A 23 pasos de Baker Street es un thriller estrenado en 1956, cuya peripecia sigue las desventuras de un escritor invidente que de forma accidental escucha la planificación de un crimen que se cometerá en varios días. A partir de entonces se convertirá en una obsesión para el escritor evitar el acto criminal. La película está dirigida por Henry Hathaway (Niágara, Valor de ley) En el reparto destacan Van Johnson (Brigadoon, El motín del Caine), Vera Miles (Psicosis, El hombre que mató a Liberty Valance) y Cecil Parker (Alarma en el expreso, Indiscreta). Se basa en una novela de Philip MacDonald.



A 23 pasos de Baker Street

Crítica de 'A 23 pasos de Baker Street'

Ficha Técnica

Título: A 23 pasos de Baker Street
Título original: 23 paces to Baker Street

Reparto
Van Johnson (Phillip Hannon)
Vera Miles (Jean Lennonx)
Cecil Parker (Bob Matthews)
Patricia Laffan (Miss Alice MacDonald)
Maurice Benham (Inspector Grovening)
Estelle Winwood (Camarera en The Eagle)
Liam Redmond (Joe)
Isobel Elsom (Lady Syrett)

Año: 1956
Duración: 103 minutos
País: Estados Unidos
Director: Henry Hathaway
Guion: Nigel Balchin Novela: Warrant for X, de Philip MacDonald
Fotografía: Milton R. Krasner
Música:
Leigh Harline
Género: Thriller
Distribución: 20th Century Fox

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Tráiler de 'A 23 pasos de Baker Street'

Sinopsis

Cine negro hitcockiano, con un Van Johnson ("La última vez que vi París") que interpreta a un sucedáneo de James Stewart en "La ventana indiscreta": en vez de un cojo que se aburre en casa, un escritor ciego. Un thriller en Cinemascope de la 20th Century Fox a medio camino entre "Sola en la oscuridad" y "El hombre que sabía demasiado", rodada en la ciudad de Londres y con un papel para Vera Miles ("Psicosis").

Phillip Hanon (Van Johnson), un escritor norteamericano ciego que vive en Londres, escucha por casualidad una conversación sobre un secuestro. Después de acudir en vano a la policía, decide encargarse personalmente de la investigación, junto con su mayordomo y su ex prometida, intentan localizar a los secuestradores. (Filmin)

Dónde se puede ver la película en streaming



Preludio de un crimen

A 23 pasos de Baker Street desarrolla su peripecia, y parte de su desarrollo, en una trama que lo mismo bebe de presupuestos similares a los de Alfred Hitchcock, que de la historia detectivesca tan genuinamente británica, y del drama personal. Así pues, seguimos los pasos, nunca mejor dicho, de Phillip Hannon (Van Johnson), un dramaturgo norteamericano residente en Londres, que perdió la visión hace algún tiempo. Se ha convertido, por sus circunstancias personales, en una persona huraña y llena de amargura.

Estando en un pub londinense a solas, oye a un hombre y a una mujer musitar los pormenores de un crimen, lo que parece ser el secuestro de un niño, que se va a llevar a cabo en los próximos días. Obsesionado con esta idea decide investigar, casi como causa vital, para evitar tan funesto suceso. Evidentemente ante la incomprensión de las autoridades. No obstante, contará con la ayuda de su fiel mayordomo Bob (Cecil Parker) y de un antiguo amor que regresa a verle coincidiendo con los acontecimientos, Jean (Vera Miles).

La narrativa de la película nos hace pensar, como decíamos en el cine de Hitchcock. El argumento recuerda poderosamente a El hombre que sabía demasiado, aunque suponemos que a la versión británica de 1934, porque la de 1956 fue estrenada casi al unísono con A 23 pasos de Baker street. Ambas son historias en las que un hombre debe evitar que se cometa un acto terrible del que ha sido conocedor accidentalmente. También hay trazas de La ventana indiscreta (1954), donde James Stewart debe probar que ha habido un asesinato enfrente de su apartamento ante la incredulidad (sobre todo) de las autoridades.

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Las pesquisas

A 23 pasos de Baker Street también se puede relacionar con algunos thrillers posteriores que tenían a invidentes como sagaces y sufridos protagonistas. Recordemos la estupenda Sola en la oscuridad (1967), con una brillante Audrey Hepburn, Terror ciego (1971) con Mia Farrow, o incluso Jennifer 8 (1992) con Uma Thurman. La película aúna indefensión y drama en la figura del protagonista, que aun así posee una astucia fuera de lo común, y a partir de algunos detalles de la terrible conversación que ha escuchado consigue averiguar bastante. Es un personaje fuerte, que pese a sus limitaciones físicas casi nunca parece desamparado.

La mención de la película a Baker Street en el título no es casual, ya que el relato es una trama detectivesca clásica, y la referencia a Sherlock Holmes es apropiada, aunque en realidad el mítico detective no aparezca de ningún modo en la trama. No obstante, Phillip Hannon no se encuentra falto de asombrosas capacidades. Como por ejemplo una memoria prodigiosa para recordar diálogos y conversaciones. De ese modo registrando la conversación de intenciones criminales, que él previamente ha memorizado, en un dictáfono, será capaz de deducir no pocas cosas escuchándola una y otra vez.

