Alberto Campón: "Lamentarse de que 'no te llamen' a la fuerza te frena y no sirve de nada"

Alberto Campón es un actor, productor y director, que ha realizado distintos trabajos en teatro, cine y web-series. Asimismo, fundó la productora y asociación Daltruim, bajo la cual ha trabajado en proyectos como "Todo por la Patri", o en películas como "La danza de los insectos". A lo largo de estos años, se ha encontrado también en espectáculos de La caja lista como "Cluedo 1910", "El sótano del psiquiátrico" o "Protocolo de eliminación". Además, en Microteatro por dinero le hemos podido ver en "Nunca es pronto para morirse" o "Y que gobierne el PPOE". Por otra parte, en el ámbito cinematográfico, este 2022 ha estado presente en "La vida de Álex" y "Boboda".

En Cinemagavia hemos hablado con Alberto Campón sobre su trayectoria artística. En primer lugar, nos habla de su primer recuerdo con el mundo artístico y la posición de productor para moverse en el panorama cultural. A continuación, nos desgrana la dificultad de levantar un proyecto y si cree que el cine independiente es imprescindible para la producción cinematográfica. Después, profundiza en los géneros que ha realizado tanto en teatro como en audiovisual, así como la elección del mediometraje. Por otra parte, nos da su punto de vista sobre si piensa que el cortometraje es la antesala del cine. También reflexiona con nosotros sobre la elección de la mente humana como tema recurrente. Para terminar, nos expresa su opinión sobre el teatro interactivo y la posibilidad de dar oportunidades a rostros nuevos.

Entrevista a Alberto Campón

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Cuál es tu primer recuerdo con el mundo artístico?

Alberto Campón: Creo que es básicamente uno que tengo muy guardado en el baúl de los recuerdos. Mi padre tenía una cámara de vídeo. De esas que no tenían pantalla plegable y había que poner el ojo en el visor para ver lo que se grababa. La imagen se veía en blanco y negro, y supongo que esto hace más romántico el recuerdo. Cogía mis juguetes y los grababa como si fueran películas. Los escenarios eran folios en blanco con las localizaciones de la escena pobremente pintadas con bolígrafo y pocos trazos.

Literalmente si tuviera que decidir un primer recuerdo artístico, sería ese. El cómo me montaba mis pelis con juguetes. De hecho, cuando años después estrenaron la película “Pequeños Guerreros”, le pregunté a mi padre (que siempre ha sido un amante de la informática) si con nuestro ordenador podía eliminar las manos de los juguetes en la grabación.

Diego Da Costa / Cinemagavia: A lo largo de estos años no solo has trabajado como actor, director y guionista, sino que también has ejercido de productor, ¿es necesario moverse dentro de la producción para lograr hacerse un hueco en la industria cultural? ¿Lo que suele hablarse de "si no te llaman, haz tú el proyecto"?

Alberto Campón: Si bien es respetable solo dedicarse a la actuación, creo que no hace ningún daño probar a producir tus propios proyectos. De hecho, soy total defensor de esa postura. Creo que lamentarse de que “no te llamen” a la fuerza te frena y no sirve de nada. Es muy frío y simplista llamarlo victimismo, pero si es cierto que no te puede aportar nada quedarte en casa maldiciendo a la industria como que todo es enchufe y nunca te llamaran por eso. La sensación y gratificación de levantar dicho proyecto, verlo coger forma, compartirlo con la gente y en el camino, quizás, hacerlo incluso con otros artistas, es simple y llanamente enriquecedor.

Levantar un proyecto

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Qué es lo más difícil a la hora de levantar un proyecto? ¿Crees que sin el cine más independiente y menos comercial sería imposible sostener la industria cinematográfica? ¿Sigue faltando ayuda a este tipo de producciones?

Alberto Campón: Es un tema que da para escribir varios libros, pero es un tema que me apasiona. Creo que el cine independiente no es necesario para sostener la industria, es que simplemente el cine es una moneda. Es una cara tenemos el cine comercial y en la otra el independiente. Coexisten como la luz y la sombra. Sin lo uno, lo otro no existe. El simple hecho de que a día de hoy todo el mundo tenga una cámara en su teléfono móvil ya hace que el cine independiente exista. Vemos narrativas constantes en lugares tan accesibles como TikTok, y en ocasiones, narrativas más curradas que mucho cine comercial. Pero los que nos dedicamos a esto profesionalmente si que vemos un universo exageradamente complicado.

