A las nueve cada noche (1967) se trata de una película británica dirigida por el gran cineasta Jack Clayton, que a pesar de no contar con una filmografía extensa, siempre dejó detalles de gran cine en todas sus películas. Viendo el filme con retrospectiva, se entiende que la obra quedara relegada a un segundo plano en el subconsciente cultural, porque se trata de una obra que supera en terror puro a muchas otras películas que teóricamente están encuadradas en dicho género.



A las nueve cada noche

Crítica de 'A las nueve cada noche'

Ficha Técnica

Título: A las nueve cada noche
Título original: Our Mother's House / Todas las noches a las 9

Reparto:
Dirk Bogarde (Charlie Hook)
Margaret Leclere (Elsa)
Pamela Franklin (Diana)
Louis Sheldon-Williams (Hubert)
Mark Lester (Jiminee)
John Gugolka (Dunstan)
Phoebe Nicholls (Gerty)

Año: 1967
Duración: 104 min.
País: Reino Unido
Director: Jack Clayton
Guion: Jeremy Brooks, Haya Harareet. Novela: Julian Gloag
Fotografía: Dennis C. Lewiston
Música: Georges Delerue
Género: Drama. Familia
Distribuidor:

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'A las nueve cada noche'

Sinopsis de 'A las nueve cada noche'

Cuando muere su madre tras una larga enfermedad, los siete hermanos Hook la entierran en el jardín, pues temen ser separados y enviados a distintos orfanatos.

Dónde se puede ver la película en streaming



Muerte en la familia

A las nueve cada noche está basada en la novela de Julian Gloag, con quien Jack Clayton mantuvo una intensa correspondencia para hablar sobre su obra y la posibilidad de que fuera llevada al cine (1). Al igual que en Suspense (1961), trata un tema en el que los personajes infantiles son los protagonistas. A las nueve cada noche relata como muriendo la madre de una familia de nueve hijos, estos, que no tienen ningún familiar cercano más, deciden no decir nada a nadie porque tienen miedo de ir a un orfanato si las autoridades se enteran. A partir de esa decisión crearan un ambiente familiar único, donde las puritanas normas religiosas que les impuso en vida su madre quedarán como reglas fundamentales para regir su vida.

A las nueve cada noche película

La Inmoral moral Victoriana

A las nueve cada noche no es solo un drama, sino que el guion ataca duramente algunas de las rígidas costumbres británicas, convirtiéndose en un espejo artístico, muy poco comercial, de una Inglaterra que no se acostumbraba a ver en el cine en aquellos años. Solo el Free Cinema era capaz de mostrar críticamente los defectos de una sociedad que hervía en deseos de cambios y apertura social. Y a pesar de que Jack Clayton no puede considerarse un Young Angry Men, como así se hacían llamar los jóvenes directores del movimiento Free Cinema, lo cierto es que en su cine nos encontramos con críticas tan airadas a la sociedad del momento como la película que nos ocupa.

La teórica moral victoriana en la que se aposentaba gran parte de la sociedad británica, especialmente la más conservadora, queda señalada en una película que nos presenta las consecuencias de una más que férrea educación, basada en preceptos religiosos, que en realidad cohíbe la propia naturaleza humana. Con el giro final, el guion termina de rematar esta, mostrando además la hipocresía: las virtudes sobre las que tanta gala hacía esta propia moral, la castidad especialmente, son además una mentira.

Our Mother's House película

Partida en dos

A las nueve cada noche está claramente partida en dos, si hablamos de su estructura narrativa. A las nueve cada noche se divide en una primera parte magnífica, que tiene lugar desde la muerte de la madre hasta la llegada del padre, interpretado por Dick Bogarde, en un segundo fragmento mucho más convencional (a pesar de tener un final igualmente espeluznante). Curiosamente de cara a la publicidad se vendió a la estrella de la película al actor, aunque en realidad solo apareciera durante la mitad del filme.

A las nueve cada noche película

Sesiones espiritistas

La estricta religiosidad con la que se puede entrever que la madre ha cuidado a sus hijos queda plasmada también en unas secuencias en las que Jack Clayton da rienda suelta a fantasías totalmente macabras. El director, que es uno de los más conocidos dentro del género, especialmente por su película Suspense (1961), deja también aquí su particular visión del terror. Los niños, arremolinados junto a la hija mayor, "contactan" con su madre, en una especie de ritual que tiene mucha miga desde el punto de vista antropológico y que mediante una bien escogida iluminación, interpretación y dirección, crea una atmósfera muy particular, propia de un director genial.

Our Mother's House película

El hombre con la cámara

La puesta en escena es otra de las maravillas que ofrece A las nueve cada noche. Como muestra hay la secuencia inicial en la que los niños se juntan alrededor del lecho fúnebre de su madre. Teniendo muy poco espacio, la cámara se mueve entre los niños como si fuera un elemento invisible, que apenas tiene presencia física. Uno no puede dejar de preguntarse como se rodaron dichas escenas, que además tienen un ritmo frenético condicionado por el propio montaje.

Conclusión de 'A las nueve cada noche'

A las nueve cada noche es una de las mejores películas británicas de los años sesenta. Es un puñal a la moral conservadora de la época y Jack Clayton demuestra que es capaz de moverse dentro de los límites del "Nuevo cine" con la experiencia de un veterano y la postura radical de un Young angry man.

(1) SINYARD, Neil, Jack Clayton, Ed. Manchester University Press, Oxford 2000, p.133-134

Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí