Showgirls (1995) fue el rotundo fracaso de taquilla de Paul Verhoeven (Benedetta). La película por la cual el director prácticamente recogió su petate y decidió volver a trabajar en Europa. Ahora bien, ¿Es una mala película? Con el paso del tiempo, no somos pocos los que pensamos que el director holandés supo engañar a todo el mundo (incluido el estudio que produjo una película R con un gran presupuesto) y plasmar la hipocresía moral de Hollywood y de cierto sector americano en una película tan bizarra como adictiva.
Crítica de 'Showgirls'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Showgirls
Título original: Showgirls
Reparto:
Elizabeth Berkley (Nomi Malone)
Kyle MacLachlan (Zack Carey)
Gina Gershon (Cristal Connors)
Glenn Plummer (James Smith)
Robert Davi (Al Torres)
Alan Rachins (Tony Moss)
Gina Ravera (Molly Abrams)
Rena Riffel (Penny)
Al Ruscio (Mr. Karlman)
Patrick Bristow (Marty Jacobsen)
Greg Travis (Phil Newkirk)
William Shockley (Andrew Carver)
Lin Tucci (Henrietta Bazoom)
Dewey Weber (Jeff)
Michelle Johnston (Gay)
Año: 1995
Duración: 128 min.
País: Estados Unidos
Director: Paul Verhoeven
Guion: Joe Eszterhas
Fotografía: Jost Vacano
Música: David A. Stewart
Género: Drama
Distribuidor: Sogepaq Distribución SA
Tráiler de 'Showgirls'
Sinopsis
La joven y ambiciosa Nomi Malone (Elizabeth Berkley) viaja a Las Vegas con el objetivo de convertirse en una estrella del espectáculo. Empieza trabajando como bailarina de strip-tease, pero acaba consiguiendo una audición para cantar en el coro de una obra del Casino Stardust, donde trabaja la starlette Cristal (Gina Gershon). Sin embargo, Nomi no tardará en darse cuenta de que el mundo que la rodea es más duro y menos brillante de lo que pensaba.
Dónde se puede ver la película en streaming
Vilipendiada Injustamente
Solo ha sido en los últimos años, cuando entre el público y ciertos críticos se ha venido recuperando la memoria de Showgirls. En el momento de su estreno, la película fue absolutamente vilipendiada, especialmente por los sectores más conservadores, que veían en la película una serie de excesos eróticos sin ningún trasfondo. Como decía Rigoberta, a algunos les dan miedo nuestras tetas.
Lo cierto, es que Paul Verhoeven siempre ha sido un director de excesos. Y lo que dice mucho de la audiencia norteamericana, es el hecho de que en las anteriores películas del director holandés, como Robocop o Desafío Total, había también un claro exceso del uso de la violencia. Sin embargo, dichas películas nunca molestaron ni a la audiencia ni a la crítica. La moral puritana podía permitir la sangre, pero no los pechos.
Os daré lo que más deseáis
Showgirls es una película simple, burda y en muchos momentos absurda, y a la vez, el guion de Joe Eszterhas demuestra tener grandes dosis de profundidad. Showgirls arranca y termina con una secuencia en espejo, que se retroalimenta. El mensaje de la película, rebozado entre decenas de pechos viene a decirnos lo que las grandes historias del cine clásico ya nos contaban. Esto es: Para llegar a lo más alto, tienes que ser una persona sin moral, capaz de escalar de la manera más cruel y sin importar cuántos cadáveres dejes por el camino.
Elizabeth Berkley interpreta a una chica joven que simplemente desea triunfar. Una chica sin pasado, de la que no conocemos casi nada, más allá de que parece tener un pasado un poco turbio (como si fuera un personaje de Clint Eastwood en una película de Sergio Leone). La interpretación hiperbólica de la actriz está totalmente buscada y va en consecuencia con el tono de la película. Desafortunadamente para ella, el público no fue capaz de ver lo exagerado de todo el asunto, y pensó simplemente que se trataba de una actriz histriónica.
El guion no es sutil explicando el poso ideológico de Showgirls, pero parece claro que tanto el director como el guionista pretendían tirar a la cara al espectador, así como a toda la sociedad hipócrita de Hollywood, todo aquello que en los años noventa se estaba cocinando y que terminaría desembocando en la sociedad hipersexualidad de hoy. Y sin embargo, Showgirls es una película en la que la sexualidad es tan Verhovevianamente exagerada, en la que todo resulta tan artificial, que es difícil sentir un mínimo de pasión ante lo que está sucediendo.
Un gran estética
Estéticamente, Showgirls no puede ser menos personalista. Paul Verhoeven despliega muchos troppos que son parte de su cine. Así tenemos las grandes coreografías como aquel cine babilónico de los años veinte, especialmente en los momentos de baile. Por supuesto, una puesta en escena con cámara en mano que solo es propia de un director con un gran talento y que brilla especialmente en los momentos en los que hay "Show", adentrándose en los vestuarios y mostrándonos desde las entrañas como funciona el Starsystem de las Vegas.
Conclusión de 'Showgirls'
Showgirls no es quizá la mejor película de uno de los grandes directores del siglo XX, pero desde luego no es aquel desastre que quisieron hacernos ver. Se trata de una película arrolladora que simplemente tocó algunos temas que la moral norteamericana no estaba preparada para afrontar. Afortunadamente, con el paso del tiempo ha conseguido ganarse ese status de película de culto de la cual gozan muchas otras películas del cineasta holandés.
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