Múnich en vísperas de una guerra (Munich: The edge of war), es una mezcla de drama histórico y thriller político ambientado en la Conferencia de Múnich de 1938, que atañía al destino de Checoslovaquia, y de Europa entera, ante el expansionismo nazi. El director es el germano Christian Schwochow (Je suis Karl, La lección de alemán) y entre el elenco encontramos a George MacKay (1917, Captain Fantastic), Jannis Niewöhner (Je suis Karl, El caso Collini) y Jeremy Irons (Inseparables, La misión). Se basa en la novela Munich, de Robert Harris. La película se pudo ver en el Festival de Londres el pasado octubre. Tendrá una distribución limitada en salas en EE.UU. En España podrá verse a partir del 7 de enero de 2022 en algunas salas de cine seleccionadas, y en Netflix a partir del 21 de enero de 2022.



Múnich en vísperas de una guerra (Munich: The edge of war)

Crítica de 'Múnich en vísperas de una guerra'

Ficha Técnica

Título: Múnich en vísperas de una guerra
Título original: Munich: The Edge of War

Reparto:
George MacKay (Hugh Legat)
Jannis Niewöhner (Paul von Hartman)
Jeremy Irons (Neville Chamberlain)
Alex Jennings (Sir Horace Wilson)
Ulrich Matthes (Adolf Hitler)
August Diehl (Franz Sauer)
Robert Bathurst (Sir Nevile Henderson)
Marc Limpach (Dr. Paul Schmidt)
Martin Kiefer (Heinrich Himmler)
Sandra Hüller (Helen Winter)
Liv Lisa Fries (Lenya)
Pierre Bergman (Cheering Downing St Crowd)

Año: 2021
Duración: 123 min.
País: Reino Unido
Director: Christian Schwochow
Guion: Robert Harris, Ben Power
Fotografía: Frank Lamm
Música: Isobel Waller-Bridge
Género: Thriller. Drama
Distribuidor: Tripictures

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Múnich en vísperas de una guerra'

Sinopsis

Basada en el bestseller internacional de Robert Harris. En el otoño de 1938, Europa está al borde de la guerra. Adolf Hitler se prepara para invadir Checoslovaquia, y el gobierno de Neville Chamberlain busca una solución pacífica a la desesperada. En ese ambiente tan tenso, el funcionario británico Hugh Legat y el diplomático alemán Paul von Hartmann van a Múnich para asistir a una conferencia de emergencia. Mientras empiezan las negociaciones, estos dos viejos amigos se ven envueltos en una red de subterfugios políticos y un peligro muy real. Ante la atenta mirada del mundo, ¿podrá evitarse la guerra? Y, si es así, ¿a qué precio?

Dónde se puede ver la película



Contexto histórico

Múnich en vísperas de una guerra (Munich: The edge of war) se sitúa en unas coordinadas históricas muy concretas. También muy oscuras. En 1938 Hitler reclama la anexión de los Sudetes, pertenecientes a Checoslovaquia, aduciendo la mayoría de población de habla germana de la región. En caso contrario anuncia que movilizará el ejército alemán para llevar a cabo un política de hechos consumados y conseguir la anexión por la fuerza. Ante lo que parece un estallido inminente de un conflicto en Europa, finalmente se lleva a cabo una conferencia en Múnich para dirimir la cuestión. A tal cumbre asistieron, invitados por Alemania, Inglaterra, Francia e Italia.

Esta cumbre ha pasado a la historia (no es spoiler, es un hecho conocido) por la política de apaciguamiento que adoptaron Inglaterra y Francia con respecto al régimen nazi. Sin contar con la presencia de los checoslovacos se decide entregar los Sudetes a Hitler con la esperanza de que frene sus apetitos expansionista. Cosa que no ocurrió, y que ha dado pie a considerar al premier británico Neville Chamberlain como un ingenuo que no impidió la guerra y dejó a Checoslovaquia a los pies de los caballos. No obstante, no falta quien piensa que la decisión de Chamberlain tuvo un componente positivo al dar tiempo a los aliados a prepararse para el conflicto. Esta película participa de esa doble mirada.

No obstante, el sustento argumental se basa en un thriller político de ficción alrededor del hecho real de la cumbre. Dos antiguos compañeros y amigos de Oxford, Hugh Legat (George MacKay) y Paul Von Hartman (Jannis Niewöhner), distanciados por sus ideas políticas sobre Hitler vuelven a reunirse, por distintos azares, durante la Conferencia de Múnich. La causa: un documento que podría cambiar el curso de la reunión y de Europa.

