A dos metros de ti está dirigida por Justin Baldoni, actor, productor de la película y director de varios cortos documentales como ‘My Last Days: Meet Zach Sobiech’ y de episodios de la serie documental ‘My last days’. Los protagonistas son los actores Haley Lu Richardson, actriz de películas como ‘Columbus’ y Cole Sprouse, actor que encarnaba a Cody Martin tanto en ‘Hotel dulce hotel: Las aventuras de Zack y Cody’ como en ‘Zack y Cody: Todos a bordo’. Esta película relata el romance entre dos adolescentes con fibrosis quística. Estrenada en salas de cine españolas el 13 de septiembre de 2019.
Crítica de 'A dos metros de ti'
Resumen
Ficha Técnica
Título: A dos metros de ti
Título original: Five Feet Apart
Reparto:
Haley Lu Richardson (Stella)
Cole Sprouse (Will)
Moises Arias (Poe)
Kimberly Hebert Gregory (Barb)
Parminder Nagra (Dr. Hamid)
Claire Forlani (Meredith)
Kaleb Williams (Miembro de la familia)
Evangeline Hill (Joven stella)
Gary Weeks (Tom)
Ariana Guerra (Hope)
Año: 2019
Duración: 116 min.
País: Estados Unidos
Director: Justin Baldoni
Guion: Mikki Daughtry, Tobias Iaconis
Fotografía: Frank G. DeMarco
Música: Brian Tyler, Breton Vivian
Género: Drama romántico
Distribuidor: Universal Pictures International Spain
Tráiler de 'A dos metros de ti'
Sinopsis
En A dos metros de ti, Stella Grant es una adolescente de diecisiete años que vive pegada a su ordenador y que adora a sus mejores amigos. Pero a diferencia de la mayoría de gente de su edad, ella pasa mucho tiempo de su vida en el hospital debido a que sufre fibrosis quística. Su vida se compone de rutinas, limitaciones y mucho auto control – que se ponen a prueba cuando conoce a un encantador chico llamado Will Newman, que también es paciente en el mismo hospital.
Ambos conectan desde el primer instante, a pesar de que las restricciones les obligan a mantener una distancia segura entre ellos. Cuanto más se intensifica su conexión, más lo hace la tentación de arrojar las reglas por la ventana y sucumbir a la atracción. Por si fuera poco, hay que añadir la potencial y peligrosa rebeldía de Will contra el desarrollo de su tratamiento médico. Stella inspira a Will de una forma gradual a vivir la vida al máximo, pero… ¿podrá finalmente salvar a la persona que ama cuando un solo roce está fuera de los límites? (Universal Pictures International Spain)
Donde se puede ver la película
La fibrosis quística como forma de vida
A dos metros de ti explica de forma didáctica lo que implica tener fibrosis quística. La película es bastante clásica a nivel estructural, en la trama principal introduce toda la información que debemos saber para entender la historia, a través del videoblog de Stella. Sin embargo, esta trama está enmarcada por una secuencia de imágenes que se repite tanto al inicio, como al final de la cinta, y lo que en un principio consideramos como desconocido, acaba cobrando sentido. Descubrimos que la historia ha sido narrada por Stella, haciéndonos conscientes de que en todo momento hemos sido uno más de sus seguidores de YouTube.
Es la típica historia de amor adolescente, en la que un chico rebelde conoce a una chica inteligente, tontean y se enamoran, pero presenta ciertos detalles que la dotan de realidad. El arco de personaje es el característico de estas películas, él no se medica porque sabe que se va a morir y ella quiere vivir, para luego cambiar sus objetivos, ella no se preocupa por vivir y él sí. Después de esto Stella cae al lago y en el guion se resuelve de forma abrupta y rápida. Hay demasiadas casualidades en el guion, que quizá no sucederían en la realidad.
Respecto a las actuaciones de A dos metros de ti, resaltaría la de Moisés Arias, que encarna a Poe. Sorprende bastante con su interpretación, aunque no dudo de su calidad después de haberle visto en ‘Monos’, la joya colombiana que fue nominada a mejor película en los Goya 2020. Por otra parte, Haley Lu Richardson y Cole Sprouse sostienen muy bien a cada personaje, logran que el espectador empatice y llore con ellos.
El amor en momentos difíciles
A dos metros de ti habla de una historia de amor juvenil y lo hace de una forma un poco empalagosa. Contiene demasiada música pop colocada en los momentos clave para generar drama. Viendo otros documentales de Justin Baldoni como ‘My Last Days: Meet Zach Sobiech’ (disponible en YouTube) podemos observar similitudes en la forma. En este caso, el director se adentra en una ficción, buscando en mi opinión, llegar a los más jóvenes fácilmente.
La fotografía va en la misma dirección que el guion, busca emocionar con una tonalidad fría y con luces cálidas en los momentos de mayor intimidad, para ello emplea las ya famosas luces blancas que todo adolescente tiene en su habitación. Presenta algunas imágenes de gran belleza, como varios momentos en los que ambos protagonistas se acercan a elementos que los separan, pero a la vez los mantienen unidos, como la puerta de la habitación de Will o los cristales del hospital.
En A dos metros de ti el amor es el tema que engloba la película, aunque también habla de la esperanza, de la dignidad y la aceptación de la muerte, la lucha por vivir y el amor hacia los demás. Todas estas ideas Mikki Daughtry y Tobias Iaconis (guionistas de la película) las trabajan con un gran respeto, demostrando que en ocasiones hay que dejar de pensar en lo que hay más allá para poder vivir.
Conclusión de ‘A dos metros de ti’
Con A dos metros de ti su autor Justin Baldoni, además de mostrar una realidad social, transmite de forma clara un mensaje que podría aplicarse en la actualidad. Al ver la película en estos momentos en los que debemos estar separados de nuestros seres queridos, nos damos cuenta del valor que tiene un abrazo o un beso. Mientras, habrá otras personas a las que se les exigirá estar separadas, como Poe y Stella, que no pudieron abrazarse en toda su vida pese a ser mejores amigos.
La película exhibe un romance con el que se identifica y emociona el espectador, pero lo empalagoso de la historia a algunos puede parecerles demasiado. A dos metros de ti presenta esta enfermedad como una cárcel (dicho por Poe), que desestructura familias, dado ese afán capitalista por tener individuos sanos que produzcan.
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