Lotto llegó este 20 de septiembre al Teatro Reina Victoria, comedia escrita por Luis Álvarez. Además, cuenta con la dirección de Gabriel Olivares, uno de los nombres más influyentes de la cartelera española, con éxitos como "Burundanga". Leo Rivera, Javi Martín y Marina San José conforman el elenco actoral, contando una historia llena de humor, situaciones alocadas y... ¿qué pasaría si te tocara el gordo? ¿El mayor premio es compartirlo? Hasta el 25 de octubre en el Teatro Reina Victoria, todos los lunes, a las 20 horas.
Crítica de 'Lotto'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Lotto
Título original: Lotto
Reparto:
Javier Martín (Seúl)
Leo Rivera (Ricardo)
Marina San José (Verónica)
Duración: 90 min. apróx.
Dirección: Gabriel Olivares
Dramaturgia: Luis Álvarez
Prensa: Yellow Media Spain
Distribución: Teatro Reina Victoria
Tráiler de 'Lotto'
Sinopsis de 'Lotto'
Lotto nos lleva a unas navidades muy especiales para Verónica y Ricardo. Por fin, tras 20 años de relación y un hijo ya universitario, formalizaron su situación con una boda que llevaban aplazando demasiado tiempo. Una pareja enamorada y consolidada que de pronto ve su estabilidad en peligro por dos factores inesperados: el premio gordo de la lotería de navidad y la llegada inoportuna de un mensajero con vocación de psicólogo e ínfulas de vidente que les hará plantearse si de verdad su relación estaba preparada para compartir su vida en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza tal y como se habían prometido apenas unos días. Porque si te toca el gordo, el mayor premio es compartirlo. ¿O no? (TEATRO REINA VICTORIA).
Las comedias de siempre
Uno de los géneros habituales de la cartelera teatral es la comedia romántica, la cual sin ella no se entendería la diversidad en los espacios teatrales. Luis Álvarez suma el título Lotto a este tipo de teatro, más accesible para todos los públicos. Desde el principio, se puede ver que el dramaturgo tiene una intención férrea de entretener, de provocar las carcajadas en los espectadores y dar una historia ligera y sencilla. Después, se adereza su intención con referencias populares que hacen que la obra sea cercana y reconocida por el gran público. Por tanto, sabe utilizar distintos comodines para asegurar un resultado distendido y lleno de hilaridad. No obstante, mantiene el esquema de las comedias románticas, sumándole un punto más de locura, en especial, en el personaje de Seúl.
A lo largo de toda la pieza teatral, se suceden distintas situaciones de lo más rocambolescas, partiendo del propio cliché del significado de pareja romántica hasta alusiones más elaboradas. Asimismo, también bebe mucho de la cultura popular española, con una selección musical y menciones que valoran la idiosincrasia de la propia España. Se ríe de si misma, del concepto del bajo presupuesto, lo que suma a la propia identidad del espectáculo. Con lo cual, su principal objetivo se ve cumplido en una gran parte del desarrollo del relato. Sin embargo, se presenta, tal vez, un planteamiento que podría ser más condensado y evitar así la sensación de alargarse en el tiempo. En consecuencia, al una comedia fresca, puede darse más rapidez narrativa, al no producirse, el ritmo decelera y la sensación de buen rollo se va perdiendo en algunos intervalos. Por lo tanto, hay potencial de obtener mayor dinamismo.
Si yo fuera rico
Javier Martín es toda una estrella en Lotto, siendo un maremoto de risas y divertimento durante absolutamente toda la obra. El actor, que ya le precede una trayectoria brillante, consolida su manejo con la comedia, donde, gracias a él, eleva la calidad del resultado final. Durante todas sus escenas está espléndido, sabe exprimir al máximo la excentricidad de su personaje para llevarlo al siguiente nivel. Por lo tanto, su sola presencia sobre las tablas crea una energía envolvente y atrayente, hace que el público entre de lleno en este alocado universo. También hay que valorar los cambios de registros en la voz, la expresividad controlada en todo momento y que se ve su profesionalidad como actor, al dar todo sobre el escenario en cada detalle, por pequeño que sea. En resumen, su interpretación es una delicia, siendo una de las principales razones para disfrutar la obra.
Marina San José y Leo Rivera completan el elenco actoral. Por un lado, San José se entrega a un personaje cándido, con efervescencias de carácter, pero manteniéndose en una tranquilidad coherente. A nivel interpretativo, la actriz sabe darle verosimilitud y en ningún momento desconecta del universo propuesto. Por lo cual, a grandes rasgos, su trabajo sobre la escena es notable, destacando, sobre todo, la naturalidad con la que lo afronta. Luego, Rivera comienza en un tono más relajado, suave, para desembocar en una actuación más física, más energética. De esta manera, se ve una evolución lineal sobre las tablas que le afecta positivamente. Por ende, tanto San José como Rivera forman un dúo donde se ve la comodidad y que, junto a Martín, comprenden las necesidades que demanda la obra.
Un mundo ideal
A pesar de su carácter de teatro independiente, Lotto es una digna heredera del teatro y las comedias comerciales. La diferencia entre este espectáculo y otros de una índole parecida, es que no tienen tantos recursos pirotécnicos, pero, a diferencia de lo que se pueda pensar, le beneficia. Transforman este aparente inconveniente en una fuerza, dado que les permite jugar y romper con algunas reglas clásicas del teatro. Gracias a ello, se incorporan elementos de lo absurdo, que dan más juego en escena que la propia escenografía. No obstante, la composición del espacio no se descuida en ningún momento, por lo que hay un acabado totalmente profesional y transmite la identidad del espectáculo. No es una atracción visual de grandes dimensiones, pero se ve un trabajo eficaz y que cumple con lo que se puede esperar de un proyecto de esta índole.
Aun así, la mejor parte viene en la conjunción de todos elementos de la puesta en escena. En concreto, hay que aplaudir el trabajo de iluminación y el espacio sonoro, que lleva al público a ese universo sin sentido y una locura de ciencia-ficción que deambula por toda la comedia. También sería conveniente mencionar la dirección actoral y de movimiento sobre el escenario, ya que el dinamismo que se extrae de ellas es excelente. En cambio, algunos gags dejan algo frío al espectador, lo que provoca que el ritmo se resienta. A pesar de la sensación de actividad que promueve durante la pieza, hay partes en las que se pierde algo de fuelle y rompe con la sinergia formada. Pese a ello, el compendio global del espectáculo es de disfrute, llevando la risa por bandera. Y, realmente, eso es lo que busca esta comedia.
Conclusión
Lotto logra que el espectador pase un buen momento lleno de risas. El guion bebe de distintas referencias de la cultura popular, mezclándolo con un humor físico, alocado y rocambolesco, que se envuelve dentro de la comedia romántica. Javier Martín lidera un elenco que comprende a la perfección el tono de la obra, destacando Martín por la brillantez y la profesionalidad del actor sobre la escena. No se puede negar que Martín eleva la calidad del resultado final.
Después, la puesta escena gana en el dinamismo de factores técnicos y artísticos como la iluminación, el espacio sonoro, la dirección actoral y de movimiento. No obstante, se ralentiza la historia por algunas bromas que se quedan a medio gas y por un planteamiento donde hay partes en las que falta más ritmo. El dinero no da la felicidad, pero las comedias sí, y esta obra ofrece un entretenimiento disfrutable gracias al humor.
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