Titane es la flamante segundo película de la directora francesa Julia Ducournau, que acabó alzándose con la Palma de Oro del pasado Festival de Cine de Cannes. Si bien es cierto que se reconocen varios elementos ya previamente vistos en su ópera prima “Crudo”, lo que nos trae Ducournau con Titane es una auténtica revolución cinematográfica. Transgresora, posmoderna y salvaje como pocas cintas que se hayan hecho en las últimas dos décadas, Titane es un relato queer y feminista que desquebraja la propia concepción de la identidad de género.
Para esta directora, los seres humanos vivimos enjaulados en nuestros propios cuerpos viscosos y putrefactos, apostando por contar historias humanas sin partir de etiquetas ni construcciones sociales. Es por ello que Titane se ve como una película revolucionaria y adelantada a su tiempo, causando un gran impacto y debate en torno a ella, desde que se estrenará en Cannes.
Titane está protagonizada por Agathe Rousselle, Vincent Lindon, Garance Marillier, Bertrand Bonello o por Dominique Frot, entre otros. Esta cinta será estrenada en las salas de cine españolas, este próximo viernes 8 de octubre. Puedes leer AQUÍ otra crítica realizada por Cinemagavia de esta película.
Crítica de 'Titane'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Titane
Título original: Titane
Reparto:
Vincent Lindon (Vincent Legrand)
Dominique Frot (La dame Macarena)
Agathe Rousselle (Alexia / Adrien)
Nathalie Boyer (La ambulancia)
Myriem Akeddiou (La madre de Adrien)
Théo Hellermann (Jeune bus)
Anaïs Fabre
Mehdi Rahim-Silvioli
Lamine Cissokho (Jerome / Jupi)
Céline Carrère (La madre de Alexia)
Mara Cisse (Jeantet)
Año: 2021
Duración: 108 min.
País: Francia
Director: Julia Ducournau
Guion: Julia Ducournau
Fotografía: Ruben Impens
Música: Séverin Favriau, Jim Williams
Género: Thriller. Drama
Distribuidor: Caramel Films España
Tráiler de 'Titane'
Sinopsis
Un joven con la cara magullada es descubierto en un aeropuerto. Dice llamarse Adrien Legrand, un niño que desapareció hace 10 años. Para su padre, Vincent, esto supone el final de una larga pesadilla y lo lleva a casa. Simultáneamente, se suceden una serie de horribles asesinatos en la región.
Sarabande
Los primeros veinte minutos de Titane son demoledores, mostrándonos una serie de acontecimientos que determinan todo el devenir de la historia. Se entremezcla el erotismo con imágenes que estremecen, generando así todo tipo de emociones encontradas desde el comienzo. Muchos tildaran a este potente arranque de provocador, aunque esto acabe siendo una pequeña pincelada de lo que Julia Ducournau nos tiene preparados. No obstante, me niego a calificar a Titane como una película que juega con una provocación impostada, ya que tiene más que ver con la meta narrativa en la que quiere profundizar la realizadora.
Ella hace uso de lo más deplorable de la sociedad actual, para luego incidir en ello desde una visión transgresora. La escena del coche que protagoniza Alexia, representa la cosificación del hombre a hacia la mujer, más que una mera escena de provocación impostada. De hecho, una de las cosas más interesantes del film, es el cómo retrata los distintos cuerpos que vamos viendo. El desnudo está muy presente a lo largo de toda la película, pero no se llega a representar bajo un solo canon de belleza. Se normaliza y se visibiliza los distintos tipos de cuerpo, sin una intencionalidad de sexualizarlos.
She´s not there
El personaje de Alexia o Adrien, es de los personajes más fascinantes que nos ha brindado el cine en los últimos años. Este personaje interpretado por la maravillosa actriz Agathe Rousselle, rompe con todos los arquetipos de hombre y de mujer, siendo el personaje más transgresor que se haya visto en la gran pantalla últimamente. El viaje personal que emprende este personaje es puramente magistral, viéndose impregnado principalmente del instinto más primigenio de supervivencia.
El terror de ser mujer y vivir en una sociedad aun puramente patriarcal, es lo que le acecha a la protagonista de manera constante; algo que despierta en ella su lado más sádico. Es debido a ello, que el personaje que nos muestra Ducournau en Titane, es a la vez un prototipo de personaje queer y feminista. El transito que hace el personaje es bastante significativo y tremendamente emotivo de principio a fin. Primero se reflexiona del trato que existe entre lo humano y lo artificioso, y como nos vemos sometidos y penetrados por ello como individuos. Esto conduce a otra reflexión sobre el individualismo y el colectivismo, cuando la protagonista conoce al personaje de Vincent interpretado por el actor Vincent Lindon.
