La Sala Plot Point ha acogido los días 15 y 16 de octubreMedeA Anarquía y libertad escrito y protagonizado por Gala Martínez-Romero y dirección de Antón Coucheiro. Medea, la maga, la bárbara, la extranjera, la parricida vuelve para ponerse de nuevo a juicio ante nosotras en un monólogo basado en el texto de Eurípides. De un feminismo radical esta obra explora las luces y las sombras de este fascinante personaje de la mitología clásica.
Título: MedeA Anarquía y libertad Título original: Medea
Reparto: Gala Martínez-Romero
Duración: 50 min. apróx. Dirección: Antón Coucheiro Dramaturgia: Gala Martínez-Romero Espacio sonoro: Javier Lemus
Iluminación: Beatriz Rubio
Fotografía: Rachel Martínez
Prensa: Culturalia Comunicación Producción: Remolacha Producións
Tráiler de 'MedeA Anarquía y libertad'
Sinopsis de 'MedeA Anarquía y libertad'
MedeA Anarquía y libertad nos presenta una revisión del personaje clásico de Medea desde la actualidad y el feminismo. Medea camina entre nosotras, vive aquí hoy dentro de todas. Viene a reclamar la justicia que el peso de los siglos y la moral establecida le fueron arrebatando. Señala al espectador y le invita a revisar su sentencia, en un acto liberador de asunción de privilegios y al grito de anarquía y libertad. (GALA MARTÍNEZ-ROMERO).
Una Medea para el siglo XXI
MedeA Anarquía y libertadcomienza, como las tragedias clásicas, con un prólogo, en este caso a cargo de Gala Martínez-Romero, una mujer del siglo XXI, que se plantea su lugar con respecto a la maternidad y la condición femenina, cuestiones que de una forma u otra nos hemos formulado las espectadoras. En un momento dado y sobre escena, la actrizcon se transforma en Medea. Cambia su atuendo, su maquillaje, su identidad por el de la heroína de Eurípides. En un monólogo, que es dignísimo heredero del trágico griego, Medea, valiente y empoderada, expone sus razones y se somete de nuevo a juicio.
Eurípides nos dio en el siglo V a.C. uno de los personajes más fascinantes de la literatura universal. Medea, princesa de la Cólquide había ayudado a Jasón a conseguir el Vellocino de Oro a cambio de que la llevara con él hasta Yolcos y la hiciera su esposa. Sin embargo, acaban refugiados en Corinto, donde Jasón decide tomar por esposa a la princesa Creúsa, mucho más digna que una bárbara, y exige a Medea que se exilie. Esta, abandonada y traicionada, enloquece de dolor y busca la forma más terrible de venganza: asesinar a los hijos que ha tenido con Jasón.
Maternidad, condición femenina y culpa
Con Medea, Eurípides logró romper la presuposición platónica de que es la ignorancia, la peor de todas las enfermedades, la que conduce al mal y a la injusticia. No hay personaje más sabio y con un discurso más rotundo que Medea. Sus palabras, inteligentes y retóricas, nos conducen de forma inapelable de su dolor a su crimen. Como espectadoras, entendemos por qué Medea toma la peor de las decisiones. Está loca y fuera de sí, pero su mente funciona sin fisuras lógicas. Mujer, sabia y extranjera. Ese fue su primer crimen. El desamparo, el abandono y la traición la condujeron al segundo.
Gala Martínez-Romero trabaja sobre este mito, de una complejidad abrumadora, y lo dota de las herramientas del discurso feminista contemporáneo: empoderamiento, matriarcado, libertad sexual, derechos reproductivos. Es difícil defender el crimen de Medea, pero es imprescindible comprender antes la terrible violencia patriarcal que sufrió y sufrimos todas. Medea es todas las mujeres refugiadas. Es todas las mujeres silenciadas. Medea es todas las mujeres que no pueden apelar a la justicia.
Conclusión
MedeA Anarquía y libertad es un espectáculo de un feminismo radical y libertario. Con un discurso potentísimo y empoderante, Gala Martínez-Romero actualiza el personaje de Eurípides indagando en sus claroscuros para ofrecernos una Medea personalísima, arrebatada y vehemente; enloquecida, pero no falta de razón. La puesta en escena nos traslada a la antigua Grecia, con un altar sacrificial en el centro. El sonido, a cargo de Javier Lemus, crea la atmósfera enigmática que precisa el personaje.
La interpretación de Gala Martínez-Romero, enérgica y tremendamente física, logra introducirnos en la psique de Medea, con todas sus contradicciones y con todo el dolor que carga. Ofrece imágenes tremendas y profundamente simbólicas, que se quedarán largo tiempo en la retina de las espectadoras.
Aplaudimos, por último, la labor y el esfuerzo de la Sala Plot Point, un espacio para el teatro independiente, tan importante y que tanto debemos apoyar siempre, pero especialmente en este momento.