Jeremy Irons
Copyright Netflix

Una ejecución clásica

Múnich en vísperas de una guerra en términos de ambientación, ritmo, y puesta en escena sigue unos parámetros rigurosamente clásicos. Lo cual no supone un encorsetamiento. Al contrario, el interés del argumento meramente ficticio se asienta en la credibilidad de los hechos puramente históricos. El ritmo es paciente, relativamente sosegado, cocinado sin prisa pero sin pausa. Hay una parte verista que refleja la tensión palpable en Europa ante lo que parece un nuevo conflicto inevitable cuando hacía apenas veinte años que había acabado la Gran Guerra.

Unos de los retos de este tipo de películas es cómo intrigar al espectador a sabiendas de que éste conoce el resultado final de la historia. Múnich en vísperas de una guerra lo consigue añadiendo una trama ficticia paralela, cuyos personajes nos conciernen e importan. Además la parte, digamos, conocida está narrada con buen pulso, e incluso puede lanzar a la reflexión respecto a la actuación de algunos personajes históricos. En este caso nos referimos a Neville Chamberlain (Jeremy Irons).

La película podría dividirse en tres actos. Uno inicial donde una preocupada Inglaterra prepara trincheras y aprende a ponerse caretas antigás, y donde queda bien reflejada el toma y daca diplomático con Alemania. Probablemente este segmento agradará más a los aficionados a la historia de la época. Poco a poco el drama histórico, una vez nos situamos en Múnich, va cediendo a un thriller político, bien llevado y bien construido. El remate final, los últimos momentos de la cinta, dejan espacio al espectador para reflexionar. En cuanto al enganche con la trama, probablemente sea la parte central, la que más nos mantenga pegados a nuestros asientos.

Múnich en vísperas de una guerra
Copyright Netflix

Elenco de 'Múnich en vísperas de una guerra'

Múnich en vísperas de una guerra centra su parte más emocional en las peripecias de Hugh y Paul. Inglés el primero, alemán el segundo. Excompañeros de Oxford. La simpatía de Paul hacia Hitler hace que esa amistad se rompa. Años después, sin embargo, Paul ha cambiado drásticamente de parecer y vuelve a contactar con su antiguo amigo, aprovechando que éste trabaja para la diplomacia inglesa. Su reencuentro se acaba convirtiendo en una conspiración política de manual.

George MacKay es un personaje de talente algo indeciso, idealista, admirador de Chamberlain. El actor consigue ese punto, algo ambiguo entre el diplomático y el hombre que sabe que debe  pasar a la acción. Quizá al actor le falte algo de fuerza, pero su trabajo es meritorio y refleja la sensación de duda, de encrucijada. Por su parte Jannis Niewöhner construye un personaje más apasionado, que pondera más el impulso sobre la reflexión. Ambos personajes son en conjunto complementarios, y han de trabajar juntos además de, quizá, restañar su amistad. Las actuaciones son correctas, pero no particularmente excepcionales. Si acaso la balanza se inclina levemente hacia Niewöhner.

Múnich en vísperas de una guerra tiene un importante toque de distinción en Jeremy Irons. Su interpretación de Neville Chamberlain es la personificación de la flema británica, y está llena de elegancia. A veces bordea cierta afectación, pero su trabajo es magnífico. Es un personaje importante y el símbolo de un dilema. Es a la vez un convencido pacifista, un idealista demasiado ingenuo que dio alas a Hitler, o quizá un inteligente político que aplazó la guerra un año permitiendo a Inglaterra armarse. Aunque la película acaba teniendo preferencia por un punto de vista, la reflexión pertenece al espectador.

Jannis Niewöhner
Copyright Netflix

Ambientación y factura 

La ambientación, el diseño de producción y la factura de la película son algunos de sus puntos fuertes. La recreación ética, y estética, de aquellas oscuras fechas está muy conseguida, consigue que el espectador se inmiscuya y se sitúe sin problemas en el meollo de la historia. El ritmo que imprime Schwochow es paciente, clásico, sin sorpresas pero con un fluir constante al que no es difícil amoldarse. En el debe quizá podamos poner que es una película muy de nicho, que será disfrutada principalmente por los aficionados a la geopolítica de la época. No hay que esperar, por otra parte, ni tiroteos, ni peleas coreografiadas. El corazón de la intriga está en lo que se mueve detrás de las cancillerías.

Munich: The Edge of War
Copyright Netflix

Conclusiones de 'Múnich en vísperas de una guerra'

Múnich en vísperas de una guerra (Munich: The edge of war) es una thriller político aderezado con una buena cantidad de drama histórico. El enfoque es totalmente clásico, eludiendo cualquier efectismo que despiste del meollo de la trama, que mezcla espionaje, el triste sino de la época y una intriga pausada pero francamente interesante. Se trata de una película compensada y bien hecha en casi todos los aspectos, que lanza al aire algunas cuestiones y reflexiones desde el punto de vista histórico. Evita que la obra sea redonda, la circunstancia de que es una película destinada a gustar a los aficionados a la temática, pero que puede mantener un poco fuera al resto.

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