Antes de la lectura del artĂ­culo, si el lector quiere adentrarse mĂĄs en la etapa inglesa de Alfred Hitchcock, le remito a la colecciĂłn de la revista de cine Nosferatu, donde podrĂĄ encontrar el nĂșmero sobre Hitchcock. De este mismo nĂșmero es de donde he extraĂ­do una gran parte de apuntes y claves para el desarrollo de este artĂ­culo. Aparte del propio visionado de las cintas, que recomiendo encarecidamente al lector. Comenzamos:

Uno de los directores mĂĄs influyentes de la historia, no solamente por su estilo y sus grandes obras, si no porque instaurĂł una forma de dirigir y de trabajar, que aĂșn hoy se imparte en muchas escuelas de cine. Se suele decir que es el director total, porque podĂ­a desempeñar cualquier tarea dentro del campo del cine. 

Super Estrella cinematogråfica, su sola presencia ya vendía entradas. Fue uno de los padres del cine de autor, incluso antes de que los franceses de la Nouvelle Vague lo pusieran de moda. Un obseso de la imagen, a la que daba un peso total. Y Alma, su mujer. De quien se suele decir que ostentaba la verdadera genialidad cinematogråfica. 

Alfred Hitchcock

La etapa inglesa de Alfred Hitchcock

Podríamos dividir el cine del inglés en 3 etapas, de las cuales nosotros nos centraremos especialmente en la primera:

  • Inglesa: que fue la transiciĂłn del mudo al sonoro. 
  • EEUU: bajo el yugo del productor Selznick, el cual dejĂł bastante libertad al director anglosajĂłn.
  • EEUU independiente. Gracias a su Ă©xito, pudo tener total libertad. Fue en esta Ășltima etapa, en la que con todo su poder vetĂł y acosĂł a la actriz de “Los pĂĄjaros”, Tippi Hedren. Y en la que realizĂł sus mejores obras.

Alfred Hitchcock

Hitchcock

Genio en la forma y fondo, se centrĂł mĂĄs en cĂłmo narrar que en lo que narraba. Como Ă©l llegĂł a decir, “No me interesa el tema narrado, sino la forma de tratarlo”. Por eso no era tan partidario de escribir los guiones, quizĂĄs si co-escribirlos. Y aunque a lo largo de su carrera llevĂł muchas adaptaciones de novelas (y obras de teatro), la mayorĂ­a de veces no eran adaptaciones totales, si no que reescribĂ­a la historia a su manera. 

Alfred era tan inmenso que podĂ­a hacer desaparecer a mitad de la pelĂ­cula al personaje protagonista, y la pelĂ­cula no solo no desfallecĂ­a, si no que cobraba aĂșn mĂĄs fuerza. Es el caso de “Psicosis”. 

Entusiasta del storyboard o guión gråfico. Una forma tanto de reducir costes, como de efectuar una planificación exhaustiva. Así tenía todo milimétricamente planeado, y no tenía tantos problemas en el rodaje. Evitaba cualquier improvisación. Actualmente directores como Guillermo del Toro siguen esta regla de planificación exhaustiva.

Fue innovador tĂ©cnicamente, como en la puesta en escena de la pantalla azul para la recreaciĂłn de fondos, o sus emblemĂĄticos crĂ©ditos, que aĂșn hoy estremecen. Algunos como “VĂ©rtigo” o “Con la muerte en los talones” con la ayuda inconfundible de Saul Bass, importante diseñador grĂĄfico. A dĂ­a de hoy, otro de los grandes directores que usan sus crĂ©ditos para introducirnos en la cinta gracias al asombro de manera inconsciente, es David Fincher. 

Otra de las grandes innovaciones de Hitchcock, de nuevo en “VĂ©rtigo”, fue el uso del travelling compensado, consistente en el uso de combinar un zoom atrĂĄs con un travelling adelante o a la inversa, un zoom adelante combinado con un travelling atrĂĄs. Esto lo hizo para representar el vĂ©rtigo que sufrĂ­a el personaje de Stewart. No era un recurso decorativo, era plenamente pragmĂĄtico.

Hitchcock

Inicios

Alfred naciĂł en 1899 en Reino Unido, en el seno de una familia de comerciantes y catĂłlicos (esto Ășltimo se refleja fuertemente en su cine). Ya desde joven, Alfred era un chico imaginativo, que iba a lo suyo, ajeno al resto, y que solĂ­a frecuentar el cine. Quedando fascinado ya desde joven por los maestros Chaplin y Griffith. 

