Hasta el estreno del tercer capítulo de Watchmen, la serie había invertido casi todo su metraje en mostrarnos a los nuevos personajes. La mató la basura espacial consigue que nos reencontremos con un nombre del pasado, Laurie Blake o Espectro de Seda, que ahora es agente del FBI.
Crítica del tercer capítulo de Watchmen
Resumen
- 1 Crítica del tercer capítulo de Watchmen
- 1.1 Ficha Técnica
- 1.2 Vídeo promocional del tercer capítulo de Watchmen
- 1.3 Sinopsis del tercer capítulo de Watchmen
- 1.4 Dónde se puede ver la serie
- 1.5 La comedia da lugar a la tragedia
- 1.6 Un duelo perecedero
- 1.7 Una llamada al pasado
- 1.8 Nostalgia de antifaz
- 1.9 El papel de Keane
- 1.10 Los términos de su cautiverio
- 1.11 El cliffhanger infinito
Ficha Técnica
Título: Watchmen
Título original: Watchmen
Reparto:
Jeremy Irons (Adrian Veidt)
Regina King (Angela Abar / Hermana Caballero)
Don Johnson (Judd Crawford)
Tim Blake Nelson (Wade / Looking Glass)
Louis Gossett Jr. (Will Reeves)
Yahya Abdul-Mateen II (Cal Abar)
Andrew Howard (Red Scare)
Tom Mison (Mr. Phillips)
Frances Fisher (Jane Crawford)
Jacob Ming-Trent (Panda)
Año: 2019
Duración: 59 min.
País: Estados Unidos
Director: Damon Lindelof (Creador), Steph Green, Nicole Kassell, Andrij Parekh, Stephen Williams
Guion: Damon Lindelof, Nick Cuse, Lila Byock, Christal Henry, Cord Jefferson, Carly Wray (Novela gráfica: Dave Gibbons, Alan Moore)
Fotografía: Chris Seager, Xavier Pérez Grobet, Gregory Middleton, Andrij Parekh
Música: Trent Reznor, Atticus Ross
Género: Thriller
Distribuidor: HBO España
Vídeo promocional del tercer capítulo de Watchmen
Sinopsis del tercer capítulo de Watchmen
Luego de una visita nocturna del senador, la agente del FBI Laurie Blake se dirige a Tulsa para hacerse cargo de la reciente investigación de asesinato. El señor de la mansión recibe una carta redactada con dureza y responde en consecuencia.
Dónde se puede ver la serie
La comedia da lugar a la tragedia
Laurie Blake, que finalmente ha aceptado el apellido de su padre, ha dejado su traje enmascarado para convertirse en una agente del FBI especializada en la lucha contra los vigilantes, y a la que el senador Keane envía a Tulsa para ayudar en la resolución del asesinato de Crawford.
Laurie no ha adoptado solamente el apellido Blake, su actitud ha pasado a ser algo muy cercano al nihilismo que transmitía el Comediante. Treinta años dan para mucho, y en el caso de Laurie para cambiar radicalmente de profesión, convertirse en alguien más fría, con un tono más amargo y con un sentido del humor bastante peculiar.
Un duelo perecedero
La interpretación por parte de Jean Smart es pura dinamita, consigue romper el tono contenido que había tenido la serie y no resulta una impostura. Es capaz de transmitir una cierta melancolía y al mismo tiempo una especie de rabia contenida que se libera en ciertos momentos.
Resulta muy interesante el duelo interpretativo que mantiene con Regina King durante la parte final del capítulo. No parece que sea una rivalidad que vaya a perdurar demasiado, están casi destinadas a entenderse para salir adelante. Aún así, es muy disfrutable ver a esas dos fuertes personalidades enfrentadas por ciertos aspectos de la investigación. Laurie sospecha que Judd ocultaba algo, y que a su vez Angela pretende encubrirlo de algún modo. Lo mostrado hasta ahora parece encaminado en esa dirección, como el apresurado funeral o la explosión del cadáver y consecuente imposibilidad de futuros análisis. Pero hasta el momento siguen siendo conjeturas sin un sustento sólido.
