¿Qué es vivir? Hablar en estos términos es adentrarse en el umbral de lo desconocido y, sobre todo, irresoluble. Una respuesta tan sencilla como acertada se encuentra en Living, una película que sale al rescate de esta cuestión existencial y nos regala una historia tan apasionante y bella como perfectamente construida. Mención especial a Bill Nighy. Estreno en cines el 4 de enero de 2023.



Living película

Crítica de 'Living'

Ficha Técnica

Título: Living
Título original: Living

Reparto:
Bill Nighy (Williams)
Aimee Lou Wood (Margaret Harris)
Tom Burke (Sutherland)
Alex Sharp (Peter Wakeling)
Adrian Rawlins (Middleton)
Hubert Burton (Rusbridger)
Oliver Chris (Hart)
Michael Cochrane (Sir James)
Anant Varman (Singh)
Zoe Boyle (Mrs. McMasters)
Lia Williams (Mrs. Smith)
Jessica Flood (Mrs. Porter)
Jamie Wilkes (Talbot)
Richard Cunningham (Harvey)
John Mackay (Jones)
Ffion Jolly (Mrs. Button)
Celeste Dodwellver (Mrs. Matthews)

Año: 2022
Duración: 102 min.
País: Reino Unido
Director: Oliver Hermanus
Guion: Kazuo Ishiguro, Akira Kurosawa
Fotografía: Jamie Ramsay
Música: Emilie Levienaise-Farrouch
Género: Drama. Enfermedad
Distribuidor: Wanda Visión

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Living'

Sinopsis

Ambientada en la década de 1950 en Londres, la película sigue a Williams, un veterano funcionario enterrado bajo el papeleo de la oficina mientras la ciudad se reconstruye después de la II Guerra Mundial. Al recibir un demoledor diagnóstico médico, vacía su cuenta de ahorros y se dirige a la costa. Se promete hacer de sus últimos días un tiempo significativo, pero se percata de que no sabe cómo hacerlo. Después de que un misterioso desconocido lo lleve a salir por la ciudad, Williams se siente intrigado por una joven compañera de trabajo que parece poseer la vitalidad que él había perdido. Con la ayuda de su optimista colega, Williams pone todo su empeño en hacer feliz, de un modo sorprendente, a su entorno. (Wanda Visión)

Dónde se puede ver la película en streaming



Una apuesta precisa

Con Living volvemos a enfrentarnos a una de esas películas que se presentaron hace meses (Sundance, Estados Unidos) y no ven la luz en salas españolas hasta mucho tiempo después. Esta producción inglesa, sueca y japonesa, dirigida por Oliver Hermanaus, te recuerda que de vez en cuando la industria británica nos brinda auténticas joyas que perfilan de manera sensacional aspectos tan importantes como la vida misma. La nueva apuesta del cineasta sudafricano es brillante, de esas bien construidas y que te dejan un poso único. Es un drama plano a simple vista, incluso de líneas de diseño algo sencillas, pero que finalmente te conquista con una estructura perfectamente cimentada, una historia apasionante y un fondo conmovedor.

¿Por qué ver esta cuanto tenemos el clásico del maestro Kurosawa? Es una gran pregunta, y pasa a menudo con los remakes. Sin embargo, en un tiempo donde sobreabundan los biopics y versionados de absolutamente todo, esta propuesta sensacionalmente guionizada por el Nobel de literatura Ishiguro habla en otro contexto, el de la Inglaterra de posguerra, y sobre un personaje completamente nuevo. Básicamente porque el titánico Bill Nighy nos regala el mejor papel de su carrera, pero eso ya lo trataremos más adelante.

Estamos ante un remake bastante fiel a la pieza original, genuino en todo caso, que actúa de forma orgánica para conmover al espectador a la vez que le asesta una dosis de realidad. No hace falta que seas funcionario del Estado para sentirte identificado, pues esa sería la lectura fácil. Sí, el señor Williams es un burócrata de los pies a la cabeza, que en época de vacas flacas en una ciudad tan importante como Londres actúa como buen funcionario de Obras Públicas, con una diligencia laboral rígida y una faceta eminentemente cortés de cara al público. Muy británico en todo caso.

La virtud de Living es haber respetado la esencia de Kurosawa a lo largo de la película, adueñándose de los parecidos con la cultura japonesa, pero introduciendo en el corazón de la pieza la pura identidad inglesa. A esta tarea seguramente haya ayudado bastante Kazuo Ishiguro, que es japonés pero vive en Reino Unido. Y esta es una de las claves del éxito, lo que cautivó a los críticos profesionales a principios de 2022. Es una mezcla explosiva, porque por una parte tenemos el espíritu de Kurosawa (además del de Tolstoi) a la par de poder identificarnos con una sociedad cercana como la inglesa.

