En el 2015, Dennis Hauck sorprendió a propios y extraños con su primer largometraje: Too Late. Lo presentó en el Festival de cine de Los Ángeles, después de haber mostrado al mundo su pericia en la dirección con los cortometrajes Al’s Beef y Sunday Punch. El director novel se valió de la veteranía de un actor como John Hawkes (Las Sesiones, Winter’s Bone, La familia que tu eliges), quien asume el rol protagonista. Un detective privado se abre paso por el mundo de la noche de Los Ángeles, siguiendo los pasos de una joven stripper con quien tiene algo personal. Su camino es desordenado, rodado en contundentes planos secuencia y cargado de los viejos, pero siempre satisfactorios, códigos del cine negro.
Crítica de 'Too Late'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Too Late
Título original: Too Late
Reparto:
John Hawkes (Mel Sampson)
Crystal Reed (Dorothy Mahler)
Natalie Zea (Mary Mahler)
Dichen Lachman (Jill)
Rider Strong (Matthew)
Dash Mihok (Jesse)
Robert T. Barrett (Bar Patron)
Brett Jacobsen (Fontaine)
Joanna Cassidy (Eleanor Mahler)
David Yow (Arthur)
Jeff Fahey (Roger)
Robert Forster (Gordy Lyons)
Monica Olive (Chica del billete)
Vanessa Sheri (Chica biquini)
Vail Bloom (Janet Lyons)
Año: 2015
Duración: 107 min.
País: Estados Unidos
Director: Dennis Hauck
Guion: Dennis Hauck
Fotografía: Bill Fernández
Música: Robert Allaire
Género: Drama. Cine Independiente
Distribuidor:
Tráiler de 'Too Late'
Sinopsis
Explora la relación complicada entre un investigador privado con problemas y la mujer desaparecida que tiene que encontrar. Una historia sobre una mujer que ha desaparecido y un hombre que se encuentra perdido.
Dónde se puede ver la película en streaming
El detective y la stripper
A Samson, el solitario detective que encarna John Hawkes, le surge el caso más crucial de toda su carrera cuando recibe la llamada de Dorothy (Crystal Reed), una stripper joven que conoció tres años atrás y con la que no ha vuelto a hablar desde entonces. Dorothy, que ya con su nombre evoca más al idealismo de su tocaya del Mago de Oz que no al cinismo de sus compañeras en el mundo de la noche, se ha metido en un problema de los gordos.
Samson, es decir, Hauck detrás de las cámaras, no sigue el caso de forma ordinaria, sino que la historia de Too Late es narrada en cinco capítulos presentados desordenadamente. Los capítulos, a su vez, se cuentan en forma de plano secuencia, llegando cada uno de ellos a los 22 minutos máximos que permite una toma en 35 mm. Con esta caótica narrativa, nos encontraremos el desenlace de la historia antes de tiempo. Aún así, y gracias al último capítulo que sirve como epílogo, la historia de Too Late no es solo coherente, sino que su desorden queda justificado como algo más que una imitación a la narrativa serpenteante de Pulp Fiction.
Hijo de muchos
Hablando de referentes, es imposible no ver la película sin pensar de manera constante en las evidentes inspiraciones e influencias del director. El nuevo Hollywood de los 70 está más que presente, desde la pantalla partida de Brian de Palma a ese protagonista al borde del abismo, heredero del Travis Bickle de Taxi Driver. Luego tenemos a Tarantino, por supuesto, e incluso algo de Guy Ritchie. Todo un cóctel de maestros que el director debutante ha querido homenajear. Es precisamente por ese querer parecerse a tantos que a Too Late le falta identidad. En ese sentido, no deja de intuirse como la ópera prima de un estudiante de cine que ha querido poner a la práctica todo aquello que ha aprendido de otros cineastas, desde el guion al apartado técnico. Y en ese afán, algunas cosas han salido mejor que otras.
Los planos secuencia están ejecutados muy solventemente, si bien no siempre son la forma más acertada de acercarnos a la acción. En algunos de los capítulos el plano secuencia funciona la mar de bien para aumentar la tensión o anticipar la acción, en otros su razón de ser queda mucho más diluida. Lo que ninguno de los capítulos deja de ser es entretenido. Al César lo que es del César.
En la ciudad de los ángeles
Un claro ejemplo de buen uso del plano secuencia es el segundo capítulo. A parecer personal, el mejor de la cinta. Samson se mete de lleno en la boca del lobo, sentándose cara a cara con el viejo mafioso que hay detrás de todo el meollo, caracterizado por Robert Forster. Pero si hay una estrella en esta secuencia es la mujer trofeo del mafioso, Janet (Vail Bloom), que desde luego rompe con la visión estereotipada de su rol y nos deja con ganas de saber más de ella y de su mundo. Por la cámara pasan otros secundarios a recordar, como la nada romántica Jill (Dichen Lachman) o Matthew (Rider Strong), un psicópata tan bien plantado como odioso.
Pese a este plantel de personajes y la confusión inicial que despierta su estructura, esta historia es más sencilla de lo que pueda parecer, y Samson y Dorothy son los ejes sobre los cuales gira todo. Una relación de la cual vamos sabiendo más a cada plano secuencia, haciéndose más creíble a cada poco. Los personajes de Too Late no son ni frescos ni originales, pero al llegar al epílogo, muy resultón por sí solo, quedaremos satisfechos con su recorrido. Mención aparte merece la buena elección de localizaciones. Alternando entre el día y la noche, los paisajes capturan con éxito la esencia de Los Ángeles y sus alrededores: una casa de lujo en las colinas, bares nocturnos y locales de sriptease, o un autocine alejado de la mano de Dios, donde llegan los que huyen y los descarriados.
Conclusión de 'Too Late'
Aunque no aporta nada nuevo al género, Too Late aprovecha los recursos que han asentado otras obras. Y, visualmente, lo hace de forma más que correcta. Está demasiado salpicada de referencias a otros cineastas que salen mejor o peor, pero es de todos modos la carta de presentación de un cineasta al que tener en cuenta en el futuro. Su historia desordenada consigue lo más importante: mantenernos pegados a la pantalla.
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