Por Trece Razones es una de las series originales de Netflix que más dio que hablar cuando estrenó su primera temporada en 2017. Obtuvo un gran éxito en todo el mundo gracias a su impactante historia, y su forma tan peculiar de contarla.
La actriz protagonista, Katherine Langford, fue nominada en los Globos de Oro y en los Satellite Awards, a mejor actriz dramática el año del estreno. Tres años después, tras haber estrenado otras dos temporadas, el 5 de junio de 2020, se ha estrenado la temporada final, que cierra la historia por completo.
Crítica de 'Por Trece Razones'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Por trece razones: La temporada final
Título original: 13 Reasons Why: The Final Season
Reparto:
Dylan Minnette (Clay Jensen)
Christian Navarro (Tony Padilla)
Alisha Boe (Jessica Davis)
Brandon Flynn (Justin Foley)
Ross Butler (Zach Dempsey)
Devin Druid (Tyler Down)
Grace Saif (Ani Achola)
Miles Heizer (Alex Standall)
Justin Prentice (Bryce Walker)
Josh Hamilton (Matt Jensen)
Amy Hargreaves (Lainie Jensen)
Michael Sadler (Jock )
Timothy Granaderos (Montgomery de la Cruz)
Año: 2020
Duración: 60 min.
País: Estados Unidos
Director: Brian Yorkey (Creador), Russell Mulcahy, Michael Sucsy, Sunu Gonera
Guion: Brian Yorkey, Jay Asher
Fotografía: Kevin Thompson
Música: Eskmo
Género: Drama. Intriga
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'Por Trece Razones'
Sinopsis
La temporada final de Por trece razones llega a Netflix el 5 de junio. Se acerca el día de graduación en el instituto Liberty y los alumnos toman decisiones difíciles sobre su pasado que les cambiarán la vida y afectarán a su futuro. (Netflix)
Donde se puede ver la serie
Con una, bastaba
Por Trece Razones causó un gran impacto en su primera temporada, y obtuvo una gran audiencia. La polémica que generó, debido a los temas que tocaba, (el abuso sexual, el bullying o el suicidio adolescente), calaron muy hondo en los espectadores. La forma de contar la historia de Hannah Baker, mediante una serie de cintas que descubrían en cada capítulo un pasaje más de su drama, resultó sencillamente brillante y muy acertada. Y aunque Netflix decidiera finalmente censurar la escena del suicidio de Hannah (Algo poco acertado e innecesario), consiguieron igualmente dejar un contundente mensaje.
Debido al éxito de Por Trece Razones, decidieron continuar explotando al instituto Liberty (nombre algo trillado en películas y series), con una segunda temporada. En ella, se sumergían de nuevo en los secretos de los protagonistas, sacando a la luz nuevos conflictos internos y aún más situaciones pasadas por debatir. El problema que surgía en esta segunda temporada, es que trataba de repetir la misma fórmula de la primera. Resultó que, a pesar de la redundancia de sus capítulos, la trama volvía a mostrar momentos muy tensos y destacables para el público. Es por eso que, aunque no resultaba tan sorprendente como la anterior y ya perdía sentido, tuvo cierta aceptación.
Y entonces, tras ver el final de esta segunda etapa, era evidente que tendríamos que esperar una tercera temporada de Por Trece Razones. No era necesaria, y lo demostró con una trama que carecía de gancho e interés, centrada en el asesinato de Bryce. Unos personajes estancados y circunstancias demasiado exageradas, que si bien habían elaborado con la mejor intención, no consiguieron buen resultado. Carecía de sentido seguir con otra más, pero nada, eso no detuvo el estreno de la temporada final.
El problema de estirar en exceso
Esta última temporada de Por Trece Razones, es el claro ejemplo de lo mal que suele salir alargar una historia que se podía haber cerrado en su primera temporada. Muy lejos quedó el suceso de Hannah Baker y las duras, pero excelentes lecciones, que trajo consigo. En esta última ocasión, lo que presenciamos es un thriller policíaco adolescente muy aburrido y con demasiadas giros que carecen de sentido.
Ya, desde el primer capítulo, se nota que no sabían muy bien que contar, y han tratado de añadir quizás demasiadas nuevas historias, concentradas en solo diez episodios. Ha perdido su seña de identidad y su atractivo, a pesar de incluir de nuevo un "gancho" inicial con el que captar el interés de la gente. El resultado es una temporada sin auténticas sorpresas, sin aportes a destacar y demasiado forzada; todo ello simplemente por seguir explotando innecesariamente una serie de éxito.
Una locura de guión de principio a fin
Este final de Por Trece Razones, además de resultar largo e innecesario, cuenta con unos cambios poco coherentes y quizás demasiado exagerados. Por un lado tenemos las alucinaciones de Clay, a las que recurren en muchas ocasiones, y que luego, aunque parece que trata de arreglarlas, da la sensación de que no se toman muy en serio. Por otro lado, tenemos los bruscos giros de guión, y los radicales cambios de personalidad de otros personajes. Y no hablemos de la trama de la muerte misteriosa, que se resuelve de forma casi improvisada, metida con calzador.
Este tipo de errores han provocado que la última temporada de Por Trece Razones, resulte un popurrí de sucesos sin mucha explicación ni meta solida. Y todo esto, para ofrecer encima un final bastante flojo y una despedida que aunque parece algo tierna, no aporta apenas la emoción que debería.
Una buena ayuda
A pesar de todos los errores que han cometido en Por Trece Razones (sobre todo las dos últimas temporadas), tienen una buena intención.
Tras los capítulos, siempre dejan ese mensaje en el que ofrecen consejo y ayuda a quien lo necesite, y el mensaje general es de agradecer. Las dos últimas temporadas, se alejaron bastante de la crítica social inicial, pero aún así trataban de dar voz a mucha gente que sufre este tipo de situaciones hoy en día.
Conclusión de la temporada final de 'Por Trece Razones'
La temporada final de Por Trece Razones, a pesar de su buena intención, no ha logrado generar el interés y el éxito que se ganó su primera temporada. Si ya la tercera temporada era innecesaria, esta última ha resultado un sin sentido, de principio a fin, que ha tratado de meter demasiadas tramas nuevas en pocos capítulos. A pesar de su corta duración, resulta larga y aburrida, y apenas tiene sorpresas que destacar.
El guión y los personajes principales sufren demasiados cambios bruscos y muy exagerados que le restan coherencia a la historia. El cierre ha resultado bastante flojo y poco interesante, dejando aún más claro que con la primera temporada y quizás con la segunda, debían haber cerrado la serie definitivamente.
Esta crítica también se puede leer en el Blog de Javier Sardinero
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