Living película
Copyright Wanda Visión

Bill Nighy de manual

En lo que respecta al protagonista, que básicamente es la película en sí misma, sale enormemente beneficiado por el que seguramente sea el papel más elevado de un ya gran Bill Nighy, uno de los icónicos villanos de Hollywood y famoso por 'Love actually'. El curtido actor británico lo da todo en una interpretación para la posteridad, de esas que se recuerdan años después. Sus virtudes no solo se aprecian a la ahora de presentarnos la dualidad del señor Williams (funcionario apagado y hombre renacido), sino que, durante todo el metraje, vemos una clase magistral sobre cómo actuar en cada momento y ante cada personaje que se cruza.

Primeramente nos muestra a ese burócrata del Estado que lleva trabajando de sol a sol durante varias décadas, entregando a su empleo todo vigor y por ello apagando lo que una vez le dio vitalidad. Es una especie de muerto viviente, un zombie al que sus subordinados temen como jefe y figura pública, pero al que realmente no conocen. En Living, Bill Nighy tira de recursos ilimitados para deleitarnos con un protagonista que representa como nadie la incorregible y cruel burocracia administrativa: inflexible en los trámites y decorosa en el trato. Una mezcla desesperante que, también en este caso, hace que las solicitudes nunca lleguen a buen puerto.

No obstante, lo que para otro actor sería actuar según lo escrito en guion, para Nighy es algo más. Su trabajo no se limita a darnos a ese carcamal ahogado en su triste monotonía, pues nos regala una gran gama de matices dentro de esa lineal, antisocial y previsible personalidad. Su interpretación en los actos iniciales resulta casi poética, incluso musical, de una belleza indescriptible, donde cada gesto, mueca, mirada o ceño fruncido van dando pistas de la profunda melancolía que somete a un hombre diagnosticado de cáncer que ya estaba muerto.

Y a partir de aquí es cuando vemos al Bill Nighy más completo. Antes encorsetado en su evidente caparazón de tristeza insalvable, gracias a la sentencia se desata para recuperar el vigor y las ganas de vivir. Entra en esa paradoja inexplicable de saber que va a morir pero teniendo más ganas de vivir que nunca, no de manera irracional o para huir de la realidad, sino precisamente adentrándose en lo incontrolable que es el tiempo y la muerte, siendo plenamente consciente de que debe recuperar con acciones genuinas lo que la vida acomodada, puro british, le arrebató, la vida misma.

Oliver Hermanus
Copyright Wanda Visión

Aprender a vivir

¿Qué es vivir? Living es apasionante película cuando se introduce, por medio de una sencillez pasmosa, en esta cuestión existencial. No hace alardes ni malabares, o siquiera emplea de modo efectista el gancho emocional. Como espectador te lleva de la monotonía a la tristeza más absoluta, para luego hacerte reflexionar profundamente y dignificar a la persona con un final salvajemente enternecedor, de esos que te rompen por completo. Aquí Bill Nighy está sencillamente apabullante, desgarrador, otorgando a su condenado personaje un aura iluminadora, de una belleza única como lenguaje de esperanza que arrebata a la feroz lógica moderna su victoria más desalentadora.

Porque la película Living no es novedosa en este sentido, ni siquiera original. Muchas veces se ha tratado esto, y en ocasiones magistralmente. Pero la apuesta de Oliver Hermanus lo hace con un estilo orgánico y especial, con un Bill Nighy para enmarcar. Una auténtica lección de vida sobre precisamente saber vivir, aprovechar, no de forma grandilocuente, cada minuto de existencia, porque vivir es un regalo, un don que no debe ensuciarse con la vida burguesa. Una magnífica obra sobre cómo buscar la “vida buena” y no la “buena vida”.

Living película
Copyright Wanda Visión

Conclusión de 'Living'

A pesar de que el público español no pueda ver Living hasta primeros de enero de 2023, la película se consagra como una de las más brillantes piezas cinematográficas del año. Una cinta al puro estilo británico, con esa manera de narrar tan genuina, que reflexiona brillantemente y de modo sutil sobre la esencia misma de la existencia. Un drama que encuentra belleza en la desolación, un canto a la esperanza. Y mis aplausos para Bill Nighy.

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