El 22 FCAT 2025 eligió la película somalí Samia, dirigida por Deka Mohamed Osman y Yasemin Şamdereli para la inauguración simultánea del Festival en Tánger y Tarifa. Es una recreación de la vida de la atleta que quiso desde pequeña ser la más rápida del mundo, llegando a participar compitiendo en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008. El film fue galardonado con una Mención Especial en el Festival de Tribeca.
Crítica de 'Samia'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Samia
Título original: Samia: Little Dreamer
Reparto:
llham Mohamed Osman (Samia)
Kaltuma Mohamed Abdi (Miriam)
Fathia Mohamed Absie (Ayaan)
Waris Dirie (Saado Abdullahi)
Elmi Rashid Elmi (Ali)
Elena Garkina (Miembro del Comité Colombiano)
Fatah Ghedi (Yusuf)
Armaan Haggio (Yassin-Ahmed)
Shukri Hassan (El joven Hodan)
Zakaria Mohammed (El joven Ali)
Año: 2024
Duración: 102 min.
País: Alemania, Bélgica, Italia, Somalia
Director: Deka Mohamed Osman, Yasemin Şamdereli
Guion: Deka Mohamed Osman, Yasemin Şamdereli
Fotografía: Florian Berutti
Música: Rodrigo d’Erasmo
Género: Drama
Distribuidor:
Tráiler de 'Samia'
Sinopsis
Samia desafía los tabúes corriendo por las calles de Mogadiscio, en una sociedad en la que se supone que las mujeres no deben correr. Su pasión la llevará un día a los Juegos Olímpicos.
Cinematografías del Cuerno de África
Este año 2025 el FCAT, Festival de Cine Africano, dedica una especial atención al cine que se hace en los países que conforman el denominado Cuerno de África (Somalia, Yibuti, Eritrea y Etiopía). Forman la península con forma de cuerno donde se conecta el mar Rojo con el Océano Indico, una de las regiones más pobres del mundo y donde probablemente se originó la Humanidad antes de su expansión por el mundo.
La película elegida para la inauguración fue la somalí Samia, de los directores Yasemin Şamdereli con la colaboración de Deka Mohamed Osman basada en la novela “No me digas que tienes miedo”, de Giuseppe Catozzella.
El film no se limita a ser un biopic sobre la atleta olímpica Samia Yusuf Omar que compitió en Pekín 2008, sino que narra los antecedentes convulsos de Somalia. El país consiguió la independencia en 1960 y un golpe de estado en 1968 dio paso a la dictadura militar de Siad Barre, que fue derrocado en 1991, desde entonces ningún gobierno ha conseguido controlar el país. Hay continuas luchas intestinas entre clanes étnicos y religiosos con interferencias de países cercanos, así como de grupos terroristas y piratería. Este es el preámbulo de introducción de la película donde se contextualiza muy bien la situación familiar y social de la protagonista.
Samia, un gran modelo de superación
La narrativa parte desde la infancia de Samia, bien interpretada por la actriz Ilham Mohamed Osman, hermana de Deka codirectora de la película. El argumento está bien trazado centrado en la vida familiar de la protagonista que destaca desde pequeña por su gran deseo de ser la más rápida del mundo. Aquí se muestra la rebeldía natural contra las normas sociales discriminatorias injustas impuestas por haber nacido niña, reforzadas por los convencionalismos de algunos miembros de su familia y del contexto social cercano.
El apoyo del padre Yusuf (Fatah Ghedi) es decisivo y una figura de refuerzo constante durante muchos años, mientras de manera paralela la buena ambientación paralela de la película encaja muy bien con los retos a los que se enfrenta Samia. El terrorismo y el fundamentalismo moral social y religioso son los grandes condicionantes en las aspiraciones vocacionales de la ya adolescente ante los cuales reacciona con gran resiliencia y determinación. La película se convierte en un homenaje a su lucha por la superación personal constante, estando muy determinada a cumplir sus sueños originados en su infancia.
Puntos fuertes y débiles de la película
El largo tramo de su adolescencia es el más endeble en la narración audiovisual, al incluirse dos discursos en paralelo disonantes temporalmente, que al no estar bien precisados en su transición llevan a ambigüedades y confusiones. La película Samia incluye algunas secuencias muy estéticas y cuidadas, recreadas en la belleza de la Naturaleza, como las rodadas en el desierto y las de debajo del mar, también muy simbólicas en la unión de Samia con su padre.
La parte dedicada a su breve temporada preolímpica y su competición en la Olimpiada de Pekín, son correctas de manera modesta sin llegar a la brillantez. El desenlace de la etapa final está algo forzado en el tiempo, no quedando claro en el guion de Francesca D'Antoni cómo pudieron ser exactamente en la realidad los hechos sucedidos a la persona real Samia Yusuf Omar.
Estamos ante una película dura, dramáticamente bien llevada a lo largo de su metraje, pasando a ser un gran referente positivo por las fuertes personalidades de la protagonista, así como la empatía y apoyo incondicional prestados siempre por su padre Yusuf. Los movimientos de cámara y la ambientación destacan por su aporte a la verosimilitud de la historia, que se convierte en un alegato al gran afán de superación de la protagonista.
Conclusión de 'Samia'
Samia es una película interesante, por dar a conocer la vida de la atleta somalí que desde pequeña desarrolló con el deporte su afán de superación, hasta conseguir clasificarse para competir en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Destacan las buenas interpretaciones de los personajes de Samia y su padre Yusuf.
Hay una acertada ambientación contextual de la cruda realidad de Somalia, que lleva décadas siendo uno de los países más peligrosos del mundo por su falta de gobierno desbordado por el terrorismo, el fundamentalismo religioso y la piratería.
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