Muñeca rusa es una serie estrenada en Netflix en febrero del 2019. Este trabajo ha sido creado por Natasha Lyonne, Leslye Headland y Amy Poehler. En esta primera temporada de Muñeca rusa vemos como se mezclan los géneros de la comedia, el drama con un elemento del cine fantástico. Natasha Lyonne, actriz de larga trayectoria, conocida por su rol de Jessica en American Pie, encarna al personaje principal de esta serie: Nadia Vulvakov. La serie es un producto bastante corto, posee 8 episodios, los cuales rondan entre los 25 y 30 minutos de duración.
Crítica de la primera temporada de Muñeca Rusa
Resumen
Ficha técnica
Título: Muñeca rusa
Título original: Russian Doll
Reparto:
Natasha Lyonne (Nadia Vulvokov)
Charlie Barnett (Alan Zaveri)
Greta Lee (Maxine)
Elizabeth Ashley (Ruth Brenner)
Rebecca Henderson (Lizzy)
Jeremy Bobb (Mike Kershaw)
Ritesh Rajan (Farran)
Yul Vazquez (John Reyes)
Dascha Polanco (Beatrice)
Brendan Sexton III (Caballo)
Yoni Lotan (Ryan)
Ken Beck
Max Knoblauch
Tatiana E. Rivera (Lucy)
Jodi Lennon
Año: 2019
Duración: 24 min.
País: Estados Unidos
Director: Leslye Headland (Creador), Natasha Lyonne (Creador), Amy Poehler (Creador), Leslye Headland, Natasha Lyonne, Jamie Babbit
Guion: Leslye Headland, Natasha Lyonne, Amy Poehler, Jocelyn Bioh
Fotografía: Chris Teague
Música: Joe Wong
Género: Ciencia Ficción. Drama
Distribuidor: Netflix
Tráiler
Sinopsis
Nadia muere y revive su 36.º cumpleaños una y otra vez. Está atrapada en un bucle temporal y condenada a afrontar su mortalidad.
Dónde se puede ver la serie
Concepto dramático
Muñeca rusa toma como elemento argumental la idea de un bucle temporal, en el que los personajes están condenados a repetir el mismo día, como ocurre en el clásico filme Atrapado en el tiempo (1993) y más recientemente, Al filo del mañana (2014). En el caso de Muñeca rusa se trata de parte de una noche y la mañana siguiente. Nadia repite una y otra vez la fiesta de su cumpleaños treinta y seis en su apartamento de Nueva York, en un ambiente “millennial”, cosmopolita. Sus amigas son “nuevas mujeres”, feministas orgullosamente cínicas frente las tradiciones.
Al arranque de la serie podríamos pensar que se trata de otro producto más, de esos en boga que sirven para enaltecer las tendencias “activistas” actuales; sin embargo, la esencia de Muñeca rusa se desvía de un sentido propagandístico, abordando temas más serios y universales.
La esencia
Al cierre del episodio tres, nos damos cuenta de que Nadia no es la única que se halla encerrada en el tiempo, sino que también lo está Alan. Estos dos personajes tienen perfiles completamente distintos: Nadia es ingeniera de programación (software), es extrovertida, excéntrica y prosaica; en cambio, Alan es introvertido, tímido, conservador, cauto y sensitivo.
Pero ellos no solo tienen en común la prisión temporal en la que se hallan, sino que tienen marcados “vicios” de la personalidad que no les permiten ser personas funcionales. El hecho de estar encadenados a repetir una y otra vez una cantidad limitada de horas les fuerza a tener que observar mejor su entorno, a entender las consecuencias de sus propios actos, el juego de causa y efecto.
Muñeca rusa aborda este conflicto de una manera reflexiva y sutilmente lo vincula con varias posibilidades: que la consciencia humana tenga un carácter metafísico (que se rija por leyes de otra dimensión) y la existencia de universos paralelos. Pero, sobre todo, Muñeca rusa sugiere el hecho de que lo que llamamos “realidad” probablemente no sea lo “verdaderamente real”, sino que la verdad puede que recaiga en cada uno de nosotros al encararse así mismo sin ignorar el entorno ni las demás personas, es decir, viéndonos como parte de un todo que fluye constantemente.
La estética y la puesta en escena respaldan el contenido dramático de la serie. La primera temporada de Muñeca rusa goza de una exuberante cinematografía y una música muy actualizada, en la que predominan piezas musicales de estilo retro-electro, vintage synths ochentero, las cuales impregnan la atmósfera metropolitana actual en el corazón de Nueva York. Muchos planos y escenas han sido ideados con colores y elementos que traen a la mente del espectador la idea de que estamos ante una obra fantástica o de ciencia ficción.
El resultado
La primera temporada de Muñeca rusa termina su octavo y último episodio de una manera argumentalmente satisfactoria con relación al desenlace de sus personajes. Pero la serie a la vez ha dejado abierta la posibilidad para abordar otros matices en una posible segunda temporada.
Muñeca rusa es un producto entretenido, con gracia y bien estilizado; pero, sobre todo, es franco y honesto. Es muy posible que haya mucho de la vida personal de Natasha Lyonne, la principal creadora de la serie, en su lucha constante para lidiar con sus problemas individuales, de los cuales muchos han salido a la luz pública.