Por primera vez, cubriremos con Cinemagavia el único Festival de Cine de Clase A que tenemos en España, el Festival de San Sebastián 2020. Cada día os iremos contando nuestras primeras impresiones de todas las películas que tengamos la oportunidad de ver. También os comentaremos como es el funcionamiento del Festival en un año raro, con muchos cambios organizativos por culpa de la pandemia de la COVID-19. En esta séptima jornada del Festival de San Sebastián 2020 (#68SSIFF), hemos podido ver cinco películas más: Falling, True Mothers, Moving On y Campanadas a Muerto.
Séptima jornada del Festival de San Sebastián 2020
Resumen
El incidente de la mascarilla
El Festival de Cine nos ha enviado un comunicado especial donde se nos explicaba un desagradable incidente. En la noche del miércoles, durante la proyección de Atarrabi et Mikelats de la Sección Zinemira, se le requirió al director Eugène Green que hiciera uso de la mascarilla (obligatoria en el interior de todas las salas). Tras cinco ocasiones en las que hizo caso omiso, fue desalojado por la Ertzaintza y expulsado del Festival. La pena es que seguro que se habla más de este incidente en algunos medios que de algunas películas que estamos viendo.
La organización está haciendo un esfuerzo titánico por sacar adelante esta edición del Festival de Cine. Los acreditados, invitados y público, también estamos haciendo un esfuerzo importante para adaptarnos con una sonrisa a todas las restricciones derivadas de la pandemia. Por eso es muy triste que un impresentable se crea que está por encima del resto del mundo y manche con su acción todo ese trabajo.
Falling
El debut tras las cámaras del actor Viggo Mortensen, único Premio Donostia entregado este año, es un drama familiar irregular y finalmente insatisfactorio. Tras su paso por Sundance y ser seleccionada para Cannes, se trata de una película personal, con guion del propio Mortensen, que le sirve para exorcizar sus propios demonios familiares. A nivel de producción es un filme bien acabado y que cuenta con un reparto estelar donde destaca Lance Henriksen, en un papel bastante desagradable (racista, homófobo, machista, etc). La primera mitad de la película funciona muy bien, con una narrativa en dos líneas temporales que transcurren en paralelo para retroalimentarse. Sin embargo, la fórmula se agota y la segunda mitad pierde interés y se pone cuesta arriba, al abusar de un exceso de metraje y reiteraciones innecesarias.
Calificación: 63/100
True Mothers
Si tuviera que apostar a día de hoy por una Concha de Oro merecida, sería para True Mothers, la emotiva y maravillosa película que nos ha regalado la japonesa Naomi Kawase. La directora combina las dos tendencias principales de su cine: el sentimentalismo y la experimentación. También toca los temas habituales de su cine, las relaciones familiares, la maternidad y la fusión de la naturaleza humana con la paisajística. Visualmente es preciosista y tiene una belleza arrebatadora que te transporta de lo onírico a lo terrenal.
Además, la historia es muy emotiva y también, por decirlo de alguna forma, muy japonesa (hay que sumergirse en su cultura y en su manera de entender la vida para comprender y aceptar mejor algunas situaciones). El guion está medido milimétricamente y utiliza extensos flashbacks para contar las historias completas de cada personaje. Un recurso que en otras manos podía haber resultado contraproducente y que aquí enriquece de forma mágica la trama. Prepara un buen surtido de kleenex porque es un drama que te llegará al corazón.
Calificación: 84/100
Moving On
Una de esas películas pequeñitas y en las que parece no sucede nada, pero que se ganarán un rincón de tu corazón. La coreana Yoon Dan-bi se mira en el espejo de Ozu y Koreeda, para filmar un drama familiar lleno de sutileza y matices. No llega a la altura de sus maestros, pero es un cine emotivo cuya mayor virtud reside en su sencillez. Puesta en escena diáfana, presentación de personajes reconocibles y situaciones extraídas de la cotidianidad, son sus señas de identidad. La película no ocupará portadas de ningún periódico, pero es un cine humanista tan necesario como entrañable. Por algo arrasó en el Festival de Busan con cuatro premios y también fue galardonada en Rotterdam.
Calificación: 67/100
Campanadas a Muerto
Película de producción vasca y rodada en euskera que se presentaba en la Sección Nuev@s Director@s. Es el segundo filme del navarro Imanol Rayo. La propuesta es más interesante en su formulación visual que en su acabado final del resto de elementos. El guion busca intrigar y sorprender al espectador, pero en mi caso solo ha conseguido distanciarme cada vez más en cada uno de sus giros dramáticos. La acción sucede en un pueblo donde aparecen enterrados unos huesos humanos. A partir de ahí, la investigación sacará a la luz los secretos y mentiras que los lugareños escondían bajo sus alfombras. El inicio engancha, pero la rocambolesca historia me deja de interesar demasiado pronto. Rayo utiliza una puesta en escena potente, donde predominan los primeros planos de los actores, con una interesante utilización del encuadre.
Calificación: 61/100
Si quieres conocer más información sobre la séptima jornada del Festival de San Sebastián 2020 visita la web del Festival.
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