God and Drug
El tándem que hacen Vicent Lindon y Agathe Rousselle es impresionante, teniendo una rara pero hipnótica química en pantalla. El encuentro y relación que establecen sus dos personajes, es enternecedora, triste, pero sobre todo esperanzadora. Asistimos a la historia entre dos almas solitarias consumidas por los golpes de la vida, que pese a ser muy distintos a priori entre sí, acaban necesitándose el uno al otro. El ejercicio de tolerancia y de amor sin límites que vemos entre ellos dos, nos atrapa y nos asfixia como espectadores, para luego acabar desembocando en un mar de emociones inconexas entre sí.
Por último y en relación con su final, me viene a la cabeza algo que le escuche decir a Spielberg en relación con el final de “2001: Odisea del espacio”. Spielberg afirmaba que Kubrick había conseguido con ese final, mostrar la mayor muestra de humanidad y esperanza que se hubiera visto hasta la fecha en la historia del cine. Pues bien, sin intentar endiosar más la figura de Julia Ducournau, me sale decir que el final de Titane, representa del mismo modo el mayor ejercicio de empatía y esperanza por el ser humano, que se haya visto en mucho tiempo en el cine. Una experiencia llena de solemnidad y de emoción la que nos brinda este final.
Conclusión de 'Titane'
Titane es una de las películas más revolucionarias y transgresoras que jamás se hayan hecho. Una película adelantada a su tiempo, la que nos obsequia la audaz realizadora parisina Julia Ducournau. Su historia y personaje principal, rompe con todos los arquetipos y construcciones sociales relacionados con la identidad de género, haciendo que la trama vaya atrapando más y más al espectador.
Por otro lado, cuenta con un tándem protagonista casi insuperable, que consiguen sumergirnos en una mezcolanza de emociones encontradas. Queer y feminista a más no poder, Titane va a ser una de esas películas que recordaremos con el paso del tiempo. La revolución cinematográfica está aquí y tiene nombre y apellido: Julia Ducournau.
Reportaje de Titane en Días de Cine TVE
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TITANE: Un nuevo modo de hacer cine
Parece obligado que al hablar de TITANE de Julia Ducournau haya que referenciarla con CRUDO. De un tiempo a esta parte parece que las series que emiten las cadenas de televisión impactan y las referencias, gestos de personajes –perfil- se repiten o se citan de proyecciones anteriores tanto en personajes como de actores.
Parecen decir estos comentarios concretos: si no has visto CRUDO, no te vas a enterar en TITANE. Y la verdad es que me parece que ni es para tanto ni un buen entendimiento de Titane obliga a ver CRUDO para saborearla cinematográficamente al máximo. Ocurre que más bien da la impresión de que el cine se está semejando muy mucho a las series de televisión. Ni para bien ni para mal. Es por la forma de tratar los guiones y los contenidos. Por otra parte el cine juega con las características humanas del espectador con memoria, con capacidad auditiva, con capacidad de procesamiento, índices de relación, efecto de la risa (risa/silencio, tan difícil de conseguir con los públicos actuales) y a capacidad de aprovecharlo por el artista…)Y abusa de otras artes en detrimento del concepto de cine.
Ahora , se suma la serie de efectos, cuantos más se superpongan más anonadado queda el espectador. Algún técnico apuntaba como ilustración una secuencia del EXODO. MOISÉS ( el no va más en destrucción y masas). Y TITANE será referente en cuanto a efectos de colores, luces, música, efectos especiales innovadores…
Una placa de titanio, simplemente, pudo ser el título. La placa como significativo de cuerpo invadido por el metal, por las máquinas. Placa aceptada, entre mixtura de parte humana y parte de metal, aceptación humana del hijo que es hija, pero en el fondo de la lectura querer parecerse no basta para parecerse. Para los posibles escandalizados, también el padre, personaje lejano en edad y profesión al Alexia -.Adrian (jóvenes) o al grupo de bomberos (adultos), se pone esteroides queriendo alterar su cuerpo. Si esos comentarios pueden percibirse en la evolución física de los protagonistas, sigue en el fondo la clara y potente lacra en la conducta humana de la ausencia de características de maternidad y paternidad tanto en el acercarse para emparejarse como en la unión y rápida separación de las parejas de hecho y de derecho.
Ni compromiso ni responsabilidad. Ambos conceptos rompen la ortodoxia de identidad personal en sus conductas: mujer, hombre, homosexualidad, heterosexualidad y otros componente humanísticos… Una película para darle muchas vueltas.