La publicación de Tea Rooms. Mujeres obreras de Luisa Carnés en Hoja de Lata hace algo más de cinco años fue un acontecimiento editorial que sirvió para reivindicar la figura de esta olvidada Sinsombrero. La historia de este grupo de mujeres de los años treinta, trabajadoras de una céntrica cafetería de Madrid, nos cautivó entonces y hoy vuelve a hacerlo en forma de obra teatral. Con dirección y dramaturgia a cargo de Laila Ripoll y un elenco formado por Paula Iwasaki, Silvia de Pé, María Álvarez, Carolina Rubio, Elisabet Altube y Clara Cabrera nos trasladamos al Madrid convulso anterior a la Guerra Civil.

Tea Rooms se podrá disfrutar en la sala Jardiel Poncela del Teatro Fernando Fernán Gómez de martes a domingo hasta el 30 de abril de 2022.



Tea Rooms

Crítica de 'Tea Rooms'

Ficha Técnica

Título: Tea Rooms
Título original: Tea Rooms

Reparto:
Paula Iwasaki (Matilde)
Silvia de Pé (Encargada)
María Álvarez (Antonia)
Carolina Rubio (Rosa/Laurita)
Elisabet Altube (Trini)
Clara Cabrera (Felisa /Marta)

Duración: 90 min. apróx.
Dirección: Laila Ripoll
Dramaturgia: Laila Ripoll
Texto: Luisa Carnés
Ayudante de dirección:
Héctor del Saz
Diseño de escenografía:
Arturo Martín Burgos
Construcción de escenografía:
Equipo Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa
Diseño de vestuario y plástica:
Almudena Rodríguez Huertas
Confección de vestuario:
Gabriel Besa Sánchez
Ayudante de vestuario:
Pablo Porcel Rojas
Diseño espacio sonoro y música original:
Mariano Marín
Video escena:
Emilio Valenzuela
Diseño de iluminación:
Luis Perdiguero
Producción: Teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa

Sinopsis de 'Tea Rooms'

Tea Rooms cuenta la historia de varias mujeres, empleadas de un distinguido salón de té cercano a la Puerta del Sol. Son Antonia, la más veterana; Matilde, alter ego de la autora; Marta, la más joven, a la que la miseria ha vuelto valiente y decidida; Laurita, la protegida del dueño, frívola y despreocupada; Teresa, la encargada, el perro fiel, siempre defendiendo a la empresa… Son mujeres acostumbradas a obedecer y a callar, acostumbradas a estirar un jornal que no da ni para comprar un billete de tranvía. Son mujeres que sufren, que sueñan, que luchan, que aman… Y Madrid siempre de fondo, un Madrid convulso y hostil, enorme y vivo. (TEATRO FERNÁN GÓMEZ). 



Tea Rooms
Foto de marcos G punto

Lucha obrera y feminismo

Entrar en la sala Jardiel Poncela, la menor del Fernán Gómez, es adentrarse en esa elegante cafetería de los años treinta donde transcurre la historia. El suelo ajedrezado, los mostradores cubiertos de cacharros y preparados para la faena, la antigua caja registradora y, al fondo, el escaparate repleto de delicias. Detrás, vemos pasar a los transeúntes, la lluvia, los tranvías. La voz poderosa de Paula Iwasaki, como Matilde, abre la obra con un monólogo en el que nos habla de los dos mundos en que está dividida la humanidad: los que suben por la escalera de servicio y los que utilizan el ascensor principal. Dos mundos que rara vez se cruzan y que nunca se mezclan.

Tea Rooms es la historia de ocho mujeres luchadoras y supervivientes, cada una con su drama personal. Salarios insuficientes, jornadas interminables, sin derechos de ninguna clase, se dejan la piel en esa cafetería atendiendo a una clientela variopinta. Los movimientos sindicales parece que pueden lograr alguna mejora. Sin embargo, ellas son víctimas también de otra clase de opresión, la de género, a la que deben enfrentarse solas. Matilde, Antonia, Rosa, Laurita, Trini, Felisa, Marta y la encargada forman un muestrario de mujeres vívido y lleno de autenticidad, como supo reflejar Luisa Carnés.

