Mira que siempre ha sido complicado llevar a cabo producciones que cumplieran por igual con varios géneros. Cierto es que Los fontaneros de la casa blanca se mueve sobre el papel en el terreno del drama político histórico, pero juega a dos bandas (nunca mejor dicho) también con la sátira. ¿Logra su objetivo? No del todo. La miniserie se estrena el martes 2 de mayo de 2023 en HBO Max.
Crítica de 'Los fontaneros de la casa blanca'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Los fontaneros de la casa blanca
Título original: White House Plumbers / The White House Plumbers
Reparto:
Woody Harrelson (E. Howard Hunt)
Justin Theroux (G. Gordon Liddy)
Nelson Ascencio (Virgilio Gonzales)
Ike Barinholtz (Jeb Magruder)
Kim Coates (Frank Sturgis)
Lena Headey (Dorothy Hunt)
Toby Huss (James W. McCord Jr.)
Liam James (John Hunt)
Zoe Levin (Lisa Hunt)
Tre Ryder (David Hunt)
Rich Sommer (Egil Krogh)
Kathleen Turner (Dita Beard)
Alexis Valdés (Felipe De Diego)
Yul Vazquez (Bernard Barker)
Ashley Brooke (Alexandra Liddy)
Año: 2023
Duración:
País: Estados Unidos
Director: David Mandel
Guion: Alex Gregory, Peter Huyck. Libro: Bud Egil, Matthew Krogh
Fotografía: Steven Meizler
Música: Jeff Cardoni
Género: Drama. Política
Distribuidor: HBO Max
Tráiler de ' Los fontaneros de la Casa Blanca'
Sinopsis
Los fontaneros de la casa blanca lleva a la audiencia tras bambalinas del escándalo de Watergate cuando los saboteadores políticos de Nixon, E. Howard Hunt (Woody Harrelson) y G. Gordon Liddy (Justin Theroux), derrocan accidentalmente la presidencia que estaban tratando celosamente de proteger... y sus familias junto con ella. Este drama satírico, que narra las acciones sobre el terreno, comienza en 1971, cuando la Casa Blanca contrata a Hunt y Liddy, ex agentes de la CIA y del FBI, respectivamente, para investigar la filtración de los Documentos del Pentágono.
Después de fracasar hacia arriba, la improbable pareja aterriza en el Comité para la Reelección del Presidente, tramando varias operaciones encubiertas increíbles, incluida la instalación de micrófonos ocultos en las oficinas del Comité Nacional Demócrata en el complejo Watergate. Demostrando que la historia a veces puede ser más extraña que la ficción, Los fontaneros de la casa blanca arroja luz sobre la serie de eventos menos conocidos que condujeron a uno de los mayores crímenes políticos de Estados Unidos. (HBO Max)
Dónde se puede ver la serie en streaming
Apostar por HBO
¿Cuántas veces hemos dicho que tal serie de televisión es de calidad por el simple hecho de estar producida por HBO? No nos falta razón. La propiedad de Warner no se ha cansado de crear obras magistrales y arrasar en los premios. Más causalidad que casualidad, y bien es cierto que apostar por algo de esta plataforma es ir a seguro. Sin embargo, con Los fontaneros de la casa blanca no se cumple el pronóstico.
Si te ha sucedido, ya somos dos y no te culpo, porque los ingredientes suelen estar dispuestos para cocinar un caldo exquisito. Y es que HBO tienen en su larga lista de éxitos algunas de las piezas televisivas más notorias de la historia, muchas de ellas configuradas con ritmo pausado, episodios largos y diálogos pesados. Los fontaneros de la casa blanca juega en esta liga y además suma otros elementos tremendamente favorables.
Por una parte están de productores David Mandel, Alex Gregory y Peter Huyck. El primero, coautor de Veep (2012), una de las mejores sitcom de la historia, es también director, y los otros a su vez ejercen de guionistas. Igualmente, quizá el plato más gordo, los protagonistas son el genial Woody Harrelson (el papel le viene como un guante) y al seguro de vida Justin Theroux, que bien recordamos por The leftovers (2014), la última obra maestra de Damon Lindelof (Lost y Watchmen). Por si fuera poco se les une la siempre sensacional Lena Headey (Juego de Tronos).
Por último y para colmo, los creadores te llevan tras las bambalinas de uno de los mayores escándalos políticos que se hayan visto: el Watergate. Lo hacen empleando a los secuaces de Nixon como paradoja de autodestrucción que ridícula y accidentalmente sabotean el gobierno del presidente republicano cuando precisamente intentaban protegerlo. A simple vista todo estaba servido para presenciar algo grande en la televisión.
Comedia dramática
Como he dicho, los ingredientes eran propicios para cocinar un gran estofado. Pero terminas los cinco episodios de Los fontaneros de la casa blanca con una sensación de no haberlo pasado tan bien ni tampoco quedado satisfecho con la trama argumental alternativa que quieren mostrarte, alejada de lo comúnmente narrado sobre el escándalo político, más allá de los documentos robados al Partido Demócrata en los 70 o de los hechos fabulosamente descritos en el clásico setentero Todos los hombres del presidente, aquél drama de corte serio y oscuro con Robert Redford y Dustin Hoffman como periodistas.
No es que el equilibrio entre comedia y drama sea un desastre, porque incluso goza de momentos top, como por ejemplo la escena de Gordon en su casa reproduciendo discursos de Hitler. Pero no parece que el previsiblemente extraordinario trabajo de Woody Harrelson y Justin Theroux a lo largo de esta desproporcionada travesía sea suficiente para elevar el producto a una categoría superior o siquiera diferencial.
No parece que los creadores hayan aprovechado la gran oportunidad que brindaba la potencia de los elementos mencionados. La mínima eficacia en relación al tono humorístico está en la dupla protagonista llevada por el equipo detrás de Veep, haciendo esa evidente transfusión de recursos cómicos hacia, obviamente en la ficción, la pareja de bufones que desarmaron toda posibilidad de salvar la gestión de Nixon. Evidentemente, la falta de efectividad en este punto hace que la torre se desplome y la fuerza dramática del asunto, que tiene un rato, no termine bien parada.
Porque la idoneidad de esta miniserie para este momento concreto de la historia estadounidense, con las grandes tensiones político-sociales y el descontento generalizado del pueblo, ve cómo su importancia merma por lo anteriormente dicho. Y como el relato no se sumerge completamente en el tono satírico, la evidenciada imbecilidad de los artífices hace daño a la credibilidad de la crítica de fondo. Porque ni tanto ni tan calvo, cualquier persona que se acerque a esta historia podría quedar confundida por la falta del leccionario histórico y la parodia a la que se llega sin preaviso o, quizá, intencionalidad.
Conclusión de 'Los fontaneros de la casa blanca'
Los fontaneros de la casa blanca partía con un planteamiento muy atractivo, un equipo detrás que aseguraba el nivel productivo y un reparto de estrellas reconocibles, pero el resultado no ha sido el esperado. El peso cómico-dramático está mal balanceado, lo que lleva a pensar que quizá un enfoque más convencional habría ido de perlas a una historia que, aunque alternativa a la línea argumental clásica, pedía un tratamiento más firme.
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