Sound of metal es drama de corte independiente sobre la odisea de un batería de un grupo de rock que comienza a sufrir una pérdida casi total de la audición. Supone el debut en la ficción de Darius Marder, que hasta ahora solo había dirigido un documental. El reparto incluye a Riz Ahmed (Nightcrawler, Venom), Olivia Cooke (Ready player one, Purasangre) y Mathieu Amalric (La venus de las pieles, Quantum of solace). La película se presentó en el Festival de Toronto de 2019. Poco después Amazon compró los derechos de distribución. En Estados Unidos ha tenido unos pases limitados en cines desde el 20 de Noviembre. Desde el 4 de diciembre se puede ver en Amazon Prime Video.



Sound of Metal

Crítica de 'Sound of Metal'

Ficha Técnica

Título: Sound of Metal
Título original: Sound of Metal

Reparto:
Riz Ahmed (Ruben)
Olivia Cooke (Lou)
Mathieu Amalric (Richard Berger)
Tom Kemp (Dr. Paysinger)
Bill Thorpe (El hombre)
William Xifaras (Padre de Michael)
David Arthur Sousa (Rock Fan)
Paul Raci (Joe)
Michael Tow (Farmacéutico)
Lauren Ridloff (Diane)

Año: 2019
Duración: 130 min.
País: Estados Unidos
Director: Darius Marder
Guion: Darius Marder, Abraham Marder
Fotografía: Daniel Bouquet
Música: Nicolas Becker, Abraham Marder
Género: Drama. Música
Distribuidor: Amazon Prime Video

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Sound of Metal'

Sinopsis

Un baterista comienza a perder la audición y tiene que enfrentarse a un futuro que estará lleno de silencio.

Donde se puede ver la película



La vida en la carretera

Sound of metal comienza mostrando la vida bohemia y errabunda de un dúo de rock compuesto por Ruben (Riz Ahmed) y Lou (Olivia Cooke). Son un grupo sencillo, formado por la voz y guitarra de Lou, y por la batería de Ruben. Ambos, además, son pareja y llevan vida de carretera y manta, pero son felices. Cuando Ruben comienza a notar que todo a su alrededor pierde su sonido, y que está sufriendo una perdida de audición ya casi total, su mundo se viene abajo.

A cualquiera en sus circunstancias le temblarían las piernas, pero Ruben tiene el hándicap añadido de que la música es su forma de vida y su sustento. Su dolencia implica dejarla y dar un giro aterrador a su vida. Todavía en un estado de ánimo muy lejano a la aceptación, y lleno de confusión, Ruben descubre una colonia para sordos donde puede aprender a valerse por sí mismo (lenguaje de signos, etc.) y a aceptar su situación.

Ruben acepta quedarse un tiempo en la colonia, pero al coste de romper cualquier contacto con el exterior, incluida Lou. Tras este primer dilema, Ruben tendrá que hacer frente a unos cuantos más al darse cuenta, cada vez más a ciencia cierta, de su situación. Y es que sufrirá la tensión de decidirse a permanecer en un lugar donde se puede sentir aceptado o seguir su inextinguible instinto de volver al mundo, a algo parecido a su antigua vida.

Riz Ahmed
Copyright Tandem Films

Jugando con el sonido

Una de las características técnicas más interesante de Sound of metal el uso del sonido. Utiliza un ardid sencillo pero eficiente para que la película sea más inmersiva y comprendamos mejor el drama de Ruben. A veces escuchamos lo que cualquier persona sin sordera escucharía, a todo detalle, con un diseño de sonido cuidadísimo y puntilloso. Otras, sin embargo, Darius Marder nos hace escuchar lo que escucha Ruben. Es decir, absolutamente nada. Las escenas silentes nos resultan frustrantes, incluso opresivas, como si no entendiésemos nada de un mundo que sigue yendo a su propia velocidad. Cuando el sonido se recupera sentimos una sensación de alivio similar a quitarnos un enorme peso de encima.