El reparto, íntegramente femenino, es sobresaliente. Paula Iwasaki, Silvia de Pé, María Álvarez, Carolina Rubio, Elisabet Altube y Clara Cabrera no solo brillan en su trabajo individual, sino que tienen una química entre ellas como pocas veces puede verse.  Paula Iwasaki da vida a Matilde, el alter ego de la propia Luisa Carnés, y tiene el peso de la voz narrativa. Sin embargo, el protagonismo es compartido con sus compañeras logrando una obra coral compensada y equilibrada.

Teatro Fernán Gómez
Foto de marcos G punto

Una experiencia inmersiva

Es digno de destacar el trabajo escenográfico de Arturo Martín Burgos. Logra aprovechar al máximo las posibilidades de la menor de las salas del Fernán Gómez. Con una cuidada distibución de los elementos, crea un espacio íntimo en el que el espectador se siente parte de lo que sucede en escena. Es un grandísimo acierto el diseño del escaparate que se convierte en una ventana a la calle, que es contraste y complemento del microcosmos que forman las protagonistas.

El diseño de vestuario a cargo de Almudena Rodríguez Huertas es también muy notable. Desde los uniformes de trabajo, hasta los elegantes conjuntos de Laurita (Carolina Rubio), la ahijada del propietario, vemos desfilar un buen número de atuendos, que no solo nos trasladan a los años treinta sino que tienen un especial significado como símbolo de la posición social de los personajes.

Teatro Fernán Gómez
Foto de marcos G punto

Actividades paralelas

Como es habitual en el Teatro Fernando Fernán Gómez la propuesta teatral se complementa con una serie de actividades paralelas abiertas al público. Para Tea Rooms están programados dos encuentros con los espectadores al finalizar la función, el 17 de marzo con motivo de la Noche de los Teatros y el 22 de abril, en la Noche de los Libros.

Dentro del Festival Ellas Crean, habrá una mesa redonda con el título Tea Rooms Mujeres Obreras​.  Teatro y compromiso social en la obra literaria de Luisa Carnés el día 25 de marzo a las 17h. Y el 22 de abril, también a las 17h., Juan Ramón Puyol moderará Luisa Carnés en tiempos de Tea Rooms.

Tea Rooms
Foto de marcos G punto

Conclusión

Laila Ripoll supera con sobresaliente el reto de adaptar con Tea Rooms la novela de Luisa Carnés a los escenarios. Gracias a las interpretaciones portentosas de sus seis actrices Paula Iwasaki, Silvia de Pé, María Álvarez, Carolina Rubio, Elisabet Altube y Clara Cabrera y a una escenografía envolvente, a cargo de Arturo Martín Burgos, que aprovecha todo el potencial de la sala, el espectáculo se convierte en una experiencia inmersiva como pocas. Llena de sensibilidad, pero también de humor, la obra mantiene el espíritu político de la novela. Una propuesta imprescindible en la cartelera teatral de esta primavera para disfrutar con toda la familia.

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María Zapata Clavería
Licenciada en Filología Clásica y Teoría de la Literatura. Profesora de día y teatrera de noche. Entre libros y pelis a tiempo completo.
tea-rooms-critica-teatroLaia Ripoll supera con sobresaliente el reto de adaptar con Tea Rooms la novela de Luisa Carnés a los escenarios. Gracias a las interpretaciones portentosas de sus seis actrices Paula Iwasaki, Silvia de Pé, María Álvarez, Carolina Rubio, Elisabet Altube y Clara Cabrera y a una escenografía envolvente, a cargo de Arturo Martín Burgos, que aprovecha todo el potencial de la sala, el espectáculo se convierte en una experiencia inmersiva como pocas. Llena de sensibilidad, pero también de humor, la obra mantiene el espíritu político de la novela. Una propuesta imprescindible en la cartelera teatral de esta primavera para disfrutar con toda la familia.

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