El orden y la disciplina inglesa lo marcaron profundamente. A Ă©l y su cine. PodrĂ­amos decir que su cine era de una disciplina casi enfermiza. Lo que le llevĂł a generar un estilo Ășnico. 

En su infancia reinĂł el miedo, debido a un padre realmente severo, que castigĂł de formas bastante rigurosas a Alfred. Incluso pidiendo que encarcelaran al pequeño para que escarmentara (de ahĂ­ quizĂĄs viene el tema recurrente del falso culpable, o su miedo a los policĂ­as). Hitchcock hablaba asĂ­ del miedo: “Él ha influenciado mi vida y mi carrera”.

Otro de los componentes que destacan en su cine y que ya le vienen de su infancia, es la pasiĂłn por el mundo del crimen. El crimen en su cine tendrĂ­a una connotaciĂłn sexual, como en “VĂ©rtigo” o “El enemigo de las rubias”.

Referentes

A Griffith lo admiraba sobremanera. De hecho sentĂ­a mĂĄs devociĂłn por el cine norteamericano (mucho mĂĄs rĂĄpido e intenso) que por el inglĂ©s. Y por destacar una pelĂ­cula que le marcara, hablamos de “Las 3 luces” de Fritz Lang.

TambiĂ©n destaca su pasiĂłn por la lectura, especialmente por Edgar Allan Poe, que edificarĂĄ la base del miedo intelectual que luego llevarĂ­a a su cine. De aquĂ­ extraemos uno de sus principales sellos de identidad, el suspense. Generar tensiĂłn a travĂ©s de un mĂ©todo que Hitchcock empleaba frecuentemente. El de dar mĂĄs informaciĂłn al espectador que al personaje. AsĂ­ lo explicaba el maestro inglĂ©s: "ImagĂ­nese a un hombre sentado en el sofĂĄ favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el pĂșblico lo sabe. Esto es el suspenso"

Hitchcock

PasiĂłn

Una de las grandes pasiones del cineasta, aparte de las matemåticas, era el dibujo. Y es gracias al dibujo que su primera incursión al cine fue a través del titulaje y montaje. Aunque también empezó con la escritura y anålisis de textos de guión.

Pronto empezó a trabajar codo con codo con directores. Sin duda el que mås le influyó fue George Fitzmaurice, uno de los pioneros del Hollywood mudo, que también llegó a dirigir en el sonoro. 

El salto definitivo a la direcciĂłn lo da en 1925, con “El jardĂ­n de la alegrĂ­a”. Aunque ya anteriormente estuvo en la direcciĂłn de “NĂșmero 13” (1922), pelĂ­cula que no llegĂł a terminar. En la pelĂ­cula del 25 encontraremos en el puesto de script y ayudante de direcciĂłn a Alma Reville. El film fue un Ă©xito. 

Pero no sería hasta 1927, que Hitchcock no estrena su primera película puramente de autor, con muchos rasgos de su cine reconocibles. Hablamos de “El enemigo de las rubias”, una versión de Jack el Destripador asesinando rubias. Película de cierto toque expresionista. Fue la primera película donde realmente se notó las inclinaciones del director, desde el suspense, hasta las actrices rubias, pasando por las historias de crimen, o por el falso culpable.

TerminĂł su etapa muda con la realizaciĂłn de “El hombre de la isla de Man”. PelĂ­cula de gran nivel tĂ©cnico.

El hombre de la isla de Man

Sonoro

Su primer trabajo sonoro se titulĂł “La muchacha de Londres” del 1929. Aunque buena pelĂ­cula, Hitchcock llegĂł a decir del sonoro que iba a ser la pĂ©rdida del estilo cinematogrĂĄfico, y la pĂ©rdida tambiĂ©n de la fantasĂ­a. Aun asĂ­, su etapa en el sonoro fue de un nivel sobresaliente, muchĂ­simo mejor que su corto trabajo en el mudo.

No nombraré todos los films porque son cuantiosos, pero hablaré de los mås representativos. 

El sello del suspense empieza ya a aparecer en “Asesinato”(1930). RodĂł la versiĂłn inglesa de “El hombre que sabĂ­a demasiado”(1934), y justo despuĂ©s de este film, en 1935, llevĂł a cabo su primer gran trabajo en el sonoro, con “39 escalones”. Con ironĂ­a, un falso culpable, y el empleo del MacGuffin, otro de sus recursos mĂĄs recurrentes, que mĂĄs tarde explicarĂ© con mayor detenimiento.

DespuĂ©s realizarĂ­a pelĂ­culas como “Inocencia y juventud”(1937), otra vez abordando al falso culpable, hasta su Ășltimo trabajo en Inglaterra, que serĂ­a “Posada Jamaicana”(1939).

