Creative Control filmada de forma elegante en blanco y negro, con estética apple, nos presenta inteligentemente una sociedad dominada por la tecnología en la que el director y guionista Benjamin Dickinson interpreta a un prometedor publicista de nivel medio y hipster, en un futuro muy cercano, donde las lineas entre la realidad virtual y real se difuminan. Una rotunda sátira ambientada en Brooklyn sobre el futuro de la humanidad. Estreno 20 de Octubre.
Crítica de Creative Control
Resumen
Ficha Técnica
Título: Creative Control
Título original: Creative Control
Reparto:
Benjamin Dickinson (David)
Nora Zehetner (Juliette)
Alexia Rasmussen (Sophie)
Reggie Watts (Reggie Watts)
Gavin McInnes (Scott)
Paul Manza (Govindas / Brett)
Jay Eisenberg (Hollis)
Himanshu Suri (Reny)
Meredith Hagner (Becky)
Jake Lodwick (Gabe)
Geneva Carr (Cliente)
Robert T. Bogue (Actor)
Jessica Blank (Lucy)
Austin Ku (Teddy)
H. Jon Benjamin (Gary Gass)
Año: 2015
Duración: 97 min.
País: Estados Unidos
Director: Benjamin Dickinson
Guion: Micah Bloomberg
Fotografía: Fotografía:
Música: Drazen Bosnjak
Género: Drama. Cine independiente USA
Distribuidor: Festival Films
Tráiler de Creative Control
Donde comprar la película
- Benjamin Dickinson, Nora Zehetner, Dan Gill (Actores)
- Benjamin Dickinson (Director)
Sinopsis
Brooklyn, en un futuro no muy lejano. David, un ejecutivo de publicidad obsesionado con la tecnología, trabaja en una campaña para lanzar unas gafas de realidad aumentada. David tiene celos de su mejor amigo, Wim y por eso decide utilizar las gafas para crear un avatar de su novia, Sophie. Sin embargo, la fantasía tecnológica se volverá contra él.
En palabras de Benjamin Dickinson:
“Mis personajes viven en un limpio, distinguido y post-aburguesado Brooklyn. Juegan a ser artistas en el mundo de la publicidad, la moda y la tecnología, donde el deseo se fabrica, se empaqueta y se vende por mucho dinero. Viven sus vidas y se relacionan entre sí desde detrás de sus pantallas. Al igual que en los sesenta de Antonioni, todo parece maravilloso, pero falta algo”.
Premios
- SXSW Film Festival: Premio Especial del Jurado. 2015
- National Board of Review (NBR): Mejores películas independientes del año. 2016
Dónde se puede ver la película
La Historia
Creative Control ambientada en Brooklyn, en un futuro no muy lejano, en el que todo es muy similar a nuestro presente, salvo algunos avances tecnológicos, el director, guionista (y actor principal) Benjamin Dickinson interpreta a David, un prometedor ejecutivo de publicidad de la empresa Augmenta. David está a la cabeza del marketing y branding de las últimas gafas de realidad virtual de la firma. Una versión sofisticada de Google Glass capaces de crear una realidad aumentada incomparable.
Antes de este proyecto, sabemos que David es una persona infeliz, recurre a pastillas y al alcohol para tratar de escapar temporalmente de la realidad en la que vive. Se pasea por la vida completamente desconectado de las personas que lo rodean, y no parece feliz con su novia Juliette (Nora Zehetner), instructora de yoga. Además en la trama aparece otra pareja, su mejor amigo, Wim (Dan Gill), fotógrafo de moda con una relación de compromiso con Sophie (Alexia Rasmussen), una artista visual. Observamos a ambas parejas a través de una narración lineal e indisciplinada al mismo tiempo.
David se entrega por completo a la campaña y probará el dispositivo para encontrar el mejor enfoque publicitario. Pronto descubre que Augmenta utiliza el reconocimiento facial permitiendo a la persona que porta las gafas realizar una verificación de antecedentes sobre la persona escaneada, además, tiene otra característica única que solo él conoce: dicho reconocimiento facial se puede implementar en un avatar hecho a medida que a su vez se puede utilizar como holograma.
Esa sensación de vacío y soledad experimentada por David le llevará a construir una versión virtual de la novia de su mejor amigo, Sophie. A medida que la campaña avanza, su relación con Juliette se desmorona y comienza a tener una aventura virtual con Sophie de forma que las líneas entre la realidad y la fantasía digital se vuelven cada vez más borrosas para él. David se ha construido su propia versión de la realidad.
Creative Control
Esta película puede generar cierta confusión porque a veces tenemos la sensación de estar ante una película de ciencia ficción y otras ante una comedia cercana a lo absurdo. Este desconcierto va en aumento cuando descubrimos que los personajes claramente no están bien desarrollados, se asemejan más a androides que a seres humanos, de manera que fácilmente puede brotar cierta frustración en los espectadores, fundamentalmente al principio de la película. La narrativa es desigual y, a veces, ridícula, sin embargo, enseguida comprendemos que está elaborada así de forma intencionada, ya que la película se sostenta en parte sobre la confusión de las líneas existentes entre las realidades absolutas y virtuales.
Creative Control alegóricamente nos avisa de que nos podemos convertir en demasiado dependientes a la tecnología, hacernos cada vez menos útiles y en consecuencia destruir a nuestra sociedad. No existe tanto temor porque la tecnología reemplace al hombre o que haya una revuelta o sublevación de robots contra el ser humano, sino mas bien la preocupación radica en que el hombre se pierda en la tecnología. Por otra parte, existe otra preocupación real, cimentada en la idea de que la combinación entre tecnología y pornografía corrompa nuestro estado emocional. En lugar de fomentar y desarrollar nuestras relaciones personales, activaremos nuestros deseos sexuales con la utilización de la simulación de la realidad virtual o aumentada.
Conclusión de Creative Control
La estética de Creative Control basada principalmente por formas geométricas, estilismo y contrastes es más atractiva inclusive que su propio argumento o personajes. En su intento por hacer un mundo futurista lo más convincente y artístico posible, Benjamin Dickinson también utiliza los personajes como objetos de arte uniformes. El apego a la tecnología, la creación de contenidos y el lugar de trabajo se han vuelto tan vacíos y sin sentido como la estética incolora del film.
Estamos ante una película presentada principalmente con elegantes y bellas imágenes en blanco y negro, con una estética muy de apple, donde las únicas excepciones con imágenes a color aparecen irónicamente cada vez que se trata sobre la realidad virtual o aumentada. Drazen Bosnjak realiza un excelente trabajo con la banda sonora en la seleccón de temas de Mozart, Vivaldi y Händel, ya sea en formato electrónico o no.
Reportaje de Creative Control en Días de Cine TVE