El pasado 8 de septiembre se estrenó Las latinas son... en el Teatro del Barrio. Esta producción de Teatro Sin Papeles denuncia situaciones sufridas por ellas mismas, mujeres migrantes. De esta forma, buscan la transformación social a través de la propia expresión artística. El elenco está formado por mujeres que no se dedican a la interpretación profesionalmente, a excepción de la actriz Mercy Bustos. La opresión, la xenofobia, el machismo son algunas de las luchas que se muestran sobre las tablas. Estuvo hasta el 12 de septiembre en el Teatro del Barrio.
Título: Las latinas son... Título original: Las latinas son...
Reparto: Nicole Polensvaig
Johanna Alexandra Reina Barreto
Mercy Bustos
Lorena Avilés
Deicy Reina
Érika Sarmiento
Luisa Anaya
Duración: 60 min. apróx. Dirección: Camila Pinzón Mendoza Dramaturgia: Co-creación de un grupo de mujeres de diferentes países de Abya Yala Técnico de luces y sonido: Roberto Trujillo
Acompañamiento técnico en teatro: Moisés Mato Producción: Teatro Sin Papeles
Tráiler de 'Las latinas son...'
Sinopsis de 'Las latinas son...'
Las latinas son... es una obra de teatro social creada por mujeres migrantes de diferentes países de Abya Yala (el Continente Americano). En ella se denuncia el machismo, el racismo, la desigualdad, las múltiples opresiones y discriminaciones, las violencias y la vulneración de derechos que estas mujeres viven por el hecho de ser mujeres migrantes en España. Quieren visibilizar, sensibilizar y proponer nuevas narrativas alrededor de sus experiencias migratorias. Ponen nuestro cuerpo en el escenario para representar las realidades que viven ellas y sus hermanas de la región, en una obra sobre casos reales, escrita por ellas y contada por ellas. Esta obra es también un espacio de reunión, de escucha, de co-creación y de resistencia. Aquí se han acuerpado y politizado juntas para hablar más alto, más fuerte, con más seguridad, y por fin ser escuchadas. (TEATRO DEL BARRIO).
La verdad sin adornos
La discriminación, el racismo y las consecuencias de una educación heteropatriarcal son algunos de los principales conflictos que vive todavía la sociedad. Teatro Sin Papeles escribe Las latinas son... para denunciar este tipo de actos que se ceban, en este caso, con las mujeres hispanoamericanas en España. Durante su presentación, previo al comienzo de la obra, ya se avisa que los relatos que se van a representar son todo fruto de las experiencias vividas por varias de las mujeres que forman parte de la compañía. Por tanto, impregna de crudeza, de verdad y de absoluto realismo su texto. Es innegable que, desgraciadamente, la mayoría de las situaciones que se narran son conocidas por el gran público. Estas mujeres indican la necesidad de textos valientes, donde sus protagonistas sean las que alzan la voz y denuncien activamente, mediante el arte, los ataques sufridos.
Gracias a esa sinceridad, se aplaude fervientemente que, a pesar de no tener un conocimiento extensivo en la profesión del teatro, acudan a él para hacer llegar su mensaje. Y así lo hacen. Todas y cada una de las historias reflejan el dolor, la humillación, el cansancio, el hastío…, pero sin victimizarse. Uno de los puntos más favorables de este texto es la forma en la que plantan cara al problema, pero sin buscar la compasión, sino más hacia un empoderamiento dramático, que eleva aún más la calidad del texto. Por tanto, se puede deducir que no han buscado ir a lo fácil, sino transformarse en un altavoz social llamativo y eficaz. No se puede negar que falta cierta fluidez en varios puntos de la obra, pero no por ello es menos fuerte el fin que hay en la pieza teatral.
