El pasado 7 de junio llegó Las piscinas de la Barceloneta al Teatro Infanta Isabel de Madrid. Protagonizada, escrita y dirigida por Secun de la Rosa, regresa en plenas celebraciones del Orgullo LGBTQ+. Además, vuelve con un gran éxito a sus espaldas, habiendo triunfado en diferentes plazas y festivales alrededor de la geografía española. Un retrato de la lucha LGBTQ+ en la Barcelona de 1977, se puede disfrutar hasta el 30 de junio.



Las piscinas de la Barceloneta en Teatro Infanta Isabel

Crítica de 'Las piscinas de la Barceloneta'

Ficha Técnica

Título: Las piscinas de la Barceloneta
Título original: Las piscinas de la Barceloneta

Reparto:
Secun de la Rosa

Duración: 90 min. apróx.
Dirección: Secun de la Rosa
Dramaturgia: Secun de la Rosa
Iluminación y Sonido: Iván del Álamo
Vestuario y Escenografía:
Chariny Producciones
Diseño Gráfico y Cartelería:
Silove Media
Producción: CHP Teatro

Tráiler de 'Las piscinas de la Barceloneta'

Sinopsis de 'Las piscinas de la Barceloneta'

Sebastián Alonso Roca, un hombre de mediana edad, se encuentra en el momento más crucial de su vida. Acude a un acto como invitado para recordar las condiciones en las que vivía la bolsa de población inmigrante en los barrios del extrarradio de la Barcelona de los 70. Sus recuerdos le llevan al verano del 77, el más largo e intenso de toda su vida.

Con la inconsciencia de su juventud, sin apenas dinero, una toalla vieja y unas gafas de sol, se atrevió a salir del barrio para ir a sus idealizadas piscinas de la Barceloneta. No sabía por qué lo hacía, no sabía qué se iba a encontrar. Pero no lo podía evitar.

Al principio, asustado. Pero poco a poco, al conocer la llamada “PISCINA DE SAL” empieza a fascinarse con todo lo que ve en ese entorno libre, mágico, decadente. Una galería de personajes le dibujan un mundo nuevo: activistas, homosexuales y trans, los primeros manifestantes LGTBI, anarquistas de las jornadas libertarias, supervivientes de las cárceles del franquismo, poetas, y a los artistas del paralelo: Christa Leem, los Barcelona de Noche, los Cúpula Venus, Brossa, Ocaña Lo que comienza siendo un verano anecdótico, se convierte en la mayor aventura de su vida. (SALA MIRADOR).



Las piscinas de la Barceloneta
Foto de Óscar Blanco

El recuerdo

Secun de la Rosa profundiza en la memoria del colectivo LGBTQ+ con un reivindicación de los marginados y su lucha por ser reconocidos y lo que lograron. Por ello, el relato se degusta desde una sensibilidad en la que pone sobre la mesa la importancia de los referentes en un momento en el que no existían. Gracias a esta decisión, el libreto de Las piscinas de la Barceloneta goza de una emoción y una importancia social, que hace que no sean pocos los momentos en los que se crea una fragilidad compartida que inunda el patio de butacas. Además, de la Rosa sabe dónde dar con la tecla, para dar un golpe al corazón y luego dar un respiro con una broma tierna o con humor en su justa medida.

También se valora que dé pie a meterse en la piel de diversos personajes, con sus discursos, sus mensajes, su legado... Explotando la multitud de piezas que forman parte de este puzzle personal. Por ello, se podría echar en falta un arranque menos temple, donde le cuesta entrar en materia y con ello, hacer partícipe a los espectadores. A pesar de ello, una vez comienza, va realizando ese cuadro a través de la palabra que hace que se imagine fácilmente lo que describe. Únicamente, hay momentos en los que se excede en todos los detalles y situaciones que menciona, ralentizando algunas partes de la obra. En consecuencia, podría haber pasajes menos lúcidos. Aun así, el final es puro corazón, deja al espectador enamorado ante la obra.

Secun de la Rosa
Foto de Óscar Blanco y Sandra Collantes

Frente al escenario

Los monólogos aparentan ser más accesibles al tener que ser sostenidos por tan solo un intérprete, pero a lo que deben enfrentarse los actores es un reto absoluto. Por tanto, se aplaude ya desde el principio la valentía de Secun de la Rosa para subirse al escenario solo ante el peligro. En su primer contacto con los asistentes, como si fuera reunión vecinal, habla directamente al público. Así, va aderezando la cercanía, el costumbrismo, lo que hace que se sienta cotidiano, pero sin dejar de dar puntadas que lo hacen especial. De la Rosa sabe que donde apretar con la emoción, en qué momentos merece la pena modular la voz, romperse levemente, exponiendo su capacidad actoral a su máximo nivel y regalando esas partes de intimidad.

