absolutamente a ese éxtasis vivencial, en ese proceso en directo con el espectador, lo que crea esa conexión con los asistentes, pero sin perder la finalidad de su proceso sobre las tablas. Un trabajo en conjunto excelente, una maravilla.

Después, cada uno de ellos escenifica de una manera mordaz y efectiva. En primer lugar, Rebeca Hernando certifica su excelente labor, robándose más de una escena y convirtiéndose en una interpretación llena de histrionismo sin perder la verdad y la verosimilitud. Una absoluta fascinación. Luego, Carlota Gaviño explora una visión más particular, atrayente, mística, combinado con ese halo de comedia irónica. Excelsa. Por su lado, Marina Fantini comienza algo más descafeinada, pero según se asienta, trae una de las partes más emocionales y naturales de la pieza teatral. Por su parte, José Juan Rodríguez triunfa en este montaje, se encarama en su figura y en su rareza, extrayendo todo lo posible, conquistando completamente. También sucede lo mismo con Íñigo Rodríguez-Claro, actúa como un juglar contemporáneo, que pronto se coloca el uniforme de obra, en sendos casos con una sensibilidad humana innata. Mikele Urroz regala una interpretación notable.

Teatro Español
Foto de Coral Ortiz

La fascinación

Una vez se cruza la puerta del teatro, se puede ver una experiencia inmersiva que otorga un primer contacto directo con La voluntad de creer. El espectador se va colocando, al mismo tiempo que los actores van haciendo lo mismo pero con distintas partes de la pieza teatral. Por lo cual, lo que en un inicio puede parecer una acción distendida, es un esquema que aporta una visión artística interesante, no acometiendo el acto teatral únicamente a la representación como tal. Después, la construcción del espacio contiene un proceso que no solo saca pecho por la teatralidad, sino que magnifica el efecto que se crea en el ambiente. La utilización el espacio activo y las bambalinas se complementan, siendo una propuesta rompedora, que no se limita a lo habitual y saca partido de ello.

Cada detalle sobre las tablas está medido, tiene una función, incluso la propia emisión de “Ordet” en una pequeña televisión, que se convierte en un contraste y casi reflejo referencial. Por lo cual, se agradece que haya ese compromiso, que se cuide el simbolismo y el propio lenguaje de este universo. También hay que aplaudir el espacio sonoro, junto a la música que acompaña esta pieza. La importancia del sonido es algo que en varias ocasiones no se cuida en la producción teatral. Sin embargo, obras de este tipo exponen lo mucho que se puede ganar con una elección acertada. Para finalizar, la iluminación, el vestuario y el atrezzo son auténticas exquisiteces ante la mirada del espectador. Elegantes, sutiles, arrebatadoras, extravagantes, pueden ser todo. Ahí es donde se ve la sensibilidad, inteligencia y el talento que convierten esta producción en una delicia artística a todos sus niveles.

La voluntad de creer
Foto de Coral Ortiz

Conclusión

La voluntad de creer es una experiencia teatral que debe vivirse. Tiene todos los ingredientes para convertirse en una de las mejores obras de los últimos años, con una dramaturgia espléndida e impoluta. Gracias a ello, el espectador queda rendido ante lo que acontece desde su primer contacto en el espacio teatral hasta su marcha. Asimismo, cuenta con un reparto extraordinario, que provoca una sinergia con el resto de aspectos de la pieza teatral y goza de un éxtasis singular que le permite exprimir cada una de sus acciones dramáticas. También sucede lo mismo con la puesta en escena, que atrapa y deja a los asistentes en un frenesí artístico de alto nivel. Impactante, cautivadora, una auténtica exquisitez, una de las mejores obras del panorama teatral español de los últimos años.

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