Anatomía de una caída es la nueva película de Justine Triet, que se ha hecho con la Palma de Oro en el Festival de Cannes. En ella asistimos al juicio por el fallecimiento del marido de la protagonista, donde se intentará aclarar su implicación en el suceso y que acabará por exponer al completo su relación amorosa. Estreno en salas de cine españolas el 6 de diciembre de 2023.
Crítica de 'Anatomía de una caída'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Anatomía de una caída
Título original: Anatomie d'une chute
Reparto:
Sandra Hüller (Sandra Voyter)
Swann Arlaud. (Maître Vincent Renzi)
Milo Machado Graner (Daniel)
Antoine Reinartz (Abogado)
Samuel Theis (Samuel Maleski)
Jehnny Beth (Marge Berger)
Año: 2023
Duración: 150 min
País: Francia
Director: Justine Triet
Guion: Arthur Harari, Justine Triet
Fotografía: Simon Beaufils
Música: Thibault Deboaisne
Género: Drama judicial. Crimen
Distribuidor: Elástica Films
Tráiler de 'Anatomía de una caída'
Sinopsis de 'Anatomía de una caída'
Sandra, Samuel y su hijo de 11 años, Daniel, viven un poco alejados de todo, en un chalé en medio de los Alpes franceses.
Un día encuentran a Samuel muerto al pie de su casa. Se abre una investigación por muerte sospechosa y no tardan en inculpar a Sandra, a pesar de la ambigüedad del caso: ¿suicidio u homicidio?
Un año después, Daniel está presente en el juicio de su madre, auténtica disección de la pareja. (Elástica Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
La verdad
El abogado que defiende a la protagonista repite en varias ocasiones que no interesa la verdad. Interesa lo que se puede defender. Las verdades no demostrables son mentira o no importan, parece decir. Durante todo el juicio se mantendrá esta idea, llegando a preguntar Sandra (el personaje interpretado por Sandra Hüller) hacia el final si realmente el abogado cree en su inocencia. Este sigue teniendo claro que para construir una buena defensa no le hace falta confiar en la inocencia de quién defiende.
Un punto a favor de Anatomía de una caída es la no imposición de una verdad absoluta. El director coloca al espectador en mitad del juicio. Sin embargo, la cámara se limita a enseñar los diversos puntos de vista, sin obligarnos a tomar un camino u otro. No hay una indicación de lo que es verdad o no, a que posición debemos defender o quién es bueno y quién malo. Parece retratar toda la trama sin caricaturizar, dejando que los personajes se alejen del blanco o negro y adquieran la complejidad que caracteriza al ser humano.
De igual manera, Daniel, el hijo de Sandra, reflexiona sobre la verdad. No hay espacio para la duda en la verdad. Esta es segura, plena, sin fisuras que la debiliten. Pero, ¿quién no tiene dudas? ¿Quién no se replantearía la veracidad de cada argumento antes de lanzar una afirmación que modificará el transcurso de un juicio, el futuro de una vida?
Al final, Daniel deberá escoger un camino, a pesar de no tener la certeza de una verdad completa. Puede que la verdad, a veces, no sea más que defender con mayor seguridad una mentira.
La fuerza de las palabras
Una de las características principales de Anatomía de una caída es el peso del guion. Si bien la dirección es ágil, llegado el juicio, la cámara remarca el peso de las palabras. La mayor parte de la película es, al fin y al cabo, un diálogo. Esta decisión de enfocarse en el guion puede ser un lastre para la película si lo narrado no interesa o acaba por ser repetitivo para el espectador. En esta línea podemos nombrar películas como Doce hombres sin piedad, La cena con André o The Man from Earth. Es impresionante la capacidad de estas películas para acabar hipnotizando al espectador sin trucos ni grandes artificios, tan solo por medio de la palabra.
En este aspecto cabe decir, sin lugar a dudas, que Anatomía de una caída parte de un guion en estado de gracia, con una dirección que lo exprime al máximo, y unos actores que saben insuflar vida a sus personajes. Destaca, por supuesto, Sandra Hüller, que traslada el mundo interior de la protagonista y carga con el peso de la película.
Mesa de operaciones
La trama de Anatomía de una caída se centra en un juicio que, en principio, debe discernir entre suicidio, caída accidental u homicidio. Esto supone la base de la tensión narrativa de esta y muchas otras películas, consiguiendo mantener el suspense sobre la inocencia de Sandra.
Sin embargo, en Anatomía de una caída se da un paso más. Aunque de fondo se discute lo expresado anteriormente, el juicio acaba siendo una cirugía que va diseccionando la relación de pareja de Sandra y Samuel. Esto aporta a la película una capa más de complejidad, componiendo un retrato abrumador sobre las relaciones y suscitándonos diversas reflexiones.