Es decir, que no hacen falta subrayados melodramáticos, gestos histriónicos o una tragedia de baratillo para comprender el dolor de Ruben. El hecho de que sea batería, si bien las escenas musicales tampoco son tantas, añade un elemento físico de rabia, como si Ruben aporreando la batería descargase su ira contra el mundo. Sin embargo, no es un estallido sin control, Darius Marder nunca sobrepasa las líneas de la condescendencia. Alcanza bien el equilibrio.

Por lo tanto, The sound of metal no es una película que mire desde fuera al sufrido protagonista, regodeándose en el drama. Nos hacemos caminar junto a él, y sentir parte de su carga con un verismo y una naturaleza gratificantes. Todo parece verídico, plausible, natural. No es extraño tampoco que quizá haya algo de influencia del pasado de Darius Marder como documentalista (sin estar ni mucho menos ante un documental).

The sound of metal
Copyright Tandem Films

Un batería en busca de sentido

Sound of metal tiene también un buen tratamiento de actores. Riz Ahmed hace un trabajo descomunal, hay algo en su forma de mirar que transmite un estado de ánimo concreto con una facilidad asombrosa. Las miradas de dolor, de desconcierto, de miedo, conmueven sin grandes gesticulaciones. Transmite fielmente la odisea de un hombre que acaba de nacer a un mundo, donde la pérdida de audición ha trastocado todo asidero al que aferrarse. Probablemente una de las actuaciones del año.

La presencia de Ahmed casi opaca la del resto del elenco, pero también hay buenos detalles donde fijarse. Olivia Cooke cumple correctamente en el papel papel de compañera sentimental y compañera musical de Ruben. Particularmente en el tramo inicial de la Sound of metal su papel tiene relevancia dramática en todo aquello que tiene que ver con el sacrificio de separarse de Ruben, para que éste puede adentrarse en la colonia.

En esta colonia tendrá un guía espiritual, Joe (Paul Raci). Encarna con la sobriedad necesaria al maestro veterano que trata de iniciar a un discípulo en el dominio de unas virtudes que, a partir de entonces, serán directrices para vivir. A destacar también la presencia de un veterano ilustre, el actor francés Mathieu Amalric. Se encarga de interpretar al padre de Lou y aporta una toque de distinción a la película.

Riz Ahmed,
Copyright Tandem Films

El dilema vital de Sound of metal

Sound of metal, más allá de ser una película de superación y de valerosa confrontación contra una dolencia física, tiene otros temas. Algo tan aparentemente sencillo como qué hacer con tu vida. Ruben siento la llamada de volver al mundo, de abandonar la colonia y tratar de luchar por su antigua vida. Incluso a costa de su salud. En este apartado de elección entre lo adecuado clínicamente y lo deseado internamente recuerda, por ejemplo, a The Rider (2017). Solo es preciso cambiar el rodeo por la batería.

La evolución del personaje de Ruben se muestra con naturalidad, pero no de una forma facilona u obvia. Hay momento en los que disfruta de felicidad y pertenencia, en otros se deja llevar por el abandono y la soledad, o sencillamente es alguien que más que lidiar con sus oídos, tendrá que hacerlo con su mente. No es fácil el dilema. ¿Qué hacer cuando aquello que da sentido a tu vida se te deniega irreversiblemente? No hay una respuesta realmente fácil, y Sound of metal no las ofrece. Pero consigue que nos interesemos por el camino que tomará Ruben.

No es baladí que el protagonista sea batería y deba evitar los ruidos estentóreos. Si bien no es una película sobre la música (como Whiplash, p.ej) el drama es mucho mayor si la vida del protagonista está íntimamente relacionada con la audición. El guion, coescrito por Darius Marder, trata de forma inteligente un tipo de películas, a veces espinoso, como el de enfermedades.

Sound of metal
Copyright Tandem Films

Conclusiones de 'Sound of metal'

Sound of metal es una película sobre enfermedades, en este caso pérdida total de audición, que renuncia a cualquier recurso enfático y melodramático. Por el contrario hay una conseguida sensación de veracidad, de ausencia de impostación, evitando así la lágrima fácil. A ello ayuda tanto la extraordinaria actuación de Riz Ahmed, como un guion inteligente y sin golpes bajos. El diseño de sonido hace el resto. El resultado final es un reflexivo drama que constituye una de las agradables sorpresas cinematográficas de este año.

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