Cualquier película que digamos es de “coste cero” nunca es coste cero. Siempre va a costar dinero. Obvio que no millones, pero para quien apenas llega a fin de mes, o que tiene varios trabajos para pagar su casa, comida y sustento en general, 4000 pavos es un pastizal. Al final, tomar la decisión de levantar un proyecto cinematográfico es un Rubicón para Spielberg, para Denis Villeneuve o para mí. Cada uno lo llevará a su máximo nivel. Después de todo, prácticamente todos queremos hacer el mejor trabajo que podamos, y contar las historias de la mejor manera posible. Pero es cierto que cuando apenas tienes para vivir, cuando tu nombre no es conocido, y cuando no tienes millones a tus espaldas, siempre los baches van a ser más grande.

Supongo que al final eso es lo que hace que años después, veas trabajos antiguos y se te hinche el pecho de orgullo y piense uno “madre mía, con lo poco que tenía, y pudimos hacer aquello”. No tengo muy claro si lo más difícil a la hora de levantar un proyecto es decidirse a levantarlo o si llevarlo hasta el final, pero supongo que van muy de la mano.

El formato elegido

Diego Da Costa / Cinemagavia: Llama la atención que en tus proyectos cinematográficos apuestes más por el thriller, mientras que en el teatro tus últimas obras son comedia, ¿por qué cada género para estos formatos?

Alberto Campón: Actualmente se trata más de una cuestión casual. En teatro estoy trabajando con Javier Vélmez, un magnifico escritor que mayoritariamente escribe sobre comedia. En un lapso de 4 meses estrenamos 3 comedias ¡Una locura! Y yo como autor, es cierto que llevo 3 thrillers seguidos como largometrajes. En el último he metido más comedia negra, pero realmente en todos mis trabajos hay un puntito de ironía, cosa que cuando hago comedia solo no está tan presente ningún matiz de drama. Así que podría decir que la comedia (más bien ácida o cínica) siempre la tengo muy en la cabeza. A mal tiempo buena cara supongo.

Diego Da Costa / Cinemagavia: También has realizado un mediometraje, un formato que suele no ser tan popular como el largo o incluso el corto, ¿por qué decidir experimentar con este tipo de formato?

Alberto Campón: Me cuesta muchísimo escribir historias breves. Siempre tiendo a explayarme. Hace 16 años, al principio de mi carrera (si es que tengo una), intentaba escribir cortometrajes, y siempre salían o cosas más parecidas a sketches sin mucha sustancia o ya me iba a los 20 minutos como mínimo. Mi primera película, “108-3, un final” pretendía ser un mediometraje. No fue hasta que empezamos a rodar, que en la segunda o tercera semana me di cuenta de que teníamos entre manos una película.

Fue gracioso el momento de decir a mi equipo “chaveas, estamos haciendo un largometraje”. Se emocionaron mucho. Ahora mi formato ideal para cortometrajes ronda los 7 minutos. Voy avanzando. Pero sí, mover un mediometraje es algo dificilísimo. La gente es de extremos. O quiere formato pequeño, o quiere una historia larga. De hecho esto ha sido lo que ha desembocado en cosas como el boom de TikTok, que triunfa por su brevedad, o el surgimiento de las plataformas streaming haciendo series como si fueran salchichas. El mediometraje nunca morirá, pero no conozco a nadie que lo tenga como medio favorito.

La mente humana

Diego Da Costa / Cinemagavia: Has hecho varios cortometrajes con tu productora, así como colaboraciones muy interesantes, ¿piensas que el corto es la antesala de hacer cine o no tiene por qué?

Alberto Campón: Como decía antes, el problema de hacer cine siempre es el mismo: Dinero, tiempo y ganas. Un cortometraje siempre será un buen campo de pruebas. A efectos prácticos el corto no tiene que ser una antesala del cine, pero al final es como los preliminares. Puedes tener sexo sin ellos, pero no es lo mismo.

Diego Da Costa / Cinemagavia: Entre los temas que se puede ver en tu trayectoria se encuentra el funcionamiento de la mente humana, así como sus escarceos con un mundo más oscuro, como la mafia, o complejo, como es un trastorno de personalidad, ¿sientes atracción por este tipo de temática más psicológica?

Alberto Campón: Absolutamente. No es solo una cuestión de cine (o series). Leer un libro, observar un cuadro, visitar una ciudad o probar un plato de comida. Si notas un puntito psicológico, siempre será más rico todo. La cultura y sobre todo el arte siempre tienen un trasfondo psicológico. Puede estar más soterrado, como puede ser el caso de la cocina, pero también imprimes en la elaboración del plato tu estado de ánimo, o el que quieres que tenga el comensal. En el cine por ejemplo es delicioso apreciar los matices de la mente humana.