Durante este proceso se llega a exponer momentos íntimos de la pareja, con conversaciones grabadas de la misma. Este fragmento, que llega a representarse visualmente, presenta una intensidad dramática de primer nivel.
Hay pocas escenas en el cine reciente que consigan mediante una discusión alcanzar tan de lleno al espectador como este fragmento de diálogo que acaba generando una discusión de pareja.
Recuerda a la discusión de Historia de un matrimonio, entre Scarlett Johansson y Adam Driver, que permite una excelente actuación de sus protagonistas y acaba impactando en el espectador. Sin embargo, no sería atrevido señalar que, pese a alcanzar esa intensidad, no es tan doliente y compleja en su discurso como Anatomía de una caída. La intrincada red que supone una relación de pareja, con múltiples texturas difíciles de retratar, parece reflejarse especialmente bien en Anatomía de una caída. Hay espacio para la infidelidad, las humillaciones, las inseguridades, la violencia, el egoísmo, la manipulación y el juego de poder, etc.
El guion es una completa pieza de orfebrería. Solo una comparativa acude a la mente mientras ocurre esta conversación y es de, nada menos, que el maestro Bergman. Sonata de otoño se hace fuerte en la memoria de un espectador que no puede hacer otra cosa que agradecer un retrato tan inciso y doliente de las relaciones humanas.
Descubriendo la cara oculta
¿Cuánto sabemos de nuestras relaciones cercanas? ¿Conocemos realmente cómo funciona la unión de nuestros familiares? Cada relación es un mundo infinitamente complejo, como es capaz de transmitirnos Anatomía de una caída. Y cada relación tiene su propio lenguaje, su propia manera de funcionar y estabilizarse, en algunos casos, sobre un precipicio de emociones. Cuando todo esto se expone en el juicio comenzamos a dudar de la relación amorosa de la pareja protagonista. Realizamos un dictamen y puede que se llegue a criticar esta unión porque no se ajusta a la definición del amor que hemos aprendido. Pero, ¿qué pasaría si se expusiesen todas las relaciones de una manera tan incisa, haciendo surgir dramas ocultos y fragmentando los pedazos del amor para estudiarlos uno a uno? ¿Quién se salvaría de ese juicio?
Esto afecta en gran manera al hijo de Sandra. Para él supone descubrir una dimensión completamente desconocida de sus padres. Tal es así que a medida que avanza el proceso comienza a cambiar la actitud con su madre y a dudar de su inocencia en el caso.
Machismo
Tras esa disección que se realiza de la pareja encontramos una posición crítica hacia la figura de Sandra. Parece que no puede concebirse la ambición de esta hacia su trabajo. No se puede entender que esta mujer dé más importancia al trabajo que a otras partes de su vida. Es interesante observar cómo parece criticarse una actitud que, si se aplicase sobre un personaje masculino, sería alabado por su esfuerzo y determinación.
Justine Triet nos hace reflexionar sobre el machismo asociado a la ambición laboral y cómo una mujer puede ser juzgada por conseguir o aspirar a tener lo que la mayoría de hombres también desea. Su triunfo laboral se convierte en un punto en su contra, algo de lo que debería arrepentirse. Es, al final, exponer la dificultad de la mujer en comparación con el hombre para obtener un reconocimiento sincero por su trabajo, por ser valorada por los logros obtenidos.
Descomposición sin retorno
Las piezas quebradas no se unen cuando termina el juicio. Todo ha quedado sobre la mesa de operaciones. El momento en que el cirujano concluye el éxito de la operación no acaba con el dolor ni mucho menos evita el postoperatorio. Es después de este juicio, de esta cirugía, cuando tendrán que aprender a vivir tras la exposición de cada línea que componía la vida de Sandra. Y esto supone un esfuerzo tanto para la protagonista como su el hijo, que ha adquirido una visión mucho menos dulce de su madre. Daniel llega a decirle a su madre que tenía miedo de que volviese a casa. Ninguno está seguro de poder continuar. Al menos no con las formas con las que funcionaba antes su relación.
Hace que nos preguntemos ¿Cambiaría la actitud en nuestras relaciones tras conocer cada detalle de las mismas? ¿Preferiríamos vivir en una cierta ignorancia para salvaguardar nuestras amistades? ¿Queremos llegar a conocer el completo de las personas que nos rodean o solo lo suficiente para mantener una relación provechosa?
Conclusión de 'Anatomía de una caída'
Anatomía de una caída es, indiscutiblemente, una de las mejores películas de este año. Consigue tratar un tema tan complejo como las relaciones humanas sin caer en la simplificación, sin verdades absolutas, sin imposiciones ni efectismos. Es una de esas películas que crea un hueco en cada espectador, dejando un poso para la reflexión y manteniéndose en la memoria a pesar del paso del tiempo.
Reportaje de Anatomía de una caída en Días de Cine TVE
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