Paco Bezerra adapta Las criadas, obra original del francés Jean Genet, siendo ésta, además, su primera pieza teatral. Para esta nueva versión ha contado con la dirección de Luis Luque. Asimismo, su reparto goza de unos actores de gran prestigio como son Alicia Borrachero, Ana Torrent y Jorge Calvo. También cabe mencionar que esta producción ha unido a Pentación Espectáculos y Teatro Español, dos de las compañías más importantes de la actual escena teatral española. Se puede disfrutar de la obra hasta el 8 de noviembre de 2020, de martes a sábado a las 20:30 horas y domingos a las 19:30 en las Naves del Español, en Matadero.
Crítica de 'Las criadas'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Las criadas
Título original: Les Bonnes
Reparto:
Alicia Borrachero (Solange)
Ana Torrent (Claire)
Jorge Calvo (La Señora)
Duración: 90 min. apróx.
Dirección: Luis Luque
Versión y traducción: Paco Bezerra
Diseño de vestuario: Almudena Rodríguez Huertas
Diseño de iluminación: Felipe Ramos
Composición y música original: Luis Miguel Cobo
Creación de videoescena: Bruno Praena
Diseño espacio escénico: Mónica Boromello
Maquillaje y peluquería: Moisés Echevarría
Asesoría de movimiento: Agnés López
Ayudante de dirección: Pablo Martínez Bravo
Producción: Pentación Espectáculos y Teatro Español
Presentación de temporada 20/21 de Teatro Español con 'Las criadas'
Sinopsis de 'Las criadas'
Las criadas nos presenta a las hermanas Claire y Solange son las criadas de una Señora de la alta burguesía francesa. Todas las noches inician una ceremonia perversa, un ritual donde la realidad y la ficción se mezclan en un peligroso juego de cambio de identidades. Claire es la Señora y Solange es Claire. Solange es la Señora y Claire es Solange, las hermanas alternan los papeles constantemente, ninguna existe por sí sola porque son dos rostros de un mismo personaje. La Señora representa para ellas la cima de la pirámide, la luz donde se refleja el deseo de ser otra. Por eso las hermanas se visten, juegan y se convierten en una simulación de ese ser divino que es la Señora. La inquina y la rabia de ser conscientes de su destino de criadas les llevará, de un modo inevitable, a un desenlace fatal. (TEATRO ESPAÑOL).
La desdicha de la posición
Basada en la obra de Jean Genet, Las criadas llega con una adaptación al español de mano de Paco Bezerra. En primer lugar, la propia obra sitúa a Genet como anfitrión de la historia, con una participación espiritual que habla de la inspiración y de su bagaje dramático. A continuación, procede a la pieza teatral francesa donde se habla sobre el poder, el clasismo, los sueños y la locura por la desdicha. De esta manera, se expone sobre el escenario un juego peligroso donde realidad y ficción se difuminan, con una elegancia terrorífica que invade absolutamente la esencia del relato. Así, se van despojando los detalles de una personalidad marcada por la clase social y las ínfulas de poder que invaden las mentes de estas criadas. Sin duda, es un espejo llevado al extremo, pero que expresa perfectamente la frustración de la discriminación.
La concepción de la figura de la Señora es un buen reflejo de la pomposidad que hay en su esencia innata, pero contrasta con el endiosamiento exacerbado que se hace desde la visión de las protagonistas. Con lo cual, se analiza la influencia de los poderosos y lo que provoca socialmente en las personas. Gracias a ello, hay una emoción descarnada muy atrayente, que muestra la locura a causa de la falta de libertad. Por lo cual, este montaje ha sabido respetar todas esas metáforas que entran dentro de esa profundidad íntima, no necesitando mascar todos los diálogos para comprender el dolor de lo que se narra. Asimismo, hay unas pinceladas de comedia frescas y livianas. Por último, mencionar ese final apoteósico, que sublima todo el poderío que se presenta en el escenario y se convierte en pura poesía macabra.
