El 25 de abril de 2025 llega a cines la comedia negra Lo carga el diablo, una road movie ibérica con estética retro, debut de Guillermo Polo (La fotografía de El misterio del Pink Flamingo) como director. Bajo la premisa de que la familia no se elige, los Hermanos Polo Films retratan los designios de dos hermanos en una huida hacia adelante por la España profunda. Estética y música conforman el universo kitsch que envuelve a esta película protagonizada por Pablo Molinero (Nosotros) junto con Antonia San Juan, Itziar Castro o Mero González, entre otros. Lo carga el diablo ha pasado por los festivales de Miami, Mar del Plata, Cinema Jove, Seminci o Rizoma.
Crítica de 'Lo carga el diablo'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Lo carga el diablo
Título original: Lo carga el diablo
Reparto:
Pablo Molinero (Tristán)
Mero González (Álex)
Isak Férriz (Simón)
Antonia San Juan
Emilio Buale (Babik)
Itziar Castro (Sra. Bermúdez)
Luifer Rodríguez (Zarzo)
Manuel de Blas (Padre Matona)
Pino Montesdeoca (Greta)
Roman Rymar (Cura)
Eloi Yebra (Punky)
Olaf Jöhnk (Paul)
Alicia Senabre (Plañidera)
Manolo Kabezabolo (Punk)
Año: 2024
Duración: 93 min.
País: España
Director: Guillermo Polo
Guion: Guillermo Polo, Guillermo Guerrero, Mr. Perfumme, Vicente Peñarrocha. Historia: Guillermo Polo
Fotografía: Pablo García Gallego
Música: Pablo Croissier
Género: Comedia dramática
Distribuidor: Begin Again Films
Tráiler de 'Lo carga el diablo'
Sinopsis
“Sólo se vive una vez, pero si lo haces bien, una puede ser suficiente.”
Tristán es un escritor frustrado que vive de escribir frases inspiradoras en las sobrecillos de azúcar. Su rutinaria vida cambia cuando acepta, en misteriosas circunstancias, transportar el cuerpo congelado de su hermano Simón a través de España, para enterrarlo en la casa donde crecieron. Aunque llevaban años sin hablarse, Tristán pronto descubrirá que el pasado y los errores de su hermano le persiguen. Sin embargo, Álex, una joven autoestopista a la que recogerá por el camino, le convencerá de que los obstáculos a los que tendrá que enfrentarse en este extraño viaje por carretera son quizá su última oportunidad para vivir una experiencia verdadera. (Begin Again Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Un muerto helado y un hermano perdido
La premisa de Lo carga el diablo es un imán de curiosidad, Tristán, un antihéroe gris y cansado, acepta transportar el cadáver congelado de su hermano Simón para cumplir su última voluntad. Entre gasolineras y carreteras secundarias, el guion intenta equilibrar el humor macabro con reflexiones sobre la familia y el fracaso, pero el equilibrio se tambalea.
Los encuentros absurdos son graciosos, pero se sienten como sketches sueltos, no como un todo coherente. El viaje físico debería reflejar el interno, Tristán enfrentando su pasado de hermano invisible, sin embargo, los flashbacks son tibios y el clímax emocional llega con la sutileza de un martillazo.
Dirección valiente
Guillermo Polo demuestra ambición al mezclar géneros, pero la película padece de esquizofrenia creativa, en momentos, el humor negro corta como una navaja, pero otras veces forcejea con diálogos forzados.
El ritmo de Lo carga el diablo avanza a frenazos, secuencias contemplativas de carreteras bajo la lluvia seguidas de caos exagerado, la cámara, a veces poética, otras veces se pierde en primeros planos innecesarios, Guillermo Polo quiere ser los hermanos Coen y Pedro Almodóvar a la vez, y eso es algo que se celebra, porque en un mundo audiovisual cada vez menos original, que un director apueste por la diferencia y la valentía es algo de admirar.
Un conductor aburrido
Pablo Molinero, que interpreta al protagonista, logra transmitir la hastiada resignación de Tristán, sus miradas perdidas y suspiros contienen más drama que sus líneas, pero el guion no le da profundidad, es un fantasma que arrastra otro fantasma.
Los secundarios son caricaturas ambulantes que no aportan demasiado, la química entre Tristán y su hermano muerto, irónicamente, tiene más chispa que con los vivos.
Un viaje con paisajes llamativos
La fotografía es el mejor aliado de Lo carga el diablo, Asturias se muestra brumosa y melancólica, mientras Benidorm estalla en colores estridentes, como un chiste visual sobre la decadencia, aprovechando los contrastes entre el norte húmedo y el sur soleado para subrayar el viaje emocional del protagonista.
El uso de localizaciones reales y el tratamiento cromático del entorno aportan un valor añadido que, junto con una banda sonora discreta pero efectiva, ayudan a construir una atmósfera adecuada para esta comedia de carretera.
Conclusión de 'Lo carga el diablo'
Lo carga el diablo se atreve con una propuesta original y valiente, intentando conjugar el drama existencial con la comedia grotesca. En su mejor versión, recuerda a ciertas road movies indie norteamericanas que consiguen emocionar mientras hacen reír; sin embargo, no logra mantener el equilibrio necesario entre tono, ritmo y profundidad.
Su esfuerzo por sorprender a través de lo excéntrico acaba restándole fuerza a lo íntimo, y su protagonista, por más que se preste al viaje, parece no llegar nunca a un destino emocional claro.
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM
