Pink Moon, dirigida por Floor van der Meulen, aborda un tema delicado como la eutanasia voluntaria desde una perspectiva que mezcla la comedia y el drama familiar. A través de un tono reflexivo pero salpicado de humor negro, Pink Moon explora cómo los miembros de una familia lidian con la decisión de su padre de poner fin a su vida. Aunque tiene momentos impactantes y plantea preguntas interesantes, el desarrollo narrativo no siempre logra mantener el equilibrio entre sus diferentes tonalidades, resultando en una experiencia desigual. Mención Especial del Jurado por sus nuevas narrativas en el Festival de Tribeca.
Crítica de 'Pink Moon'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Pink Moon
Título original: Pink Moon
Reparto:
Julia Akkermans (Iris)
Johan Leysen (Jan)
Eelco Smits (Ivan)
Anniek Pheifer (Elisabeth)
Sinem Kavus (Laura)
Año: 2022
Duración: 95 min.
País: Países Bajos (Holanda)
Director: Floor van der Meulen
Guion: Bastiaan Kroeger
Fotografía: Emo Weemhoff
Música: Daan Lutgendorff, Mees van der Velde
Género: Comedia dramática
Distribuidor:
Tráiler de 'Pink Moon'
Sinopsis
Un hombre de 75 años opta por la eutanasia voluntaria para poner fin a una vida plena mientras sus hijos se pelean por heredar sus pertenencias, incapaces de alcanzar un atisbo de la felicidad de su progenitor.
Dónde se puede ver la película en streaming
Entre el duelo anticipado y las tensiones familiares
La premisa de un hombre de 75 años que decide acabar con su vida tras considerar que ha tenido una existencia plena es el motor de la historia. Esta decisión desata reacciones diversas entre sus hijos, quienes, en lugar de reflexionar sobre el legado emocional de su padre, se obsesionan con cuestiones materiales y viejas rivalidades.
El guion de Pink Moon utiliza este conflicto para explorar temas como el egoísmo, la dificultad de aceptar la autonomía de los padres y la desconexión generacional. Aunque estos temas son relevantes y están bien planteados, la película a menudo se queda en la superficie. En lugar de profundizar en las emociones más complejas del duelo anticipado o la celebración de una vida bien vivida, se centra en los aspectos más absurdos del comportamiento humano, lo que puede desconectar a algunos espectadores del núcleo emocional de la historia.
Sensibilidad con tintes de ironía
Floor van der Meulen maneja la dirección con una mezcla de empatía y distanciamiento irónico. La directora logra imprimir un estilo visual que combina la calidez de las interacciones familiares con una cierta frialdad en los momentos más reflexivos. Este enfoque refuerza la desconexión emocional entre el padre y sus hijos, resaltando la incapacidad de estos últimos para comprender o aceptar plenamente la decisión de su progenitor.
Sin embargo, la dirección a veces parece indecisa entre el drama profundo y la comedia absurda, lo que afecta el ritmo de Pink Moon. Aunque hay escenas brillantemente dirigidas que capturan la esencia del conflicto, otras se sienten menos cohesivas, diluyendo el impacto emocional general.
Un padre encantador y unos hijos desorientados
El protagonista, interpretado con carisma y serenidad por Johan Leysen (La última locura de Claire Darling), es el corazón de la película. Su interpretación del padre transmite una paz y sabiduría que contrastan con las reacciones caóticas de sus hijos. Su personaje está escrito con delicadeza, evitando los clichés asociados a este tipo de historias.
Por otro lado, los hijos, interpretados por Julia Akkermans (Mujeres de la noche) y Eelco Smits (Surcando los cielos), encarnan con éxito la torpeza emocional y el egoísmo que los separa de su padre. Sin embargo, sus personajes carecen de desarrollo suficiente, lo que limita la posibilidad de que el espectador conecte profundamente con sus dilemas. Mientras que Akkermans logra momentos genuinamente emotivos, Smits queda más atrapado en el humor satírico, creando un desequilibrio en la dinámica familiar.
Un contraste entre lo cálido y lo frío
Pink Moon es atractiva, con una cinematografía que utiliza tonos cálidos en los momentos familiares y colores más apagados para reflejar la introspección del padre. Este contraste ayuda a reforzar el tono dual de la película, aunque no siempre es suficiente para unificar sus distintos elementos narrativos.
La música, aunque discreta, subraya eficazmente los momentos clave, especialmente en las escenas más emotivas. Sin embargo, no hay elementos técnicos que sobresalgan de manera significativa, lo que deja la impresión de una producción sólida pero poco innovadora.
Conclusión de 'Pink Moon'
Pink Moon es una comedia dramática que ofrece una perspectiva diferente sobre el tema de la eutanasia, mezclando humor negro con momentos de ternura. Aunque la dirección de Floor van der Meulen y la actuación de Johan Leysen son puntos fuertes, el guion y el desarrollo de los personajes secundarios no alcanzan todo su potencial.
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