Woodstock 99: Peace Love and Rage es un documental dirigido por Garret Price que relata el desastroso festival de Woodstock en el año 99. Relata los tres días de festival en el que a través de algunos asistentes y artistas que formaron parte del festival nos irán contando como lo que se organizó como un revival del mítico festival hippie del 69 acabó en un auténtico desastre. Se ha estrenado el documental como el primer episodio dentro de una serie llamada Music Box en HBO España el 24 de julio.



Woodstock 99: Peace Love and Rage

Crítica de 'Woodstock 99: Peace Love and Rage'

Ficha Técnica

Título: Woodstock 99: Peace Love and Rage
Título original: Woodstock 99: Peace Love and Rage

Reparto:
Maureen Callahan
Carlson Daly
Jonathan Davis
Dexter Holland
Dave Holmes
Moby
Wesley Morris
Dave Mustane
Jewel Kilcher

Año: 2021
Duración: 110 min
País: Estados Unidos
Dirección: Garret Price
Género: Documental.
Distribución: HBO España

Filmaffinity

IMDb

Tráiler de 'Woodstock 99: Peace Love and Rage'

Sinopsis 

Woodstock 99, un festival de música de tres días con la intención de hacer eco de la unidad y del idealismo contracultural del concierto original de 1969 que, en su lugar, cae en revueltas, saqueos y abusos sexuales. (HBO España)

Dónde se puede ver el documental



De dónde sale Woodstock 99

El documental empieza tratando de establecer a través de los creadores del festival de donde salió la idea de intentar recrear el mítico festival del 69 para llevarlo a la generación X. Garret Prince nos narra muy bien el entorno social y político de la época a través de los cambios en la música de principios de los 90 a finales. Una década que empezó siendo más parecida a lo que es hoy en día la sociedad inclusiva defendiendo los derechos LGTBQ+ y criticando el racismo con grupos como Nirvana hasta la rabia que transmitían grupos como Limp Bizkit a finales de la década.

La mejor reflexión del documental es la siguiente: "La cultura americana se basa en que las generaciones pasadas intentan forzar a las nuevas generaciones a vivir las experiencias que les hicieron felices en su momento, sin tener en cuenta que la sociedad ha cambiado. Y por eso la cultura estadounidense nunca va a evolucionar."

Woodstock 99: Peace Love and Rage también reflexiona sobre el cambio generacional que estaba ocurriendo en esos momentos en la MTV, que pasó de grupos como lo que había en el festival a los Backstreet Boys. Por decirlo de alguna forma, el target pasó de los hermanos mayores a las hermanas pequeñas.

Woodstock 99: Peace Love and Rage
Foto de HBO

Problemas de festivales

Nunca me han gustado los festivales y después de ver el documental, sobre todo después de la pandemia del Covid-19 dudo que nunca asista a otro festival de música. Solo con ver a 500.000 personas caminando y sudando hombro con hombro, pecho con pecho ya me dan picores.

Woodstock 99: Peace Love and Rage se organizó en una base militar y se valló con un muro para la paz que posteriormente fue destruido por los asistentes. A mano. Y eso es lo de menos. El agua embotellada en los puestos de comida valía 4$ y aunque había agua gratuita para los asistentes eso acabó siendo parte de los baños públicos hasta que alguien reventó la tubería que hizo que parte de esa zona se inundara. Si fuera poco, los baños portátiles que puso la organización no se podían vaciar con suficiente rapidez con lo que las aguas residuales empezaron a salir mezclándose con el agua de la tubería y creó un charco de aguas fecales. En las que muchos asistentes se rebozaron pensando que era barro.

Woodstock 99
Fotos de HBO

Hombres blancos de mediana edad

Querer hacer un festival de amor, paz y rock & roll y poner en el cartel Limp Bizkit, Red Hot Chilly Peppers, The Offspring, Kid Rock, Metallica... quizás no fué la mejor opción. El documental quiere dejar muy claro que gran parte de la audiencia de Woodstock 99: Peace Love and Rage eran hombres blancos de mediana edad. Y en esa época era peor que ahora. Por lo que sea, culturalmente se había generado una especie de sensación de rabia contenida que estos grupos proyectaban sobre su audiencia y eso fué gran parte del detonante del desastre más que anunciado. Puede que fueran las malas interpretaciones de películas como El club de la lucha o que se tomaran demasiado en serio las letras de Limp Bizkit, pero en el documental muestra claramente este tipo de actitudes.

Woodstock 99: Peace Love and Rage habla de la gran cantidad de violaciones que hubieron ese fin de semana. Solo se reportaron 44 casos, pero se habla de miles. A finales de los 90, por culpa de la televisión se veía a la mujer empoderada como una mujer que era guapa y lo sabía y que podía mostrar su cuerpo como quisiera. Y eso está bien, pero no hay que confiar en que el hombre blanco de mediana edad con privilegios lo vaya a respetar. Muchos grupos en el festival vieron las agresiones y los tocamientos hacia las chicas que hacían topless como The Offspring que pidieron en el escenario que se respetaran a las chicas, pero está claro que eso no funcionó.

Peace Love and Rage
Fotos de HBO

Por desgracia todo es un gran anuncio

Pudieron ocurrir muchas desgracias en Woodstock 99: Peace Love and Rage, pero una cosa voy a decir: no se ha escuchado mejor música en un festival desde esta época. Si algo tiene el documental es un soundtrack exquisito.

Paradójicamente Woodstock 99: Peace Love and Rage termina haciendo la siguiente reflexión: se intentó imitar un festival hippie con los valores puros hippies por parte de una organización capitalista y eso nunca funciona. El problema es que justo después hace un anuncio descarado al festival de música Coachella, que si bien es cierto que sigue ciertos valores y es un poco menos agresivo con el público, no deja de ser un festival organizado por una empresa capitalista.

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Daniel Buron
Proyecto de guionista. Turistólogo de profesión y cinéfilo por pasión. Empecé hablando de cine en mi cuenta de Instagram @segundodesayuno y podcasts con mis amigos y ahora presento Seriadictos en Radio Marca. Me crié en los 90 pero me educaron con películas de los 80.
woodstock-99-documental-criticaParadójicamente Woodstock 99: Peace Love and Rage termina haciendo la siguiente reflexión: se intentó imitar un festival hippie con los valores puros hippies por parte de una organización capitalista y eso nunca funciona. El problema es que justo después hace un anuncio descarado al festival de música Coachella, que si bien es cierto que sigue ciertos valores y es un poco menos agresivo con el público, no deja de ser un festival organizado por una empresa capitalista.

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