Se aprende muchísimo del mundo que nos rodea viendo una película. Pero sobre todo se aprende de uno mismo y del mundo menos inmediato. Podemos darnos cuenta de nuestros miedos, prejuicios, pero también de nuestros gustos, de nuestro yo más íntimo, y así, de los demás, de temas que no conocemos, costumbres y folklore externo. La mente humana es compleja, y darse un chapuzón en ella de vez en cuando siempre es curioso. Además, es una práctica bastante voyeur.

El cine tiene mucho goce relacionado con el morbo de ser espectador “invisible” (casi siempre) de una escena, de una historia. Y ver a los personajes de esa historia desnudos emocional (y a veces físicamente) nos gusta a todos, y yo admito que a mi particularmente.

Teatro inmersivo y caras nuevas

Diego Da Costa / Cinemagavia: Formaste parte de proyectos de La caja lista, donde es más teatro interactivo, ¿crees que se debería fomentar más este tipo de producciones o eres más partidario de una estructura más clásico en el teatro?

Alberto Campón: A título personal, soy totalmente partidario de la estructura clásica del espectador como eso, espectador. Me pone algo nervioso tomar protagonismo en una obra en la que no soy el actor. Soy muy observador, y me gusta imbuirme en la narrativa. Si encima tengo que tomar papel, me evado y en ocasiones hasta me distraigo. No obstante, por supuesto que fomento que habría que crear muchos más espectáculos interactivos, y, sobre todo, experimentarlos.

Cada poco regreso a la Caja Lista (que es como una casa para mí) y gozo de ver sus nuevas propuestas. Son muy especiales e imaginativas. Recomiendo mucho a todo el mundo a probar este tipo de formatos, porque puede no ser de tu agrado o no ser tu preferencia, pero conocerlo es, cuanto menos, diferente e intrigante. Probarlo no te matará, y conocer maneras distintas de entretenimiento de cultura siempre es bueno.

Diego Da Costa / Cinemagavia: Ahora que ya tienes experiencia y tienes tu propia productora y compañía teatral, ¿fomentas dar oportunidades a rostros que están comenzando o ya has formado un equipo más consolidado?

Alberto Campón: Estoy constantemente rodeado de sangre nueva. Ni por asomo tengo el mismo equipo que cuando empecé. Procuro en cada nuevo proyecto tener a gente nueva. De hecho recientemente en nuestro grupo teatral, TimoTeatro, hemos hecho casting. En mi anterior película, “La danza de los insectos” hubo casting también. De hecho, cerca del 80% del equipo de esa película eran desconocidos para mí.

Es un placer darte cuenta cuando ya he pasado la quincena de años trabajando en cine y teatro y darme cuenta de que he conocido a MUCHÍSIMA GENTE y tan maravillosa. Hasta las veces que sufrí o que no me relacioné con buenos compañeros ha sido finalmente enriquecedora, porque de todo se aprende en la vida. Hasta me atrevería a decir que se aprende más de los malos momentos que de los buenos. Casi siempre repito algún actor, o a parte del equipo técnico, pero me gusta tener a gente nueva en la medida que se puede.

Próximos proyectos

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Alberto Campón: Actualmente me encuentro terminando la post-producción de “La danza de los insectos”, que es una película que rodamos el año de inicio de la pandemia, pocos meses después del levantamiento de la cuarentena. Fue un camino increíblemente complicado, pero mi equipo y yo estamos orgullosísimos del resultado y creemos que será una película que dará que hablar. He contado con un grupo de personas bellísimo y eso está impreso en la peli.

Por otro lado, tengo un proyecto llamado “Mata al Payaso” que entre mi compañera Hagar Mohamed dentro de la productora y Jorge Roelas como director de casting y protagonista, estamos intentando sacar adelante. Este proyecto es con diferencia mi mejor trabajo, y ya se ha interesado gente muy conocida y artistas reconocidos por él, pero necesitamos financiación para poder hacerlo. Es una película que quiero mimar y que salga impresionante.

En el ámbito de teatro, hemos fundado recientemente TimoTeatro, y afortunadamente llevamos 5 meses en Sojo Laboratorio Teatral en Madrid con la fabulosa comedia “Ya me moriré otro día” de Javier Vélmez, y ya tenemos apalabrado otro mes más en Septiembre. TimoTeatro tiene otras dos comedias largas que volverán al ruedo a partir de la temporada que viene y estamos preparando otras dos obras de Vélmez, “La cena de los solteros” muy al estilo “Perfectos desconocidos” y “Dios se muere”, otra comedia muy ambiciosa. Estamos trabajando duro y no tenemos intención de parar. Y como actor estoy terminando de rodar una película de Benny Terán, “La vida de Álex”. Nunca me cierro a nada, y me da pánico estar parado sin hacer nada, así que ahora mismo, no mentiré, estoy agotado, pero muy contento y expectante respecto al futuro.

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