Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí, dirigida por Félix Sabroso y Dunia Ayaso en 1997, no fue la primera película española con protagonistas homosexuales, pero sí marcó un antes y un después en la representación cómica del colectivo LGTBI en España. Antes representados prácticamente con tonalidad dramática y siendo perseguidos por su orientación sexual. ¡Ahora son 3 locas con una historia apetecible!. Estrenada el 31 de enero de 1997 en salas de cine españolas.
Crítica de 'Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí
Título original: Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí
Reparto:
Jordi Mollà (Toni)
Pepón Nieto (Carlos)
Roberto Correcher (Dani)
Lucina Gil (Clara)
Alonso Caparrós (Lucas)
María Pujalte (Mari Carmen Benítez Pina)
Gracia Olayo (Estrella)
Ferran Rañé (Miguel)
Malena Gutiérrez
Antonia San Juan (Chica jocosa en casting)
Esperanza Roy (Juliana)
Año: 1997
Duración: 92 min.
País: España
Director: Félix Sabroso, Dunia Ayaso
Guion: Félix Sabroso, Dunia Ayaso
Fotografía: Arnaldo Catanari
Música: Manuel Villalta
Género: Comedia negra
Distribuidor: Sony Pictures Releasing de España
Tráiler de 'Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí'
Sinopsis
Hasta que Lucas apareció en sus vidas, Dani, Carlos y Toni llevaban una vida tranquila y sin grandes preocupaciones. Compartían casi todo: la casa, los quehaceres domésticos, los perros, sus tendencias homosexuales y las deudas. Fueron precisamente sus dificultades económicas las que los llevaron a alquilar una habitación, que ocupó Lucas, un chico cuyos atractivos cambiaron por completo la vida de sus enamorados caseros. El conflicto se desencadena cuando Lucas aparece muerto.
Dónde se puede ver la película en streaming
Actuaciones estereotipadas muy gays, y a mucha honra
Las interpretaciones de la erupción hormonal que desata Lucas (de dudosa orientación sexual dependiendo de quién cuente la historia) cuando llega al pisito céntrico de Madrid de 3 compañeros homosexualísimos te hace, como mínimo, externalizar una sonrisa tontorrona.
Pepón Nieto (Un efecto óptico) como el inseguro con tendencia a crisis nerviosas y al abandono del gimnasio. Roberto Correcher (Machos alfa) como el salido agresivo que es conocido por todo Chueca. Y Jordi Mollà (Operación Concha) como el porreta zen introvertido camarero de un karaoke de la tercera edad forman un trío creíble al que llegas a coger cariño, aun pudiendo ser alguno de ellos el presunto asesino, lo que le añade un toque de suspense a esta comedia absurda.
Los estereotipos de comportamiento que muestran nuestras tres mariposillas dio que hablar en su día por su excesiva exageración de los gays, cosa inentendible al tratarse de una comedia caricaturesca descarada. Espero entonces muchas quejas en alguna que otra película de Jim Carrey… Alonso Caparrós, nuestro Lucas, sabemos que está hecho de otra pasta: ese pelo, esos vaqueros y esos andares que paralizan el tráfico. Unos por envidia, otros por deseo.
También hay algunos cameos en Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí que aportan, como el de camarera de Carmen Balagué con su “speech” de autoconocimiento afectivo o el debut cinematográfico de Antonia San Juan partiéndose la caja en la entrevista para el piso. Esperanza Roy como limpiadora y ama de llaves está, como siempre, espectacular con un guion sobresaliente, mientras que las policías interpretadas por María Pujalte y Lucina Gil nos hacen disolvernos más en el caos de esta historieta descabellada.
Clichés ordinarios pero funcionales
El uso de clichés en Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí es adrede, queda claro que no es una representación realista de la sociedad y eso es lo que añade comedia al asunto.
El comportamiento cotilla amanerado, el continuo trato del tema sexual directa o indirectamente, la hipersexualización de un heterosexual o el drama queen constante son algunos de ellos, pero son los pilares sobre los que se basan los directores para hacernos reír. Y lo consiguen.
Presupuesto inversamente proporcional a resultado en taquilla
De primeras ya se nota que el presupuesto de Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí fue muy bajo, y ello aúna más en el tono humorístico y a veces simplón de nuestros protagonistas. Aun así, fue una de las más taquilleras de la década de 1990.
Tampoco tiene una gran fotografía ni encuadre, pero absolutamente todo el reparto y el jocoso guion dejan todo ello en, figuradamente, segundo plano.
Conclusión de 'Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí'
Aun con obvios clichés y un visible poco presupuesto, el humor es el eje central de este largometraje tontorrón que nos hace reír por diferentes motivos. Hay que dejarse llevar por los clichés, las caricaturas y el comportamiento de nuestras reinas para poder disfrutarla.
No te la tomes en serio; empápate del absurdo como si fuera perfume de Chueca en sábado noche y sígueles el juego a estas envidiosas compañeras de piso, sin pretensiones.
No esperes profundidad ni mensaje, solo siéntate, suéltate el moño y disfruta. Porque sí, bonita… Lucas también te quería a ti.
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