Como narrador perpetuo, ha cuidado elementos tan necesarios como la voz, no solo en tono y potencia, sino también en dirección. Había momentos en Las piscinas de la Barceloneta en los que se perdía su parlamento cuando no se ajustaba con la banda sonora y ésta se comía sus palabras, siendo una mejora a tener en cuenta, dado que forma parte del directo. Por otro lado, el movimiento y los distintos prismas y matices que muestra en diferentes propuestas escénicas hace que sea una labor completa. No busca aspavientos ni fuegos artificiales, por tanto, logra llegar a ese espacio de hermandad con el público y desde una posición muy generosa. Como detalle, en los momentos en los que más se crece, es en las que transmite toda esa nostalgia. Sin embargo, se echa algo más de singularidad en los pasajes en transición.

Secun de la Rosa
Foto de Óscar Blanco y Fernando Martínez

La emoción de la lucha

Un escritorio, una proyección a gran escala y música, así podrían resumirse algunos de los elementos principales de Las piscinas de la Barceloneta. Esta propuesta apuesta por introducir una escenografía en la que no escatima en detalle, pero no necesita de multitud de objetos para adornarla. Por tanto, crea una estrategia que incorpora la propuesta como si estuviera sucediendo en realidad, enlazando esa dualidad de realismo y ficción. También la proyección no se convierte en un aspecto del que se abuse, sino que elegantemente forma una sinergia con el resto de parcelas artística de la obra. Por otra parte, el espacio sonoro es una delicia, la selección musical transporta al espectador directamente a dicha época. No obstante, se deben medir los volúmenes para evitar comerse la voz de Secun de la Rosa, así como para evitar el sobresalto de los espectadores.

El ritmo de la obra experimenta una dicotomía. Por un lado, se agradece la tranquilidad, se agradece la templanza, dado que así se disfruta más de lo personal, de lo íntimo. Pero, por otro, hay momentos en los que ralentiza en exceso la acción y al tratarse de un monólogo, acaba por mantenerse en una dinámica que le pasa factura. No obstante, gracias a la excelente labor actoral y al contener escenas más dinámicas que llanas, levanta el vuelo y logra consolidar su personalidad escénica. Además, se une la humanidad con la que embadurna la propuesta, que hace que de lo personal de llegue a lo universal, y de lo que podría ser una historia autonómica, conecte con todo tipo de asistentes.

Las piscinas de la Barceloneta
Foto de Fernando Martínez

Conclusión

Las piscinas de la Barceloneta es una carta de amor a la memoria LGBTQ+ con una humanidad e intimidad muy emotivas. Por ello, su mayor valor se halla en su guion, donde se ve el alma y la naturaleza de la reivindicación que se desea hacer. Únicamente, se excede en alguna descripción que termina por ser algo larga. Después, Secun de la Rosa está espléndido, brilla en aquellas partes en las que transmite familiaridad, cercanía, sensibilidad y fragilidad. Asimismo, se valoran los matices, la voz, el movimiento. Por otra parte, la propuesta escénica adorna de una forma plausible la acción, destacando su espacio sonoro y el costumbrismo en su sello de identidad. Un alegato de la lucha, la libertad y la dignidad, un golpe en el corazón a favor del colectivo LGBTQ+.

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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
las-piscinas-de-la-barceloneta-obra-teatro-criticaUna carta de amor a la memoria LGBTQ+ con una humanidad e intimidad muy emotivas. Por ello, su mayor valor se halla en su guion, donde se ve el alma y la naturaleza de la reivindicación que se desea hacer. Únicamente, se excede en alguna descripción que termina por ser algo larga. Después, Secun de la Rosa está espléndido, brilla en aquellas partes en las que transmite familiaridad, cercanía, sensibilidad y fragilidad. Asimismo, se valoran los matices, la voz, el movimiento. Por otra parte, la propuesta escénica adorna de una forma plausible la acción, destacando su espacio sonoro y el costumbrismo en su sello de identidad. Un alegato de la lucha, la libertad y la dignidad, un golpe en el corazón a favor del colectivo LGBTQ+.

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