Sing Sing se trata de un drama inspiracional, una película conmovedora sobre el poder sanador del arte, y dotada de una gran fuerza emocional gracias a la actuación de Colman Domingo (Euphoria: Las rayadas no son eternas). La cinta clausuró la Sección Oficial de la Seminci 2024 fuera de concurso. Con la ilusión de volver a contar historias humanas que indaguen en el tratamiento más conmovedor, Sing Sing nos pone en un contexto difícil de gestionar, para ofrecer una película de texto absoluto que ejerce como un despliegue de amor hacia la dramaturgia, en orden de opacar un miserable presente. Estreno el 10 de enero de 2025 en salas de cine españolas.
Crítica de 'Sing Sing'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Sing Sing
Título original: Sing Sing
Reparto:
Colman Domingo
Clarence Maclin
Sean Blackman
Paul Raci
David Giraudy
John Divine G Whitfield
Patrick Griffin
Mosi Eagle
James Williams
Brent Buell
Johnny Simmons
Sean Dino Johnson
Michael Capra
Año: 2023
Duración: 105 min.
País: Estados Unidos
Director: Greg Kwedar
Guion: Clint Bentley, Greg Kwedar, John H. Richardson. Obra: Brent Buell. Historia: Clarence Maclin, John Divine G Whitfield
Fotografía: Patrick Scola
Música: Bryce Dessner
Género: Drama carcelario
Distribuidor: Alfa Pictures
Tráiler de 'Sing Sing'
Sinopsis
Drama inspiracional basado en hechos reales donde un pequeño grupo de personas encarceladas en el Centro Correccional Sing Sing, una de las prisiones de máxima seguridad más famosas del mundo, intenta montar su propia producción original como parte de un taller de teatro. A través de las artes escénicas, estos hombres consiguen ver el mundo como un lugar por el que luchar. (Alfa Pictures)
Dónde se puede ver la película en streaming
Apariencia y fondo
La película sigue el testimonio de Divine G, un convicto que se encuentra ingresado en el centro de rehabilitación de Sing Sing y que, gracias a un programa artístico que organiza junto a otros presidiarios, logra sobrellevar el tiempo y darle un sentido romántico a su estancia en prisión.
La fuerza de Sing Sing se concentra en la forma en que aborda las emociones humanas; su frágil y sensato acercamiento a cada uno de los nombres principales del relato logra reflejar la agarrotada vida que estos soportaban día a día en la famosa correccional colindante al río Hudson. La contemplación y recorrido que se hace del escenario base de la cinta es efímero, pero, de alguna forma, logra que nos sintamos incluso más unidos a él. Es una cárcel a fin de cuentas, pero es importante no prescindir de que seres humanos habitan en estas instalaciones. Independientemente de sus antecedentes, estamos ante una jaula de almas y mentes pensantes esperando a ser juzgadas en donde en muchos casos su destino los ha llevado al lugar equivocado.
Sing Sing no se rige por estruendosos y excesivos momentos dramáticos, aunque claro que los tiene. Es una película que da la sensación de que tiene muy claro lo que quiere contar y cómo lo quiere contar; el respeto al relato es palpable y es evidente que hay un cariño en cada detalle de guión. La presentación de Divine G y su relación con su alrededor es interesante y refleja una parte del arquetipo del preso que ahonda más allá del historial delictivo y aspecto físico que tenga. Es un personaje que sabemos que es especial y para el espectador funciona como ancla inmediata hacia el resto de la trama.
Derroche poético
La cinta es sosegada y controla un ritmo a base de grandes escenas grupales y monologos entrañables que sin duda llenan la pantalla, pero es que Sing Sing, por dirección propia, no decide mostrar una cara más atrevida al momento de querer dar un mensaje rompedor hacia las instituciones penitenciarias y los juicios morales. En contraposición, se vuelca más a un terreno naive que busca lanzar golpes al corazón y no emprender una crítica mordaz que lo saque del núcleo lírico. Tal vez un equilibrio entre estos dos elementos auspiciado por medio del encanto del arte le habría dado una vuelta interesante al relato; pero es de reconocer que en su forma original funciona, y sostiene sus pretensiones de principio a fin.
La puesta en escena ronda lo clásico en gran parte; pero cuando Sing Sing nos empuja hacia la puerta del melodrama, esta se readapta para entregar instantes realmente desoladores y estéticos. En este aspecto, Sing Sing lo trata con cuidado y sabe bien que no puede alborotar la imagen, principalmente porque el corazón del mismo late en función de su reparto.
Fantásticas interpretaciones
El metraje de Greg Kwedar, un hombre que a lo largo de su joven filmografía ha sabido identificar y conectar su cine con las diferentes clases sociales americanas, presumiendo de retratar con atención los gestos humanos más honestos en sus protagonistas, en esta obra se consagra junto a la potente participación de un Colman Domingo que otorga un trabajo pasional sobre la estrecha relación entre lo racional y lo sensible.
Mientras que el director no subleva los recursos técnicos, la carga narrativa toma un peso vital. La teatralidad de Sing Sing brilla por sus fantásticas interpretaciones que homenajean a las personas necesitadas de una voz en momentos difíciles. Y con gran modestia consigue construir una historia de unión que expresa su arrebato gracias al bastidor, las luces, los vestuarios y las historias de cuento.
Conclusión de 'Sing Sing'
Sing Sing es un trabajo digno y por periodos destacado en su abordamiento a las minorías y fuerte motor emocional; no es una película que pretenda dejar un legado ni mucho menos, pero en su propia forma cumple con lo que promete y da pinceladas de genialidad que nos transportan al espacio escénico más intimista sumado a una historia verídica que alimenta más la importancia de su existencia.
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