Cesc Gay adapta Sentimental, su primera obra de teatro, que él mismo dirigió en el escenario, al cine, para seguir descubriéndonos las mezquindades de las relaciones de pareja. En cines en España a partir del 30 de octubre de 2020.
Sentimentalnos presenta a Julio (Javier Cámara) y Ana (Griselda Siciliani). Hace más de quince años que están juntos. Forman una pareja que ya no se mira ni se toca, y que ha hecho del combate diario la esencia de su relación.
Esta noche Ana ha invitado a casa a sus vecinos del piso de arriba, Salva (Alberto San Juan) y Laura (Belén Cuesta), una pareja más joven que ellos, amable y simpática, pero cuyos “ruidos” se han convertido en una molestia para Julio y Ana… ¿O quizás en un estímulo?
Los vecinos de arriba les harán una inusual y sorprendente propuesta que convertirá la velada en una experiencia excesiva y catártica para los cuatro. (FILMAX).
Foto de Filmax
Diálogos ingeniosos, imágenes simples
Las adaptaciones teatrales a la pantalla grande no suelen ser películas muy llamativas en lo visual, lógicamente. Se basan en la fuerza de su texto, lo que las convierte en una especie de subgénero híbrido, si nos atenemos a términos puros. Por supuesto que podemos encontrar honrosas excepciones, pero Sentimental, la última película de Cesc Gay, no está entre ellas. La cinta cede todo el protagonismo a las mordaces conversaciones de las dos parejas protagonistas.
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Una cena incómoda
La trama se desarrolla en torno al encuentro de los personajes con la excusa de una cena conjunta. Los diálogos nos van mostrando el tipo de relaciones tan distintas que mantienen ambas parejas. El protagonismo central recae más sobre el matrimonio de Javier Cámara y Griselda Sciliani, que atraviesan una época difícil, y el caso de Belén Cuesta y Alberto San Juan es el contrapuesto.
La labor interpretativa del conjunto es bastante sólida, y es la línea que nos va transportando a lo largo de los escasos noventa minutos de la proyección.
La primera parte de Sentimental, que nos va presentado a los personajes y los problemas que tienen en sus relaciones es la más interesante. Ese planteamiento que resulta estimulante no continúa de la misma manera. Por momentos puede recordar a la maravillosa Un dios salvaje de Polanski, pero sin acercarse al nivel de esta.
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Conclusión
Llegado cierto punto todo comienza a resultar forzado, tanto la estancia de la pareja invitada como una sesión de psicología barata, que solamente sirve para repetir lo que ya sabíamos. Esta parte final hace que Sentimental baje su nivel global.
En conjunto podemos calificarla como una correcta comedia situacional, con reflexiones muy acertadas, habituales en la filmografía de Cesc Gay, pero fallida en lo visual.
Amante del cine en general, y del western y el género negro especialmente. Invierto tiempo en escribir sobre lo maravilloso de ese mundo, es lo menos que se puede hacer para homenajearlo y transmitir la pasión a quienes vienen.