Señoras de la escena
El duelo escénico que se produce entre Alicia Borrachero y Ana Torrent es un disfrute a grandes niveles. Para comenzar, ambas se van repartiendo la carga dramática que se produce en Las criadas, con grandes despliegues de energía donde dejan sin habla al espectador. Por un lado, Torrent se divide en ese dualismo escénico, donde sabe transitar por la timidez de su personaje, frente al carácter de lo que desempeña en su desdoblamiento. Esta dinámica de intercambios le permite a la actriz lucirse e incorporar una flexibilidad interesante. Además, en los momentos en los que acompaña al resto de personajes, sabe canalizar su acompañamiento con un reflejo certero de la sumisión y la dominación. Unido a ello, se encuentra la elegancia, que se deja envolver por la cotidianidad de un enfoque demoledor.
Alicia Borrachero no se queda atrás, sino que es un torrente de actriz que es todo un placer verla sobre el escenario. Desde el principio se puede ver esa vigorosidad, que se va transformando en una sed de venganza que se refleja perfectamente en su manera de ejecutar su trabajo. Así, utiliza la expresión corporal y facial con una maestría absoluta. Además, es brutal la forma en la que pronuncia sus palabras con una convicción y una esencia únicas, que deja obnubilado al público. Es una dama de la escena absoluta. Después, Jorge Calvo completa el reparto de la obra. Su interpretación se forma como perfecto simbolismo entre realidad y ficción. Por ende, ese retrato dicharachero y frívolo es exquisito, siendo un perfecto desahogo. De igual manera, hay que subrayar que conecta a la perfección con sus compañeras.
El blanco del luto
Cada vez son más las propuestas que se lanzan a utilizar recursos audiovisuales dentro de sus producciones. Las criadas se une a esta ola creativa, utilizando una pantalla que ejerce en sí misma una parte de la puesta en escena. De esta forma, la obra goza de la composición entre ambos universos, dejando momentos donde la acción transcurre en la pantalla, pero sin dejar apartado lo que sucede en el escenario. En síntesis, esta combinación bien llevada da un toque de gracia a la pieza, otorgándole un dinamismo atractivo visualmente. Igualmente, la decisión de no abusar del atributo digital es todo un acierto, dado que de otra manera hubiera podido distraer el foco del espectador. Como apunte, la realización de las imágenes se mueve en unos blanco y negros muy sutiles, que dan esa sensación de delicadeza.
No hace falta decir que la intención es dar la sensación de encontrarse ante un panorama pomposo y dar esa diferencia entre un estrato social y otro. Sin embargo, no han necesitado de multitud de elementos en la escena, por lo que hay que agradecer la coreografía y la selección de elementos que tienen un significado implícito. Así, el público tiene la posibilidad de crear la fotografía y dejarse invadir por la atmósfera que se crea. Luego, la tarima circular en movimiento es una pieza indispensable, que sabe sacarle jugo y subraya esa tragedia interna que viven todos aquellos que la pisan. Por otra parte, la composición de la banda sonora es tremenda, con una potencia que deja al espectador dentro de la obra fácilmente. Es sublime como se han cuidado las melodías y con qué efecto. Para terminar, la importancia de los colores es extraordinario.
Conclusión
Las criadas es una obra que habla de esa frustración interna, que busca la liberación en una locura macabra. La adaptación goza de una sensibilidad exquisita, que ha sabido captar el rico universo que se desarrolla sobre la escena. Después, la obra tiene dos monstruos interpretativos sobre las tablas, Ana Torrent y Alicia Borrachero, que se combinan a la perfección con Jorge Calvo. Por otro lado, la puesta en escena es elegante y sabe utilizar los elementos audiovisuales en su justa medida. Además, la importancia del color y la composición sonora terminan por encumbrar una propuesta soberbia. La dualidad de querer y ser en una vorágine de desgarro, que se sublima en una locura desesperada y extraordinaria.
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