Macario es una retrospectiva onírica la muerte y las clases sociales, ambientada en el Virreinato de la Nueva España del siglo XVIII en vísperas de la celebración de Día de Muertos. Estrenada en 1960 y dirigida por Roberto Gavaldón, es la primera película mexicana nominada al Óscar como Mejor Película Extranjera, protagonizada por Ignacio López Tarso, Pina Pellicer y Enrique Lucero.



Macario

Crítica de Macario

Ficha Técnica

Título: Macario
Título original: Macario

Reparto:
Ignacio López Tarso (Macario)
Pina Pellicer (Esposa de Macario)
Enrique Lucero (La muerte)
Mario Alberto Rodríguez (Don Ramiro)
José Gálvez (El diablo)
José Luis Jiménez (Dios)
Eduardo Fajardo (Virrey)
Consuelo Frank (Virreina)
José Dupeyrón (Jose Dupeiront)
Celia Tejeda (Chona)

Año: 1960
Duración: 91 min.
País: México
Director: Roberto Gavaldón
Guion: Roberto Gavaldón, Emilio Carballido (Historia: Bruno Traven)
Fotografía: Gabriel Figueroa (B&W)
Música: Raúl Lavista
Género: Drama social
Distribuidor: RosssCammm Films

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Tráiler de Macario

Sinopsis

El pobre y hambriento campesino Macario anhela solo una buena comida en el Día de los Muertos. Después de que su esposa le cocina un pavo, se encuentra con tres apariciones, el Diablo, Dios y la Muerte. Cada uno le pide que comparta su pavo, pero él se niega a todos, excepto a la muerte. A cambio, la Muerte le da una botella de agua que curará cualquier enfermedad. Pronto, Macario es más rico que el médico del pueblo, lo que atrae la atención de la temida Inquisición.

Premios

  • Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa. 1960
  • Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película). 1960


Las clases sociales

Basado en el cuento del escritor alemán Bruno Traven, Roberto Gavaldón enfatiza en las clases sociales. Macario (Ignacio López Tarso) y su familia padecen inanición, con el guajolote como el medio para representar la añoranza por obtener algo propio. Así, su sueño está a punto de cumplirse gracias a su esposa (Pina Pellicer), quien roba el animal y lo cocina. El protagonista está dispuesto a comerlo a solas en el bosque, conociendo las tentaciones del Diablo (José Gálvez), los mensajes de Dios (José Luis Jiménez) y las peticiones de ayuda de la Muerte que lo llevan a una encrucijada de decisiones que determinan su destino.

El pacto con la muerte

El relato utiliza al realismo mágico como medio de confrontación de la ciencia (afianzada por la medicina) con la magia. Tras obtener agua curativa de la Muerte (Enrique Lucero) en retribución por compartir el guajolote con él, la suerte de Macario mejora tras curar a residentes del pueblo y hombres importantes de la política.

Macario

A su vez, el cambio de vida se refleja en el vestido y la vivienda. Una noche de lluvia presagia el infortunio tras recibir acusaciones de herejía. La Santa Inquisición persigue a Macario, acentuando imposición de posturas eclesiásticas que atentan libertades, alejadas del mensaje de paz que caracteriza su doctrina.

La iluminación en Macario

En cuanto a elementos técnicos se refiere, la fotografía de Gabriel Figueroa consolida el corte místico y social del filme. Refleja el tormento de Macario al entrelazar en el mundo onírico títeres semejantes a calaveras, unas representando al pueblo que ansía romper con la hambruna, irrumpiendo en una cena elegante de miembros distinguidos en la que refleja con acierto el derecho a la igualdad de condiciones.

Macario

El relato alcanza también su punto máximo en una de las secuencias más reconocidas de la cinematografía mexicana. Macario, arrastrando las consecuencias de sus actos, se encuentra en las Grutas de Cacahuamilpa con la Muerte. El ser omnipotente, distante, explica las leyes de las fuerzas superiores, rodeados por innumerables velas que representan la fragilidad de la vida, con la niebla que acentúa sobrenaturalidad.

Conclusión

Mucho antes que la versión del Día de Muertos de Pixar plasmada en Coco (2017), Macario es una revisión cultural a las tradiciones mexicanas, una representación costumbrista de la vulnerabilidad humana, la contrariedad del catolicismo, la línea de la vida y la división social.

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