En esta etapa inglesa que durĂł 15 años y dio 24 pelĂ­culas, de las 57 totales de su filmografĂ­a (58 si contamos su primera e incompleta pelĂ­cula, “NĂșmero 13”), ya verĂ­amos las claves del cineasta anglosajĂłn, que luego terminarĂ­a de pulir en su etapa americana.

Hitchcock

Desgranando el cine de Hitchcock

Hitchcock llegĂł a estar en los Estudios UFA (estudio de cine alemĂĄn mĂĄs importante de la primera mitad del siglo pasado) en el que llegĂł a presenciar el rodaje de “El Ășltimo” de Murnau. QuedĂł impresionado de los estudios, y de un cine alemĂĄn que situaba la imagen en el centro de la creaciĂłn. De ellos aprendiĂł los decorados que mĂĄs tarde llevarĂ­a a pelĂ­culas como “El enemigo de las rubias”. 

Otra de las constantes de su cine fueron las propias actrices rubias. Nombraré algunas:

-Madeline Carroll ("39 escalones" y "El agente secreto").

-Joan Fontaine, la vĂ­ctima perfecta de "Rebeca" y "Sospecha".

-Ingrid Bergman: el rasgo perfecto de la frialdad aparente. Con papeles como "Recuerda" o "Encadenados". highclass

-Grace Kelly: la sofisticaciĂłn personificada, saliĂł en "La ventana indiscreta" o "Atrapa a un ladrĂłn".

Pero por encima de todo destacan 2 actrices:

  1. Kim Novak: encarnando un símbolo de la seducción. Su papel en "Vértigo" es uno de los mås sofisticados de la filmografía del inglés.
  2. Tippi Hedren: famosa por "Los PĂĄjaros", fue el gran amor de Hitchcock. Cuando ella no le correspondiĂł, Ă©l hizo todo lo que estaba en su mano para estancar la carrera de la actriz, y la tratĂł de formas bastante salvajes en alguno de los rodajes.
Foto extraĂ­da de High Class

El macguffin de Hitchcock

“Dadme un MacGuffin y harĂ© una pelĂ­cula”. El MacGuffin es una excusa, algo de nula importancia para la trama, pero que engaña al espectador y hace avanzar la historia y a los personajes. Como el maletĂ­n de dinero en "Psicosis". El MacGuffin es un elemento intercambiable. Por ejemplo, en "Psicosis", si cambiamos el dinero por unas joyas, no habrĂ­a cambiado la historia. Porque el elemento no tiene incidencia real en la propia historia narrada.

AsĂ­ definĂ­a el propio director quĂ© era el MacGuffin: «La palabra procede de esta historia: Van dos hombres en un tren y uno de ellos le dice al otro “¿QuĂ© es ese paquete que hay en el maletero que tiene sobre su cabeza?”. El otro contesta: “Ah, eso es un MacGuffin”. El primero insiste: “¿QuĂ© es un MacGuffin?”, y su compañero de viaje le responde: “Un MacGuffin es un aparato para cazar leones en Escocia”. “Pero si en Escocia no hay leones”, le espeta el primer hombre. “Entonces eso de ahĂ­ no es un MacGuffin”, le responde el otro».

Se suele decir que el cine de Alfred es un gran MacGuffin para contar finalmente la vida de unos personajes.

macguffin

MĂșsica y color

Sin duda, otro de los componentes esenciales de su cine es la mĂșsica, que se adapta a la perfecciĂłn al cine del inglĂ©s. Bernard Herrmann era el compositor de Hitchcock, destacando en "Psicosis", "VĂ©rtigo" o "El hombre que sabĂ­a demasiado" (esta Ășltima, la versiĂłn americana). De hecho, la mĂ­tica escena de "Psicosis" en la ducha, Hitchcock la habĂ­a planteado sin mĂșsica, y fue Bernard quien insistiĂł para que entrara la mĂșsica en acciĂłn. Una decisiĂłn que sin duda fue la correcta.

Bernard tambiĂ©n trabajĂł con otros directores de la talla de Orson Welles, y se ha convertido en uno de los mĂșsicos de cine mĂĄs importantes y de mĂĄs renombre de la historia del sĂ©ptimo arte.

