El director español José Luis Garci vuelve al mundo cinematográfico después de anunciar su retirada como director con su nuevo título: El Crack Cero. Lo hace de la mano de su género predilecto, el cine negro, y de Germán Areta, el personaje que creó hace 27 años para El Crack y El Crack Dos. Lamentablemente, Alfredo Landa no puede ser el actor que le de vida en esta nueva entrega, pero de ello se encarga Carlos Santos. Le acompaña Miguel Ángel Silvestre, que debuta en el papel de El Moro. Distribuida por Filmax, la película se estrena el 4 de octubre.
Crítica de 'El Crack Cero'
Resumen
Ficha técnica
Título: El Crack Cero
Título original: El Crack Cero
Reparto:
Carlos Santos (Germán Areta)
Miguel Ángel Silvestre (Moro)
Luisa Gavasa (Moli)
María Cantuel (Adela)
Macarena Gómez (Luisa)
Raúl Mérida (Johny Olas)
Pedro Casablanc (Don Ricardo)
Ramón Langa (Vergara)
Año: 2019
Duración: 120 minutos
País: España
Dirección: José Luis Garci
Guion: José Luis Garci y Javier Muñoz
Fotografía: Luis Ángel Pérez (AEC)
Género: Cine negro, suspense
Distribuidor: Filmax
Tráiler de 'El Crack Cero'
Sinopsis
Seis meses después del suicidio del afamado sastre Narciso Benavides, una misteriosa y atractiva mujer casada visita a Germán Areta, prestigioso expolicía de la Brigada Criminal y ahora detective privado, para que inicie una investigación exhaustiva sobre el “Caso Benavides”. La mujer está convencida de que el sastre, que además era su amante, fue asesinado. Aunque su instinto le dice a Areta que la gente sólo mata por amor o por dinero, irá descubriendo que hay más motivos, y más de un sospechoso, para quitar de en medio al sastre.
Dónde se puede ver la película
Areta: los orígenes del detective
El mítico personaje de las anteriores entregas de El Crack era un hombre enigmático con un perspicaz olfato para la investigación privada. Sin embargo, la introversión era una de sus definiciones. Pero esta característica era algo que había permanecido oculto en el personaje hasta El Crack Cero. En esta nueva película, Germán Areta no aparece como una persona tan fría y distante. El caso que investiga y sus consecuencias hará que su personalidad cambie hacia el Areta que Garci daba a conocer en los ochenta.
El personaje de Don Ricardo, también llamado Abuelo, da también las pistas para entender quién es Germán Areta y cómo evoluciona en un periodo corto, pero en el que España se ve enfrentada a un periodo de cambio. Sin duda, el caso del sastre Benavides será el que cambie el destino del detective.
Todos los cabos atados
Se puede afirmar sin duda alguna que lo de dirigir películas para Garci es como montar en bici: por mucho tiempo que pase, no se olvida. A pesar de que han pasado más de veinte años de diferencia entre las primeras partes de la trilogía y esta tercera, la continuidad en el guion, la fotografía y el montaje dice mucho de las dotes cinematográficas del director.
Por un lado, muchos detalles de los diálogos entre los personajes vienen hilados a través de las anteriores entregas, lo que ha debido significar un trabajo más que meticuloso por parte de Garci y Muñoz, los guionistas. Prueba de ello es la escena en la que Areta y Conchita se conocen y debaten entre ellos si llamar a la policía o no tras su encuentro, pero finalmente acuerdan que se verán en un futuro.
Por parte de la fotografía y el montaje, El Crack Cero toma el monócromo como si de la televisión de los 70 se tratase, a diferencia de las siguientes entregas. Se trata de un homenaje claro al cine negro más clásico. A su vez, el montaje da continuidad a la trilogía a partir de los planos recurso del Madrid de los 80 y con la banda sonora de Jesús Glück de fondo. Si uno viera las tres películas del tirón no encontraría ni un fallo raccord.
En los bajos fondos del Madrid setentero
La película transcurre en el momento en que el detective Areta contrata a el Moro, un ex criminal, para que le ayude a bucear en los bajos fondos del Madrid de los setenta, en un momento en el que Franco se encuentra muy enfermo y la dictadura está a punto de caer.
El director José Luis Garci no tuvo la posibilidad de contar con su asiduo Alfredo Landa en esta nueva edición. Sin embargo, su reemplazo lo cubre el actor Carlos Santos, que da vida a un Germán Areta mucho más joven. No deja nada que desear, pues se adapta perfectamente al papel. Por parte del personaje de Moro, Miguel Ángel Silvestre cubre la ausencia de Miguel Rellán y lo hace con honores. Ambos hacen un dúo que refleja la juventud de los personajes.
Conclusión de El Crack Cero
En resumen, lo que Garci ha sabido hacer a la perfección es hilar las películas anteriores con esta nueva edición de El Crack. La continuidad es la mayor experiencia que la sala va a poder disfrutar. Como si no hubieran pasado más de veinte años entre la segunda y esta tercera parte, la Gran Vía de Madrid sigue siendo aquella gran avenida llena de cines y teatros recorrida por cientos de coches cada día y Germán Areta sigue siendo el mismo investigador perspicaz que se presentaba en los ochenta.
Otra opinión en Cinemagavia de esta película AQUÍ.