A 23 pasos de Baker Street es el paraíso de los aficionados al relato clásico policial. Pistas encontradas astutamente, otras más bien engañosas, giros ingeniosos, y en general una trama que apela más a pequeñas tretas intelectuales que a reflejar cínicamente el entorno narrativo, recurso más propio de la novela puramente negra.

Van Johnson

Londres, la ciudad del misterio

A 23 pasos de Baker Street tiene su centro de operaciones en un Londres muy apropiado a la trama. A pesar de situarse en los años 50 del siglo XX casi parece conservar una esencia victoriana, y no faltan detalles tan convenientes a la intriga como la célebre niebla londinense. La película se rodó en Londres para sus exteriores, usados con bastante eficacia, y los interiores lo fueron en estudios de Los Ángeles. Afortunadamente la excelente dirección artística ofrece una continuidad totalmente solvente y apropiada. En este último apartado acaso pudiera parecerse a otra película de Hitchcock, Crimen perfecto (1954).

La fotografía y el colorido de la película presentan una ciudad, en líneas generales, algo melancólica, con tonalidades ocres, como de atardecer. Las escenas nocturnas están bien aprovechadas, dando una sensación inhóspita de premonición del peligro. De forma colateral, o no tanto, los paisajes londinenses inspiran un sentimiento dramático respecto al protagonista. Al ser invidente, hay algunas ocasiones en las que el dramaturgo pregunta por el paisaje, o que de forma amarga evoca la ciudad y sus monumentos anhelando tiempos pasado antes de la ceguera. Con lo que de algún modo la propia ciudad ayuda a construir el personaje de Phillip Hannon.

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Los personajes de 'A 23 pasos de Baker Street'

El personaje principal, qué duda cabe, es el interpretado por Van Johnson, es decir, el dramaturgo invidente Phillip Hannon. Su desarrollo no solo tiene que ver con la resolución de un crimen, de hecho, principalmente su lucha es por seguir sintiéndose vivo, para romper el hastío y la tristeza vital causado por su ceguera. A fin de cuentas, el secuestro que se va a cometer no tiene anda que ver con él, y tras haberlo puesto en conocimiento de las incrédulas autoridades podría decirse que ba cumplido. Pero acaba jugándose el cuello tratando de demostrar que él tiene razón respecto al crimen que se va cometer.

He aquí, además, otro parecido con el personaje de James Stewart en La ventana indiscreta, al cual tampoco creían inicialmente. Yendo más allá, ambos protagonistas acaban siendo ayudados en sus indagaciones por dos cómplices que complementan sus minusvalías físicas. En el caso de La ventana indiscreta eran Grace Kelly y Thelma Ritter, y en A 23 pasos de Baker Street serán Vera Miles y Cecil Parker. Ella se mete en el papel de un antiguo affaire amoroso de Phillip que va a visitarlo a Londres, y él es su sirviente. De hecho, forma una especie de equipo.

La relación más notoria de A 23 pasos de Baker Street es la que se da entre Van Johnson y Vera Miles. El primero si bien está enamorado de ella, en ocasiones parece rechazar su ayuda al no querer sentirse una carga y ocasionar lástima. De tal modo que hay también un trasfondo romántico. La interpretación de Van Johnson es la más destacable, componiendo un personaje serio, adusto, inteligente, que pretende redimir al menos parte de su amargura. Vera Miles realiza una actuación elegante, y se complementa bien con el actor principal.

Van Johnson y Vera Miles

Acerca de Henry Hathaway

Henry Hathaway, director de la película, pasa por ser un realizador sobre el que pesa el olvido que injustamente cae sobre los directores llamados despectivamente "artesanos". Para ser justos está artesanía es más productiva, y en algunas ocasiones más fiable, que los ataques de genio de algunos auteurs, más volubles y disipados. Hathaway tuvo una larga carrera donde tocó, siempre con solvencia, gran cantidad de géneros.

Ahí tenemos a sus westerns: Valor de ley (1969), Los cuatro hijos de Katie Elder (1965) o El póker de la muerte (1968). Cine negro: El beso de la muerte (1947) o Envuelto en la sombra (1946). Aventuras: Tres lanceros bengalíes (1935) o El príncipe valiente (1954). Bélico: Rommel, el zorro del desierto (1951). O esa mezcla de melodrama e intriga con Marilyn Monroe como fue Niágara (1953)

En A 23 pasos de Baker Street demuestra tener también buena mano para la intriga y el suspenso a lo Hitchcock, no solamente cumpliendo el expediente sino entregando una estupenda película.

Conclusiones de 'A 23 pasos de Baker Street'

A 23 pasos de Baker Street interesará a los que gusten del cine clásico y de la tensión narrativa del estilo de Hitchcock. Se trata de un clásico juego de pistas, en una carrera contrarreloj catalizada por un guion ingenioso y ameno, y por unos personajes con cuyos dilemas nos es fácil simpatizar. Estamos ante un pequeño clásico, no del todo conocido, pero con un mérito similar a otras obras de mayor renombre.

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