Las irresponsables, película dirigida por Laura Mañá y producida por Arcadia, llega el 24 de julio de 2025 a las salas de cine españolas. Con guion de la directora junto a Marta Buchaca (Litus) de la obra de teatro homónima del argentino Javier Daulte, la película clausuró el BCN Film Fest el pasado 2 de mayo. Laia Marull, Betsy Túrnez y Àgata Roca protagonizan esta comedia sobre tres amigas que pasan un fin de semana juntas en una casa de lujo.
Crítica de 'Las irresponsables'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Las irresponsables
Título original: Les irresponsables
Reparto:
Laia Marull (Lila)
Betsy Túrnez (Núria)
Àgata Roca (Andrea)
Jordi Sánchez (Gus)
Ruth Llopis
Berto Romero
Mauro Vélez (Victor)
Eric Bonicatto (Fran)
Joan Manuel Gurillo (Arturo)
Año: 2025
Duración: 93 min.
País: España
Director: Laura Mañá
Guion: Laura Mañá, Marta Buchaca. Obra: Javier Daulte
Fotografía: Sergi Gallardo
Música: Xavier Capellas
Género: Comedia dramática
Distribuidor: A Contracorriente Films
Tráiler de 'Las irresponsables'
Sinopsis
Nuria, Lila y Andrea se disponen a pasar un fin de semana juntas fuera de la ciudad en una casa inteligente, de lujo y llena de obras de arte que un amigo de Nuria les ha ofrecido. Su grupo de WhatsApp se llena de buenas intenciones… pero en realidad a las tres les da pereza acudir a la cita. Después de la primera noche todo cambia... las confesiones, emociones y deseos compartidos alrededor de la mesa les demostrarán que la complicidad entre amigas es la mejor excusa (y oportunidad) para hacer realidad sus impulsos más irresponsables. (A Contracorriente Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Escapada sin rumbo
Lo que podría haber sido una comedia dramática honesta sobre la madurez, la amistad o el desencanto vital, se convierte en una sucesión de tópicos poco creíbles y diálogos forzados. La historia avanza sin apenas conflicto real, apoyándose en anécdotas o situaciones poco orgánicas que quieren ser trascendentes sin lograrlo. Lo que debía ser una catarsis compartida se queda en una sobremesa forzada con giros argumentales que no conmueven ni sorprenden.
Tono confuso
Laura Mañá plantea Las irresponsables con una puesta en escena limpia, casi televisiva, que no molesta pero tampoco arriesga. El problema no es técnico, sino tonal, la cinta no encuentra un equilibrio entre la comedia ligera y el drama emocional.
A ratos parece una comedia de enredos sobre mujeres urbanas con problemas menores, y a ratos quiere entrar en reflexiones más profundas sobre el paso del tiempo, los afectos rotos y los impulsos no satisfechos, pero sin la sutileza o verdad necesarias. El ritmo se resiente por la falta de estructura clara y por el abuso del formato de conversación sin dirección.
Al límite del cliché
Las tres actrices principales hacen lo que pueden con personajes que rozan el estereotipo, la neurótica, la contenida, la intensa. Hay química entre ellas, pero los diálogos, muchas veces artificiales o demasiado expositivos, no les permiten brillar.
Algunas escenas de desahogo emocional funcionan mejor que otras, pero en general se siente que están atrapadas en una historia que no está a la altura de su talento. Sus confesiones no resultan ni reveladoras ni conmovedoras, suenan a guion más que a vida.
Inteligencia simple
La estética es funcional, la casa es luminosa, decorada con buen gusto, y la fotografía aprovecha los espacios abiertos para crear cierta calidez, sin embargo, este envoltorio visual agradable contrasta con la superficialidad del contenido. El sonido, el montaje y los encuadres cumplen sin más, pero no hay ningún atisbo de riesgo o personalidad, todo queda demasiado correcto y demasiado plano.
Conclusión de 'Las irresponsables'
Las irresponsables intenta hablar sobre las contradicciones de la madurez femenina, el deseo de escapar, la amistad como refugio, pero lo hace de manera inofensiva, previsible y, lo que es peor, poco creíble.
No hay conflicto real, ni emoción duradera, ni comedia efectiva, solo una serie de escenas que quieren parecer modernas, transgresoras o profundas, pero que acaban resultando anodinas o impostadas. Es una película bienintencionada que no logra conectar ni emocionar.
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