Mujeres reales
Todas las mujeres que actúan en Las latinas son…no son profesionales, a excepción de la actriz peruana Mercy Bustos, que sí ejerce como tal. Por tanto, no es posible realizar una crítica al mismo nivel que otros intérpretes que se dedican totalmente a ello. Aun así, la labor coral de todas ellas muestra el compromiso que tienen hacia la obra y hacia el teatro. A pesar de su carácter amateur en algunos casos, comprenden el lenguaje y la interacción con el espacio teatral. En algunas ocasiones se muestran más cómodas, en otras más nerviosas, pero en todo momento toman con responsabilidad lo que se posa sobre sus hombros. Dicho de otra forma, comprenden la motivación detrás de cada una de las representaciones, por lo que ponen toda su pasión para sacar adelante todas ellas.
Dentro del grupo, cabe destacar la función de Mercy Bustos, quién dota de exageración, sarcasmo y comedia a varios de sus personajes. Se encuentra plenamente cómoda sobre las tablas, viéndose cómo disfruta al desgranar cada uno de esos arquetipos. Por esa razón, no es extraño que el público arranque a carcajadas en cada una de sus intervenciones, haciendo cómplice al público. Otra de las actrices que arrasa por su gran carisma es Lorena Avilés, la cual tiene un duende especial sobre las tablas. Avilés tiene un don especial para el humor, sabe llevar al personaje a una verosimilitud caricaturesca complicada de realizar y lo logra. Entre Bustos y Avilés saben dar ese equilibrio entre el dramatismo y la dureza de lo que se cuenta frente a la necesidad de señalarlo desde un lugar más luminoso como la comedia social.
Escenas que no deberían ser cotidianas
La puesta en escena de Las latinas son… se fundamenta en una sobriedad desnuda, en la que no prima la construcción de espacios, ni la necesidad de la fabricación de distintos escenarios que se presentan. De esta manera, el espectador puede reconstruir en su mente, fácilmente, las situaciones descritas en el guion. Por lo cual, la estrategia es efectiva y eficiente, dado que indica la facilidad de asociar los espacios con lo narrado al ser, desgraciadamente, un mal que todavía azota a la sociedad. Únicamente, una maleta sobre el suelo es una metáfora perfecta sobre el significado de tener que cargar una losa por el mero hecho de haber nacido en país distinto a España, tener otro acento, color de piel o ser hijo de personas racializadas. Con esta propuesta se ve cómo hay momentos en los que menos, es más.
El inicio de la pieza teatral es un resumen sonoro que a más de un espectador le hervirá la sangre, pero, indudablemente, es una pequeña muestra de los estereotipos, insultos y vejaciones que sufren las mujeres latinas por, simplemente, serlo. Como preludio, es una buena carta de presentación, que, impacta, pero que sirve también para dar un golpe en la mesa de forma artística. Por otra parte, el final de la obra es una conversación personal entre las actrices y los asistentes, una conclusión como conjunto. Demuestra que para que haya un cambio real, se necesita de la unión como sociedad. Por lo cual, esa estética junto a la metáfora poética son un buen colofón para la obra. Como apunte, para mejorar, se echa en falta más rapidez en las transiciones, que no parezca una consecución de sketches individualizados.
Conclusión
Las latinas son… es una denuncia teatral contra la xenofobia, la humillación, el machismo, el abuso y las humillaciones hacia las mujeres de Hispanoamérica en España. Una bofetada de realidad sin florituras, que expone situaciones reales y donde, tristemente, la crudeza aflora al emerger desde la verdad y el dolor. Aun así, saben equilibrarlo con una comedia apropiada, para caricaturizar la estupidez que supone discriminar a una persona por su origen, pero, al mismo tiempo, lanzar una crítica mordaz.
Sus actrices, a excepción de Bustos, no son profesionales, pero todas muestran el gran compromiso con la obra. Por otra parte, la puesta en escena es sobria, metafórica y desnuda, en consonancia con la identidad de la obra. El carácter humano suple algunas faltas de una experiencia teatral menos profesional, aunque hay partes del texto y la propuesta escénica donde, inevitablemente, se ven afectadas. Un 'basta ya' sobre las tablas que golpea al racismo y al patriarcado en una lucha teatral necesaria y visceral.