Quinta temporada de "Sunset: La milla de oro (Selling Sunset)": Christine Quinn y poco más

La quinta temporada de Sunset: La milla de oro (Selling Sunset)nos presenta cómo tras unas vacaciones en Grecia, Mary, Jason, y compañia, vuelan a Los Angeles para volver al trabajo. La presencia amenazante de Christine y la llegada de una nueva agente, revolucionarán la convivencia del Oppenheim Group.

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Esto lo hemos visto antes

Inicialmente repetitiva, los primeros capítulos de esta quinta entrega, son una continuación descafeinada de temporadas anteriores. Nada novedoso, nada interesante, nada que justifique su visionado.

Pese a que de mitad para adelante, la quinta temporada de Sunset: La milla de oro (Selling Sunset) mejora algo el nivel, nunca consigue estar a la altura de los primeros episodios de la serie. Aunque es verdad que se centra algo más en las relaciones, en general todo es demasiado repetitivo; las casas ya no deslumbran tanto como antes, ( o ya has visto demasiadas parecidas durante 4 temporadas). Todo parece guionizado, y la trama solo recupera algo de fuerza por la nueva agente inmobiliaria, y sobre todo por Christine: sin ella esta temporada habría sido un fracaso.

Superficialidad moral

Ver un reality americano rodado en Los Angeles, protagonizado por chicas guapas, ricas y superficiales, te desacredita para hacerte el soprendido, por ese teatrillo constante a la hora de relacionarse. Sin embargo, en esta quinta temporada de Sunset: La milla de oro (Selling Sunset), esa manera de actuar se vuelve cargante e insoportable.

Por otro lado, el reality adopta un enfoque aparentemente feminista, a través de declaraciones de sus protagonistas, quienes presumen de haber trabajado duro para llegar donde están. Chicas que han conseguido el trabajo de agente inmobiliario en Oppenheim Group, catapultadas por su físico, en el que invierten miles de dolares, cuyos maridos son casualmente ricos y famosos.

Renovarse o morir

Si finalmente Netflix rueda la sexta y séptima temporada, como apuntan algunos medios, deberían plantearse muy seriamente dar un nuevo enfoque al reality. La trama empieza a ser repetitiva, y algunos de sus personajes ya no aportan demasiado. Ha sido todo un fenómeno televisivo en EEUU, pero la audiencia espera algo más.

La quinta temporada de Sunset: La milla de oro (Selling Sunset) no aporta demasiado a las 4 anteriores. Sin la presencia de Christine sería, seguramente, prescindible. Su reivindicación feminista es tan anecdótica como paradójica. Todo parece guionizado, y ya no tiene, ni de lejos, la frescura de las temporadas iniciales.

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