La mujer de Tchaikovsky es la obra del único director ruso presente en la Sección Oficial de Cannes 2022, Kirill Serebrennikov, que consiguió escapar de Rusia y acudir al festival de 2021, cuando se proyectó la loca Petrov’s flu. El director ya es habitual del festival francés y ha presentado obras como Leto (2018) o El estudiante (2016), que estuvo en la sección Una Cierta Mirada. Está protagonizada por Alyona Mikhailova, Odin Lund Biron, Miron Fedorov y Nikita Elenev, entre otros. Es una coproducción entre Rusia, Francia y Suiza, por Hype Film, Charade Productions, Logical Pictures, Charade Films, Bord Cadre Films y arte France Cinéma. Fue presentada en la tercera jornada de la pasada edición del Festival de Cine de Cannes 2022, donde estuvo presente en la Sección Oficial a concurso. Estreno el 21 de abril de 2023 en salas de cine españolas.
La mujer de Tchaikovsky
Crítica de 'La mujer de Tchaikovsky'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La mujer de Tchaikovsky
Título original: Zhena Chaikovskogo / Tchaikovsky's Wife
Reparto:
Alyona Mikhailova (Antonina Miliukova)
Odin Lund Biron (Pyotr Tchaikovsky)
Miron Fedorov (Nikolai Rubinstein)
Nikita Elenev (Kotek, alumno de Tchaikovsky)
Ekaterina Ermishina (Liza, hermana de Antoninona)
Filipp Avdeev (Modesto Chaikovski)
Andrey Burkovskiy (Vladimir Meshchersky)
Yuliya Aug (Mujer loca en la iglesia)
Año: 2022
Duración: 143 min.
País: Rusia
Director: Kirill Serebrennikov
Guion: Kirill Serebrennikov
Fotografía: Vladislav Opelyants
Música: Daniil Orlov
Género: Drama. Romance
Distribuidor: VerCine
Tráiler de 'La mujer de Tchaikovsky'
Sinopsis
La película narra la historia del matrimonio de Pyotr Tchaikovsky, con su esposa Antonina, una de las personas clave en su biografía. Su decisión de cambiar de vida casándose, para acabar con los rumores, le provocó una grave crisis mental. Cuando posteriormente decidió separarse de su esposa, devastó a la joven y, finalmente, la volvió loca. (VerCine)
Dónde se puede ver la película en streaming
Blanqueamiento cultural tóxico
Antonina Miliukova es una mujer con las ideas muy claras en su cabeza y se obsesiona con estar junto a Chaikovski, lo que la llevará a un camino lleno de sufrimiento, al no ser correspondida y querer pasar toda su vida consumida por su amor. Una obra que nos ha dejado bastante sorprendidos por la construcción del personaje protagonista, pero que, aun así, es mucho más digerible que Petrov’s flu’ el anterior delirio del director ruso.
Kirill Serebrennikov parte de la toxicidad para hablar de la relación de Rusia con su historia cultural. Es por ello, que decide mostrar la vida de un compositor que fue blanqueada por el gobierno con el objetivo de suprimir cualquier atisbo de homosexualidad, algo que está duramente castigado en Rusia.
Como siempre, el director trae a la palestra la historia de seres torturados y temáticas que generan controversia en su país de origen, motivo por el cual ha sido retenido en su hogar en numerosas ocasiones. Unas aspiraciones morales, que son mostradas con la excentricidad de quién se gusta a la hora de contar historias, es un narrador bastante narcisista cuyas historias están llenas de vanidad.
Antihéroes protagonistas
El guion es bastante simple, comienza por el final y pasados unos minutos procede a explicarnos el motivo por el cual estos amantes están tan distanciados el uno del otro y más, cuando ella demuestra ser cariñosa. La insistencia de Antonina es excesiva, a lo largo de los 143 minutos de la cinta no cesa en su voluntad de ser la mujer del compositor, algo que le profiere un mayor valor socialmente, pero que acaba envenenándola.
Lo que más llama la atención de la cinta es la falta de identificación con la protagonista, que la mayoría del tiempo es la antagonista de la película, ni siquiera al principio alcanzamos a comprender los motivos por los cuales Chaikovski se casa con ella.
Existen muchas películas que juegan con estos parámetros, un ejemplo de protagonista antihéroe es Joker (Todd Phillips, 2019), pero al menos en ella alcanzamos a comprender las motivaciones del personaje protagonista. La mujer de Tchaikovsky intenta innovar en este apartado, pero le sale mal la jugada, ya que se llena de reiterativas muestras de toxicidad y nos cuenta lo mismo una y otra vez, pero por lo menos vemos una progresión ascendente en su locura y es a lo que nos aferramos como espectadores. Sin embargo, a nivel general el espectador puede llegar a sentirse incómodo.
Conclusión de ‘La mujer de Tchaikovsky’
Es cierto que no soy un gran fan del cine de Kirill Serebrennikov por el distanciamiento que provoca y La mujer de Tchaikovsky es una buena muestra de ello. Agradezco que intente ser innovador, pero no llego a conectar con su cine.
Dentro del carácter de Kirill Serebrennikov, podemos apreciar su estilo manierista, en el que cada plano es un cuadro que podría estar presente en cualquier sala de museo. Todos los departamentos han trabajado de forma increíble para lograr una imagen muy impresionista, sin embargo, la obra se queda en la vanidad de sus imágenes y perdurará en el tiempo como una imagen vacía constante, que no llega emocionar, porque para emocionar al espectador, no puede hacerlo antes el director.
Reportaje de La mujer de Tchaikovsky en Días de Cine TVE
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