Paul Thomas Anderson (Licorice Pizza, El hilo invisible) vuelve a la gran pantalla con una obra que no se conforma con ser solo entretenimiento, sino que apuesta a lo grande por el riesgo y la complejidad. Una batalla tras otra es un torbellino visual e íntimo que, apoyado en la potente química entre Leonardo DiCaprio (Los asesinos de la luna) y un elenco de primera línea, explora la radicalización política, la paranoia tecnológica y la ambigüedad moral con una valentía que exige atención y reflexión. No es una película cómoda ni lineal; es un cine que incomoda, sacude y fascina, con capas narrativas, un pulso visual brillante y una fuerza autoral que la convierten en una parada obligada para quienes buscan cine que desafía y provoca. Estreno el 26 de septiembre de 2025 en salas de cine españolas.



Una batalla tras otra

Crítica de 'Una batalla tras otra'

Ficha Técnica

Título: Una batalla tras otra
Título original: One Battle After Another

Reparto:
Leonardo DiCaprio (Bob)
Sean Penn (Coronel Steven J. Lockjaw)
Benicio del Toro (Sensei Sergio St. Carlos)
Regina Hall (Deandra)
Teyana Taylor (Perfidia)
Chase Infiniti (Willa)
Alana Haim (Mae West)
Wood Harris (Laredo)
Shayna McHayle (Gatito de la jungla)
D.W. Moffett (Bill Desmond)
John Hoogenakker (Tim Smith)
Jim Anderson (Detective del sheriff)
Jack Trout (Trabajador del gobierno)

Año: 2025
Duración: 161 min.
País: Estados Unidos
Director: Paul Thomas Anderson
Guion: Paul Thomas Anderson. Novela: Thomas Pynchon
Fotografía: Paul Thomas Anderson, Michael Bauman
Música: Jonny Greenwood
Género: Acción. Thriller
Distribuidor: Warner Bros Pictures España

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Una batalla tras otra'

Sinopsis

Bob, el ya acabado revolucionario (Leonardo DiCaprio) existe en un estado de paranoia y drogado. Sobrevive desconectado de los demás con Wilma, su enérgica y auto-suficiente hija (Chase Infiniti). Cuando su malvado archienemigo (Sean Penn) reaparece al cabo de 16 años y ella desaparece, el ex radical lucha para encontrarla. Tanto la hija como el padre tienen que luchar contra las consecuencias del pasado de éste. (Warner Bros Pictures España)

Dónde se puede ver la película en streaming



Maestría visual de Anderson

Desde los primeros planos, queda claro que Paul Thomas Anderson no ha perdido ni una pizca de su implacable ojo para el detalle y la atmósfera. La dirección en Una batalla tras otra se muestra en toda su plenitud con una fotografía que alterna composiciones austeras, casi minimalistas, con secuencias cargadas de un colorido febril y un uso calculado de la iluminación que transmite tanto opresión como caos. Esta dualidad visual es la base sobre la que descansa la sensación constante de paranoia y riesgo, reflejando el mundo fragmentado que Anderson quiere retratar. Además, la inclusión de planos secuencia y movimientos de cámara precisos otorgan a la película un ritmo que oscila entre el latido vertiginoso de la acción y la pausa contemplativa del drama íntimo, un contraste que amplifica el impacto emocional.

Si atendemos al diseño de producción, observamos la combinación de ciertos elementos retro-futuristas y texturas que van de lo crudo a lo desgastado. Este mix forma parte del diseño conceptual del director, que no es otro que construir un contexto creíble, que se pueda tocar, en el que uno pueda sufrir esa vigilancia extrema y la radicalización de los personajes. Asimismo, Paul Thomas Anderson apuesta fuerte no limitándose a simplemente representar el escenario, sino que lo dota de absoluto protagonismo. Forma parte del reparto, es más omnipresente que el mismo y oprime a los personajes como manda la pauta. Esto hace que el espectador también se sumerja por completo en una experiencia inquietante, tantas veces perturbadora, y eminentemente agotadora.

Una batalla tras otra película

Intriga política y radicalización

En el trasfondo de Una batalla tras otra late una trama que no escatima en complejidad y riesgo narrativo. Adaptar las ideas y el espíritu de la novela de Thomas Pynchon era una tarea titánica, y si bien el guion de Paul Thomas Anderson ajusta elementos para hacer la historia accesible, mantiene cierta densidad que puede confundir sin dejar de aportar un sabor auténtico y enrevesado. La narrativa no se desarrolla de forma lineal, lo que subraya el caos argumental y temático: la radicalización, la desinformación, la manipulación mediática y los dilemas éticos que saltan de la esfera privada a la social.

Los personajes, sobre todo el de Leonardo DiCaprio, suponen una enorme ancla dentro de la red de relaciones y motivaciones personales. Una batalla tras otra desprende un enorme aroma a desarrollo de esas culpas, redenciones y luchas internas que anclan el relato a unos pilares humanos y emocionales. Los diálogos están construidos con gran sutileza, así como inteligencia para injertar un humor negro que en otras ocasiones podría entorpecer. Es más, el equilibrio es asombroso, la historia no solo no se hunde bajo el increíble peso que sostiene, sino que se eleva con una ambición perfectamente medida. Igualmente, no estamos ante una cinta complaciente ni comercial, exige que prestes atención, te involucres y cuestiones los debates planteados.

Regina Hall

DiCaprio y un reparto de peso

Como siempre digo, las grandes películas se construyen sobre grandes personajes, y esto solo es posible gracias a unas interpretaciones de altura. En el caso de Una batalla tras otra, son el eje que balancea la densidad temática y la prestación emocional. Qué voy a decir a estas alturas de Leonardo DiCaprio, un fenómeno, el mejor. En esta obra ofrece un registro diferente al acostumbrado, una actuación contenida y cargada de matices, una figura muy compleja alrededor de ese varón en crisis. Especial atención merecen sus miradas, sus silencios y los detalles que respiran esa carga que asume su protagonista.

A su lado están Benicio del Toro y Sean Penn, como nombres más destacables, que añaden capas adicionales de intensidad y ambigüedad moral, siendo especialmente virtuosos a la hora de dotar a sus personajes de carisma y sensación de peligro en medio de conflictos sumamente interesantes. El resto del elenco no solo cumple, sino que suma constantemente para incrementar la diversión, el drama y sobre todo el ritmo.

Una batalla tras otra película

Conclusión de 'Una batalla tras otra'

Bravo por Paul Thomas Anderson, su trabajo con Una batalla tras otra es tan valiente como cuasi perfecto. Construye una narrativa difícil de olvidar, una de esas películas que te dejan poso. Los espectadores exigentes no tendrán otra que valorarla en alta estima, más allá de por su acción y entretenimiento, por su capacidad para invitar a la reflexión sobre el mundo del que formamos parte activa. Es una propuesta muy rica, visualmente potentísima y eminentemente desafiante.

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