Willem Dafoe es un actor excepcional, pero es tan personaje que hasta los Venga Monjas le dedicaron una canción. Ahora presenta nuevo trabajo de la mano de Abel Ferrara, uno de sus directores fetiche. Se trata de Tommaso, un drama introspectivo sobre un artista norteamericano afincado con su mujer y su hija en Roma. Estreno el 25 de septiembre. Puedes leer AQUÍ otra crítica de esta película realizada por Cinemagavia.
Crítica de Tommaso
Resumen
Ficha Técnica
Título: Tommaso
Título original: Tommaso
Reparto:
Willem Dafoe (Tommaso)
Cristina Chiriac (Nikki)
Anna Ferrara (Deedee)
Stella Mastrantonio
Lorenzo Piazzoni (Alumno de Tommasso)
Alessandro Prato
Alessandra Scarci (Alessandra)
Año: 2019
Duración: 115 min.
País: Italia
Director: Abel Ferrara
Guion: Abel Ferrara
Fotografía: Peter Zeitlinger
Música: Joe Delia
Género: Drama
Distribuidor: Capricci Cine Distribución
Tráiler de Tommaso
Sinopsis
Tommaso, un artista estadounidense, vive en Roma con su esposa Nikki y su hija DeeDee. Exdrogadicto, ahora lleva una vida ordenada, acompasada con el ritmo de la escritura de guiones, la meditación, las reuniones de Alcohólicos Anónimos, el aprendizaje de italiano o sus clases de teatro. Pero Tommaso es extremadamente celoso y su peligrosa imaginación se confunde con la realidad. (Capricci Cine Distribución)
Dónde se puede ver la película
Abel Ferrara presenta a Tommaso
Como si nos hubiese revelado su diario personal, el realizador Abel Ferrara presenta a Tommaso. Aunque se trate de una historia ficticia, deja pistas evidentes sobre quién ha sido su inspiración para crearla. Y, para ponerle rostro, utiliza a su amigo y ya habitual en su filmografía Willem Dafoe como su alter ego. La decisión es acertada, porque el bueno de Dafoe es un actor muy introspectivo, y además conoce de cerca esta historia. La de un hombre norteamericano que se ha mudado a Roma con su mujer y su hija e intenta superar problemas personales. Tomasso es un actor que compagina sus clases de interpretación en la escuela mientras prepara un guion de cine. Pero, como siempre, en la vida de un artista hay obsesiones que lo van matando por dentro. Y si encima ha tenido problemas con el alcohol, surgen los demonios y las alucinaciones en su ser.
Nacido en el Bronx como descendiente de italianos e irlandeses, su filmografía está repleta de gánsteres y violencia sexual. En su etapa crepuscular, en cambio, ha abandonado la lucha callejera; pero aún no está saciado de libido. Porque con Tommaso, Abel Ferrara enseña literalmente su corazón en un puño. No esconde sus repentinos deseos y visiones sexuales. Incluso cuando acompaña a su hija Dee Dee a jugar en el parque con amigas. Es difícil mantener relaciones con un hijo pequeño en casa, como le ocurre a Tommaso con su mujer Nikki.
Otra pista es que Tommaso está inmerso en un trabajo que tiene similitudes con Siberia (2020), próximo film de Ferrara. La cual, además, supone una nueva colaboración con Dafoe. Y para más inri, Christina Chiriac y Anna, esposa e hija del director, interpretan a la familia del protagonista. Sin olvidar que Roma es su actual residencia.
Un proyecto muy personal
La producción está más cerca de algo casero que del producto propio de un director que fue aclamado en Hollywood. Se deja entrever que Ferrara llevó a cabo el proyecto de manera muy personal. Porque de verdad quería contar sus inquietudes como artista, pero también desvelar sus vicios ocultos. Nadie duda ya que ha tenido problemas con las drogas. Juega también con la proyección de los pensamientos del protagonista como si fueran reales. Y esto confunde en ocasiones al espectador. Sin tener un ritmo frenético, la tensión va in crescendo.
Tommaso va creándose un mundo en su interior que no le deja respirar, que lo hace revolverse. Cuando son los demás (su familia), desconfía; no cuando viene de su parte. Actúa como un lobo solitario justificándolo en la diferencia de edad con su mujer. Razones no le faltan al artista para sentirse inseguro en medio de su soledad.
Se pasean infinidad de personajes secundarios por la pantalla sin continuidad en la vida de Tommaso. Clases de italiano, lecciones en la escuela de interpretación y reuniones de alcohólicos anónimos. Son los escenarios donde se mueve Tommaso en su vida cotidiana al margen de su hogar y su familia. Es decir, que lleva dos vidas aparentemente paralelas. Una muy social y otra muy psicópata. Sin abandonar su narcisismo hasta el punto de compararse con Jesucristo. Un guiño cinéfilo a Willem Dafoe, nadie mejor que él para representar tal desequilibrio.
Hay quienes le entregarían el premio a mejor actor todos los años. Cabe añadir que algunos de los testimonios en las sesiones de rehabilitación sorprenden y brillan. En cualquier caso, Abel Ferrara construye un relato profundo y consistente sin que la falta de medios lo condicione. Demostrando una vez más por qué hay quienes piensan que es un maestro del cine.
Conclusión de "Tommaso"
Como dijo una vez Abel Ferrara, practica tan poco el budismo como el catolicismo porque va directo al grano. Él mismo se define tan bien que podría servir igualmente para Tommaso. En el film se aprecia la influencia de ambas religiones en el ser del protagonista. Al igual que los temas que más preocupan ahora mismo al director. Como ser humano, el paso del tiempo, el bienestar de los suyos, la pérdida de confianza o la falta de afecto.
Y como artista, encontrar todavía motivos de inspiración para crear realidades imaginarias. Sin embargo, cuando se confunde todo en mitad de un proceso de superación personal, puede verse afectado emocionalmente. Más si ha estado luchando contra la dependencia al alcohol. Todo ello contado de forma modesta, porque en el cine, como bien saben los maestros, la historia es lo esencial. Por suerte tiene a Willem Dafoe de su lado para expresarla.
Reportaje de Tommaso en días de Cine TVE
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