Skinamarink se trata de una película canadiense que con tan solo 15 mil dólares de presupuesto ha conseguido sacudir gran parte del panorama indie cinematográfico. De hecho la película tuvo un estreno reducido en las américas donde llegó a cosechar prácticamente el millón de dólares, convirtiéndose de tal manera en un gran éxito económico. La película podrá verse en España en Filmin a partir del 27 de octubre de 2023.
Crítica de 'Skinamarink'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Skinamarink
Título original: Skinamarink
Reparto:
Jaime Hill (Mamá)
Ross Paul (Papá)
Lucas Paul (Kevin)
Dali Rose Tetreault (Kaylee)
Año: 2022 min.
Duración: 100 min.
País: Estados Unidos
Director: Kyle Edward Ball
Guion: Kyle Edward Ball
Fotografía: Jamie McRae
Música:
Género: Terror
Distribuidor: Filmin
Tráiler de 'Skinamarink'
Sinopsis
Hoy no duermes. El 'Poltergeist' de la era 'Tik Tok' que ha alcanzado un estatus de culto viralizándose como una de las películas más aterradoras de los últimos años. En una excepcional carta de presentación, el debutante Kyle Edward Ball cuenta la historia de dos niños que se quedan solos en casa mientras su padres han desaparecido en mitad de la noche. Una obra visionaria que, con un estremecedor diseño de sonido, invita a repensar el subgénero de casas encantadas combinando elementos del cine experimental y de YouTube.
Dos niños se despiertan en medio de la noche y descubren que su padre no está y todas las ventanas y puertas de su casa han desaparecido. (Filmin)
Dónde se puede ver la película en streaming
Cine experimental
La película dirigida por el canadiense Kyle Edward Ball está basada en un cortometraje anterior, que ya anticipaba la obra actual. Hemos de tener en cuenta que estamos ante una obra de cine experimental puro y duro, lo que seguramente echará a muchísimos espectadores de la película desde el inicio. Así que advertidos quedan, Skinamarink no es una película al uso.
Skinamarink está cimentada en base a unos planos estáticos que no encuadran lo que el cine generalista considera como normal. Ni siquiera estos planos concuerdan con nuestra visión humana. La mayoría de ellos están pensados para evocar la visión del infante. O mejor dicho, la visión que se ha quedado en la memoria del adulto sobre como de pequeño hemos procesado todas esas memorias infantiles. Porque ninguno de nosotros se acuerda de como era su rutina a los 4 años, exceptuando quizá algunos flashes de memoria puntuales. Esos flashes, que no son sino reconstrucciones posteriores de nuestro cerebro (está comprobado que alteramos la memoria a manera que crecemos) es lo que Skinamarink pretende reflejar mediante la puesta en escena. Y a fe que la puesta en escena consigue recrear de manera muy sui generis esa visión.
Memorias terroríficas
Skinamarink aspira a reconstruir una pesadilla infantil. El argumento es vago, impreciso, difícil de seguir (aunque existe). Se trata de un guion con múltiples visiones y puntos de vista, que no admite a colación lógicas como "final explicado" y demás conceptos tan de boga en la cinematografía contemporánea. Skinamarink se asienta en los sentimientos que pretende provocar al espectador mediante su juego cinematográfico, y que a la vez el espectador pueda sentirse identificado con algunas de esas pesadillas que todos tuvimos de pequeño. No estamos pues, ante una película lineal, a pesar de que curiosamente el director ha introducido una historia que a veces si parece querer contar con una introducción, nudo y desenlace.
Skinamarink se siente, no se procesa de manera racional, igual que de pequeños carecíamos tanto de consciencia como de racionalidad. Precisamente, una de las cosas que refleja la película es ese despertar de la autoconsciencia, hecho diferencial para algunos filósofos* de lo que nos convierte en seres humanos y no puros animales.
Imágenes para el recuerdo
Al fin y al cabo, lo que Skinamarink nos deja son una serie de imágenes, muchas de ellas perturbadoras. Para ello el cineasta ha recurrido a numerosos elementos que seguramente fueron para él decisivos en su infancia, como son las imágenes estáticas de la televisión, los dibujos animados sin contexto, las dimensiones de la casa en comparación con el cuerpo de la infancia...También es vital la fotografía que emplea la película, que utiliza numerosos filtros que varían a medida que avanza el metraje, como si fuera un crisol monocromo.
Conclusiones de 'Skinamarink'
Skinamarink es una de esas películas que quizá uno disfrute más después de haber visto y procesado que no durante su propio visionado. Sin embargo, uno puede reflexionar sobre ella y encontrar muchísimos debates que no dejan de ser propios de nuestra propia existencia. El terror como angustia vital y motor de nuestra vida desde la más tierna infancia.
*LIGOTTI, Thomas, Conspiración contra la especie humana, Ed. Valdemar, Madrid 2010.
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