También el color es importante en la filmografía del inglés, especialmente en "Vértigo", donde su componente dramåtico es absoluto. Lo podía emplear como elemento para mostrar emociones o dirigir nuestra mirada, como en "Vértigo" y el vestido verde de Novak, que dirige nuestra mirada directamente a ella, diferenciando con el color a ella de los demås integrantes en la escena. El color que la definirå en la cinta es el propio verde (incluso su coche es verde). Este color, entre muchas otras emociones, se asocia con la infidelidad. También se llega a asociar a Novak con el azul, por una antepasada suya. El azul en este caso es el color de la frialdad (entre muchas otras cosas), y en la película se asocia al suicidio, acto que justamente intenta perpetrar el personaje femenino en la cinta.

El otro color que se representa en la pelĂ­cula con mayor importancia es el rojo, que representa la obsesiĂłn y el miedo de Stewart. Aparte de la pasiĂłn que siente hacia el personaje de Novak. Los otros colores que complementan la pelĂ­cula mayormente son el azul y el amarillo.

Lo que hace Hitchcock durante toda la cinta es ir jugando con los colores, segĂșn el desarrollo de los propios personajes y de las propias situaciones. Es una pelĂ­cula que se puede disfrutar y entender enteramente desde la evoluciĂłn que Alfred hace con los colores.

Bernard Herrmann
Bernard Herrmann y Alfred Hitchcock

El montaje de Hitchcock

La tremenda planificación con storyboards que llevaba a cabo Alfred, hacía que llegarå a las salas de montaje con menos material del imaginable, y menos costes, claro. Algo que en EEUU extrañaba, donde estaban acostumbrados a grandes cantidades de material en las salas de montaje.

Frente al montaje orgånico de Griffith o el intelectual de Eisenstein y la escuela soviética, Alfred elige un montaje teniendo muy en cuenta el punto de vista del espectador, casi como otro elemento narrativo. Jugando con nosotros (aunque es cierto que el montaje de Alfred se ve muy influenciado por el de Griffith, y por el soviético y su efecto Kuleshov). El suspense solo funciona si el espectador estå plenamente involucrado con la acción, y de eso Hitchcock era plenamente consciente.

Él solĂ­a decir que un cineasta que no tiene nada que decir, tiene algo que mostrar. Estableciendo relaciones con solo el montaje e imagen, como Ă©l solĂ­a hacer. Viendo el montaje como una yuxtaposiciĂłn de impresiones, expresiones y puntos de vista. O como elemento dilatador de tensiones, como la que crea en “Sabotaje” con el niño bomba.

O la famosa escena de la ducha de "Psicosis", con 70 encuadres o enfoques distintos para 45 segundos de escena. Mientras que en películas como “La soga”, constituida enteramente por un falso plano secuencia, que verdaderamente fueron 8 planos. Una película negadora de una fragmentación que en Psicosis es obligada. 

Hitchcock

Del suspense al gag

Siempre se habla, de forma comprensible, de su maestrĂ­a a la hora de generar suspense. Pero no tanto de su mano con el gag. Con un humor enteramente sarcĂĄstico, recordamos la secuencia final de "Con la muerte en los talones", en la que vemos un tren penetrando en un tĂșnel, mientras la pareja hace lo propio dentro del tren. Matando dos pĂĄjaros de un tiro, Hitchcock, desafiaba al CĂłdigo Hays (cĂłdigo que permitĂ­a que se podĂ­a ver en pantalla y quĂ© no, destacando su dureza censora), y mostraba su finĂ­simo sarcasmo, al alcance de unos pocos. TambiĂ©n en esa misma pelĂ­cula, es gracioso el hecho mismo de que la madre de Cary Grant fuera sĂłlo 10 meses mayor que Ă©l. Creando una sensaciĂłn de incomodidad y ocurrencia muy singular.

Pero sin duda, el gag mĂĄs recurrente del director anglosajĂłn es aquel en el que Ă©l mismo aparece en escena, haciendo un cameo. Como en “Topaz”(1969), donde Ă©l hace de un invĂĄlido, que por arte de magia se levanta de la silla, recuperĂĄndose milagrosamente de su impedimento.

Hitchcock

Conclusión 

El cine de Hitchcock no solo ha sabido envejecer bien, si no que aun hoy son tremendas experiencias cinematogråficas que nos mantienen pegados a la pantalla. Genio del cine y del suspense en particular, su filmografía es de una amplitud considerable y su sombra es una de las mås alargadas del panorama cinematogråfico. 

Así que desde Cinemagavia, animamos a los lectores al visionado (aunque sea por duodécima vez) de la filmografía del genio inglés. Porque como él mismo decía: "El cine no es un trozo de vida sino un pedazo de pastel".

La etapa inglesa de Alfred Hitchcock. RTVE. De pelĂ­cula

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