Corría el año 1810, en la ciudad de Munich, Alemania. Lo que comenzó como la celebración de una boda real, se terminó convirtiendo en una de las festividades más populares del mundo; con la cerveza como protagonista principal. Por supuesto, estamos hablando de la Oktoberfest, un evento que no solo atrajo la atención de miles de bávaros, sino también la de muchos cerveceros. Y es precisamente sobre estas grandes familias cerveceras, de lo que trata la nueva serie que ha estrenado Netflix titulada, Oktoberfest Sangre y Cerveza. Una miniserie de 6 capítulos, basada en hechos reales, que relata el enfrentamiento entre estas dos familias, y los daños colaterales que eso implica para todo lo que les rodea.
Crítica de 'Oktoberfest Sangre y Cerveza'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Oktoberfest Sangre y Cerveza
Título original: Oktoberfest 1900
Reparto:
Misel Maticevic (Curt Prank)
Martina Gedeck (Maria Hoflinger)
Klaus Steinbacher (Roman Hoflinger)
Mercedes Müller (Clara Prank)
Brigitte Hobmeier (Colina Kandl)
Año: 2020
Duración: 48 min por capítulo apróx.
País: Alemania
Creada por: Hannu Salonen
Guion: Christian Limmer, Ronny Schalk, Alexis Wittgenstein, Stefan Betz, Niko Schulz-Dornburg, Christian Lex y Michael Proehl
Fotografía: Felix Cramer
Música: Michael Klaukien
Género: Drama
Distribuidora: Netflix
Tráiler de 'Oktoberfest Sangre y Cerveza'
Sinopsis de 'Oktoberfest Sangre y Cerveza'
Oktoberfest Sangre y Cerveza se sitúa en Múnich. 1900. El ambicioso cervecero Curt Prank recurre a tácticas despiadadas para construir un salón de la cerveza que domine el lucrativo festival Oktoberfest. (NETFLIX).
Donde se puede ver la serie
La historia en dos partes
La trama de Oktoberfest: Sangre y Cerveza, se divide en dos mitades muy características y bien diferenciadas.
Los primeros tres capítulos nos preparan para el festival que se avecina, y a la colocación de los personajes en sus auténticos roles. Desde su inicio, se palpa la tensión y la crudeza de la escena, tanto en el entorno, como en la personalidad de los protagonistas. Comienzan los chantajes, los engaños, las farsas, las traiciones y los intensos conflictos. No hay tregua, y eso le añade más intriga a la serie, cualquiera puede caer si no va con cuidado de donde pisa. Por supuesto, además de las disputas entre los negocios cerveceros, nos muestran la otra cara de la sociedad de aquel entonces, tocando diversos temas sociales que no se esconden ni se minimizan por ofrecer algo menos polémico.
Tras los preparativos, llega la segunda parte de la trama de esta serie, el Oktoberfest. El momento en el que todo se vuelve un poco más caótico argumentalmente, pero sigue aguantando el tipo, y eso lo consigue gracias a que mantiene la misma crueldad de la primera parte. Nos sumergimos de lleno en la otra cara del festival, la de los negocios, los trabajadores y trabajadoras que sirven la cerveza, mientras miles de bávaros se emborrachan y disfrutan de lo lindo.
Cuidado con las prisas
No hay duda de que el guion de Oktoberfest: Sangre y Cerveza resulta muy interesante y atractivo, pero eso no le exime de cometer determinados errores.
Cuando haces una serie, que tiene una historia con potencial para llenar un cierto número de capítulos, reducirlo a seis quizás no sea una gran idea. Y esto es lo que le sucede a Oktoberfest: Sangre y Cerveza, forzada a meter un contenido que hubiera sido mejor desarrollado con un par de capítulos más.
En la primera parte se toman su tiempo para encajar a cada personaje en el rol que desean. Y en cambio, los tres últimos capítulos, se ven obligados a cerrar el chiringuito, presionando a sus protagonistas. No hay más que ver los cambios tan bruscos de personalidad que sufren ciertos personajes; todo con el fin de avanzar la trama. Eso, desde luego, resta puntos al desarrollo.
La imagen y la música ayudan
Oktoberfest: Sangre y Cerveza tiene una estupenda puesta en escena, un logrado decorado, y una banda sonora muy pícara y adecuada. Esos elementos favorecen su visionado y le añaden carisma a la serie.
La banda sonora combina muy bien con cada escena, resultando más tensa o más emocionante según la melodía. Y si a esa mezcla le añades un buen escenario, la gente se volcará más en el papel. Desde luego, esta serie acierta de lleno en su fotografía y en sus notas musicales.
Conclusión
Oktoberfest: Sangre y Cerveza es una interesante miniserie, que no se corta un pelo a la hora de basar una historia real. Es cruda, es intensa y no da tregua a sus protagonistas, y eso la hace más atractiva. Su excelente trama se ve bien acompañada de una banda sonora muy pícara y adecuada, y una escenografía muy cuidada. Cierto es que en cierto momento, da un giro más caótico a su argumento, y algunos personajes se ven afectados por ello. A pesar de todo, sigue aguantando el tipo, y resulta ser una serie que engancha de principio a fin.
Este artículo también lo puedes leer en el Blog de Javier Sardinero
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