Relic es la ópera prima de la directora y guionista australiana Natalie Erika James. Cuenta la historia de una anciana que desaparece sin dejar rastro, provocando que su hija y su nieta acudan a su aislada casa para dar con ella e intentar entender qué le está ocurriendo. Emily Mortimer (La posesión de Mary), Bella Heathcote (El profesor Marston y Wonder Woman) y Robyn Nevin (Dioses de Egipto) conforman el trío protagonista del film. La película se llevó una mención especial por su dirección en el último Festival de Sitges. Estreno en salas de cine españolas el 12 de marzo de 2021.
Reparto: Emily Mortimer (Kay) Robyn Nevin (Edna) Bella Heathcote (Sam) Steve Rodgers (Mike Adler) Chris Bunton (Jamie)
Año: 2020 Duración: 89 min País: Australia Dirección: Natalia Erika James Guion: Natalia Erika James y Christian White Música: Brian Reitzell Fotografía: Charlie Sarroff Género: Thriller Distribución: Selecta Visión
Reliccomienza cuando la anciana Edna desaparece inexplicablemente, su hija Kay y su nieta Sam se apresuran a ir a la decadente casa de campo de la familia, donde encuentran pistas de su progresiva demencia esparcidas por toda la casa. Después de que Edna regrese tan misteriosamente como desapareció, la preocupación de Kay aumenta. La reticencia de que su madre no quiera o no pueda decir dónde ha estado choca con el entusiasmo de Sam por tener a su abuela de vuelta.
El comportamiento de Edna se vuelve cada vez más volátil. Madre e hija comienzan a sentir que una presencia malévola en la casa podría estar poseyéndola. Las tres generaciones de mujeres unidas a través del trauma y un poderoso sentido de fuerza y lealtad deben hacer frente juntas al terror definitivo. (SELECTA VISIÓN).
Desde pequeños nos inculcan que hay que tener miedo tanto a la muerte como al envejecimiento y las secuelas que este último produce: aparición de arrugas, pérdida de memoria y autonomía, sentidos mermados, dolores físicos, soledad… Todo eso lo experimentamos por primera vez a través de nuestros abuelos, quienes también ejercen de augurio de lo que le pasará a nuestros padres y a nosotros mismos cuando llegue el momento. En torno a este terror tan cotidiano orbita la ópera prima de la realizadora australiana Natalie Erika James, Relic, una película que se vale de los mecanismos del género de terror y del fantástico para crear un inmersivo drama psicológico.
Foto de Selecta Visión
Madres e hijas
En Relic, una mujer viaja junto a su hija hasta la aislada casa de su madre, una anciana que ha tenido un comportamiento errático en los últimos meses y que ahora ha desaparecido sin dejar rastro. Las tres generaciones de mujeres vivirán una serie de fenómenos extraños que afectan particularmente a la mayor de las tres. Se cuestionan la salud mental de esta última y qué es lo mejor para ella. La película luce una cuidada ambientación lúgubre, putrefacta y opresiva. Nos sumerge en una narración que, aunque en su tramo intermedio se sustenta demasiado en sucesos paranormales y efectismos, cobra todo el sentido en el desenlace, cuando se revela la auténtica naturaleza del mal que se cierne sobre esta familia.
Foto de Selecta Visión
Expectativas erradas
Lo peor que se puede hacer a la hora de verRelic es tener expectativas de que estamos ante la película de terror del año, un título que no suele sentarle bien a la cinta a la que se le endosa. Relic no da miedo, ni siquiera tiene sustos ni lo pretende, pero sí que crea un desasosiego que va in crescendo conforme la atmósfera se va tornando más asfixiante e insostenible para las tres protagonistas, encarnadas de forma impecable por Emily Mortimer, Bella Heathcote y Robyn Nevin. La película es similar en forma, fondo e intenciones a la también australiana y muy femenina Babadook (2014), que también tuvo que lidiar con la etiqueta de "fenómeno del terror" de su año.
Foto de Selecta Visión
Conclusión
En definitiva, Relices un relato profundamente empático que aborda la maternidad, el envejecimiento, las enfermedades mentales, la soledad y el deber familiar desde una perspectiva tan sombría como genuina. Es posible que aquellos que esperen emociones fuertes se sientan decepcionados al encontrarse con un film pausado que se revela en última instancia como una conmovedora metáfora sobre el inexorable paso del tiempo y sobre cómo este afecta en el deterioro de nuestros cuerpos y mentes. Estupendo debut de la cineasta Natalie Erika James, a la que habrá que seguirle la pista de cerca.