“Un Estado democrático, fracasa inevitablemente cuando utiliza los mismos métodos ilegales que sus adversarios”, esta línea de diálogo resulta fundamental para comprender el complejo entramado de conductas reprochables dentro de gobiernos democráticos en la lucha contra el narcotráfico. Como adulto, uno a veces se cuestiona si el combate antidrogas es efectivo. No importa cuántos controles en aeropuertos o en fronteras existan, el contrabando pareciera no tener límites. En ocasiones nos preguntamos si acaso las autoridades estarían vinculadas. Un escándalo de Estado es una aproximación a responder esa interrogante. Se estrenó el pasado 22 de julio en España.
Título: Un escándalo de Estado Título original: Enquête sur un Scandale d'Etat
Reparto: Roschdy Zem (Hubert Antoine) Pio Marmaï (Stéphane Vilner) Vincent Lindon (Jacques Billard) Julie Moulier (Julie Mondoloni) Alexis Manenti (Alexis Novinard)
Año: 2021 Duración: 120 min País: Francia Dirección: Thierry de Peretti Guion: Thierry de Peretti y Jeanne Aptekman Fotografía: Claire Mathon Género: Thriller Distribución: Vercine
Un escándalo de Estadonos lleva a octubre de 2015. Los agentes de aduanas franceses incautan siete toneladas de cannabis en el corazón de la capital. El mismo día, Hubert Antonie, un antiguo topo con un pasado turbulento, contacta con Stéphane Vilner, periodista de Libération. Asegura que puede demostrar la existencia de un narcotráfico de Estado liderado por Jacques Billard, figura mediática y policía francés de alto rango. Aunque al principio se muestra suspicaz, el joven periodista finalmente se sumerge en la investigación, que le lleva a los rincones más oscuros de la República. (VERCINE).
Un escándalo de Estado está inspirado en el libro "El Infiltrado" de Hubert Avoine y Emmanuel Fansten, con referencias, a su vez, a la figura de François Thierry. Policía francés, a quien se le acusó de vínculos con el crimen organizado cuando ejercía como jefe de la Oficina Central para la Represión de Tráfico Ilícito de Estupefacientes OCRTIS, por sus siglas en francés.
Al principio de la obra, se puede ver un aviso de advertencia por parte de los productores, en donde se reafirma que los personajes son completamente ficticios.
Periodismo de investigación
Un escándalo de Estado hace que logremos creer en ese periodismo de investigación. Una estirpe que deja profundas satisfacciones cinematográficas como el caso Watergate, llevada a la pantalla como bajo el título de Todos los hombres del presidente. El Quinto Poder, película que habla sobre las filtraciones de información realizadas por Julian Assange.
Con un periodismo cada vez más dependientes de grandes corporaciones o de las directrices de los Estados, resulta destacable un profesional que escriba en los tabloides sobre un tráfico de drogas que es respaldado por altos funcionarios. Casos como estos no solo ponen en peligro la carrera, sino la vida. El asesinato de periodistas que van “más allá” está solventemente retratado en la película Verónica Guerrin, cuya investigación también se fundamentaba en el tráfico de drogas.
El infiltrado, personaje clave del relato, cuenta los detalles de las relaciones entre el gobierno y el narcotráfico.
Fotografía claustrofóbica y misteriosa
Un escándalo de Estado está filmada en 1:1.33, esto quiere decir que la imagen es más cuadrada que aquella rectangular y panorámica que vemos regularmente en los cines. Más parecida a los televisores antiguos que a los nuevos. Esto crea una atmósfera de encierro y limitaciones que se ponen al servicio de la historia entre dos fuerzas que se oponen: un periodista que intenta descubrir y un Estado que pretende ocultar. Una fotografía realista que se apoya en las sombras para darle a todos los personajes un lado oscuro, idea central del tono de la película.
Un escándalo de Estado tiene todos los elementos de aquellos policiales que mantienen al espectador a su asiento hasta resolver todas las inquietudes planteadas, sin embargo, tiene ritmo irregular. Es tanta la información que una pequeña falta de atención puede hacer que el espectador pierda el hilo y se sienta frustrado los siguientes minutos al no entender muy bien lo que sucede. En pocas, perderse en un entramado tan profundo es cosa fácil.
España como país fronterizo de Francia, no escapa de responsabilidades dentro del argumento de la película y quizás, de las escenas más interesantes es aquella que detalla la colaboración con tintes oscuros entre estos dos países desde los tiempos de la Guerra Civil española a la actualidad.
Conclusión
Un escándalo de Estado tiene un argumento interesante e inquietante. Difícil de seguir y necesita altas dosis de concentración por parte de quien la mire. Por suerte en los últimos minutos se brinda un buen resumen de todo lo que ha pasado y deja un turbio mensaje que nos dirige a todos hacia una “oscuridad” inevitable.
Reportaje de Un escándalo de Estado en Días de Cine TVE