Una llamada al pasado
El hilo narrativo de fondo a lo largo del episodio es esa especie de mensaje interplanetario que Laurie envía al Doctor Manhattan. El gobierno ha creado una especie de cabinas en las que los ciudadanos pueden dejar sus mensajes que llegarán hasta unos receptores en Marte, donde el Doctor Manhattan tendría posibilidad de escucharlos. Parecen lugares más encaminados a ofrecer esperanza o consuelo a la población que una verdadera vía de comunicación con el Doctor Manhattan. Suponiendo que el azulado vigilante quisiera establecer ese contacto, su omnisciencia le permitiría hacerlo sin necesidad de tecnología alguna.
Laurie deja un mensaje bastante enrevesado a su antiguo amante, y lo hace en forma de chistes. A través de ellos repasa las actuaciones del Búho Nocturno, otro antiguo compañero sentimental, Ozymandias y el propio Doctor Manhattan a lo largo de los eventos del cómic.
Nostalgia de antifaz
El nuevo trabajo de Laurie es perseguir a los vigilantes, pero hay detalles que nos muestran cierta querencia por su época de justiciera con identidad oculta. Aún conserva ese búho que le recuerda a su antiguo compañero. Acaba teniendo un encuentro sexual con ese agente que lleva un antifaz, lo que le traerá recuerdos de sus encuentros con Dan, Búho Nocturno. Ese agente, llamado Petey, es el mismo que elabora los informes que ha ido publicando HBO y que recopilan datos aclaratorios sobre la situación del mundo al inicio de la serie.
Los encuentros con Looking Glass y Angela Abar son tensos, pero aún no sabemos hasta qué punto realmente repudia el trabajo de los vigilantes o se ve obligada a ello.
El papel de Keane
El candidato a la elección presidencial deja claro en su reunión con Laurie que lo realmente importante es que nada desacredite su legislación sobre la protección del cuerpo policial. Es su gran baza de cara la carrera electoral y si el asesinato de Crawford acaba mostrando fisuras en su plan, le hará desaparecer del panorama. Keane está sacando réditos de su política en Tulsa, y ya parece haber más ciudades interesadas en aplicar el mismo tipo de medidas.
No queda muy claro, pero Keane parece tener bajo algún tipo de presión a Laurie para que esta ejerza su labor. Según consta en algunos de esos apéndices publicados por HBO, Laurie fue detenida junto a Dan, Búho Nocturno, por violar la ley Keane. Se podría suponer que Laurie ha salido a cambio de estar al servicio de los designios de Keane, puesto que él mismo insinúa la posibilidad de liberar a Búho Nocturno en función de sus réditos políticos.
Los términos de su cautiverio
La serie había jugado en su dos primeros capítulos con la identidad del personaje que interpreta Jeremy Irons, pero en el tercero deja claro que se trata de Adrian Veidt, a través de su propia revelación. Conocemos algo más acerca de su extraña situación, pero aún siguen existiendo interrogantes al respecto. Sigue la incógnita respecto a una posible línea temporal alternativa que sugieren los aniversarios, en cada episodio se suma una nueva vela a la tarta.
Podemos observar como una figura con antifaz y a caballo impide que Veidt recoja su trofeo de caza con un disparo de advertencia. Este desconocido al que nombran como el Guardia del coto de caza, menciona en una carta dirigida a Veidt que está violando los términos de su cautiverio, por lo que deducimos que Ozymandias es un prisionero. Aún no sabemos quién lo condenó ni por qué razón está cumpliendo ese supuesto castigo. Lo que sí vemos es que conserva su antiguo traje y está dispuesto a utilizarlo.
El cliffhanger infinito
Después del tercer capítulo de Watchmen comienza a resultar repetitivo que la última escena de cada uno acabe siendo un gancho para los siguientes. Ciertamente las tres escenas conclusivas tienen algo en común y parecen seguir una línea continua, alrededor del personaje de Will. A pesar de ello comienza a resultar molesta y algo artificiosa esa necesidad de cerrar con una escena que envuelva un misterio.