Bajo terapia, película dirigida por Gerardo Herrero, se estrenará en salas de cine españolas el 17 de marzo de 2023. Malena Alterio, Alexandra Jiménez, Fele Martínez, Antonio Pagudo, Eva Ugarte y Juan Carlos Vellido protagonizan esta comedia coral sobre terapia de parejas. Puedes leer AQUÍ la crítica realizada por Cinemagavia de esta película.

'Bajo terapia' llega a los cines

Descubre el tráiler de Bajo terapia, la nueva película escrita, dirigida y producida por Gerardo Herrero. La cinta llegará a los cines el próximo 17 de marzo y está protagonizada por Malena Alterio, Alexandra Jiménez, Fele Martínez, Antonio Pagudo, Eva Ugarte y Juan Carlos Vellido.

Producida por Tornasol y Alcaraván Films, la película Bajo Terapia está basada en la obra de teatro homónima de Matías del Federico, y se centra en la historia de tres parejas que coinciden en una sesión muy peculiar de terapia en grupo.

Bajo terapia película

Ficha Técnica

Título original: Bajo terapia
Año: 2023
País: España
Dirección: Gerardo Herrero
Guion: Gerardo Herrero. Obra: Matías del Federico
Reparto: Fele Martínez, Alexandra Jiménez, Eva Ugarte, Malena Alterio, Antonio Pagudo, Juan Carlos Vellido
Música: Paula Olaz
Fotografía: Juan Carlos Gómez
Compañías: Alcavarán Films, Gobierno de Navarra, Tornasol Films. Distribuidora: Syldavia Cinema
Género: Comedia

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Sinopsis

Tres parejas acuden a una inusual sesión de terapia en grupo. La psicóloga les ha dejado unos sobres con consignas que las parejas tendrán que abordar y analizar entre todos. Le mecánica propuesta alienta a que todos opinen, discutan y finalmente se acaben mostrando tal y como son. Con el humor como herramienta principal, el encuentro se complicará hasta límites insospechados.

Tráiler de 'Bajo terapia'

Entrevista con el director, Gerardo Herrero*

¿Por qué quisiste hacer la película “Bajo Terapia”?

Bajo Terapia fue un flechazo. Fui al teatro a ver la obra y nada más bajarse el telón intenté averiguar si los derechos estaban libres para poder hacer su adaptación al cine. Pero me dijeron que de momento no querían vender los derechos.

Unos días más tarde volví al teatro para comprobar si había sido un calentón momentáneo o era amor verdadero y me reafirmé en que quería hacer la película. Hablé con el autor, que me dijo que por su parte no había problema pero que los productores de la obra le habían pedido que esperase un tiempo. Entonces llamé a los productores y me dijeron que sobre la mesa había cinco propuestas más además de la mía y que por el momento no querían que se hiciese la película.

Seis meses más tarde volví a llamar, pero todo seguía igual. Un año más tarde llamé de nuevo al autor, que se mostró más interesado y dijo que presionaría para que me diesen la opción. Y a partir de ahí comenzamos el proceso de escritura del guion.

Quise hacer esta adaptación por varios motivos: porque me parece que habla de cosas importantes y profundas, de cosas que tienen que ver con la sociedad, que tienen que ver con el ser humano. Además, tenía unas posibilidades visuales que no estaban planteadas así en la obra y yo quería intentarlo…

Empecé a trabajar con el autor y decidí hacer todo lo que yo podía: escribir el guion, producirlo y dirigirlo. ¿Por qué? Porque los flechazos y la pasión son lo más importante del mundo.

¿Cómo fue el proceso de selección de actores?

Fue un proceso similar al de otras películas. Dos actores ya estaban en la función de teatro: Juan Carlos Vellido y Fele Martínez. Los demás, o no podían o no encajaban del todo y por eso hicimos una propuesta con la persona encargada del casting. La verdad es que estoy encantado con el elenco de la película.

¿Hay alguna diferencia con respecto a la obra de teatro?

La diferencia más significativa es el decorado. Es lo único que no me había gustado de la función. Yo quería un decorado muy distinto: que por un lado fuese amplio para poder rodar cómodamente y por otro, que tuviera personalidad. Conseguí que un pintor navarro que me gusta mucho, Fermín Alvira, nos dejase una parte de su obra y le estoy muy agradecido del resultado.

¿Cómo ha sido el proceso de escritura del guion?

El proceso de escritura se hizo dos veces: por primera vez cuando escribo el guion y después con los actores. Durante la semana de ensayo con los actores reescribimos el guion e incluso durante el rodaje volvíamos a reescribir, tocábamos diálogos en función de la cámara y de los movimientos.

¿Cómo ha sido la dirección de actores?

Una de las ventajas de la película es haberla podido rodar en orden cronológico. La ventaja para los actores fue que ese viaje emocional que tienen que sufrir en la película era en sentido cronológico.

Por otro lado, hay humor en muchos momentos y drama en otros. En un momento hay un cambio de tono que para mí era lo más difícil de encarar, había que mantenerlo en la cabeza y guiar bien a los actores. Y aunque el hecho de rodar cronológicamente ayuda, siempre tienes que estar pendiente de medir todo bien. La dirección de actores está medida en función del momento, del tema, de la continuidad, de lo que ha pasado antes, de cuál es la relación de las parejas, de cómo actúan esas parejas, de cómo son, de cómo se miran, de cómo se comportan, de cómo discuten o se tiran pullas… La historia está llena de matices.

En la película hay un plano secuencia de ocho minutos. ¿Cómo ha sido la puesta en escena?

Precisamente una de las decisiones más importantes que teníamos que tomar era cómo hacer la puesta en escena. En un principio yo estaba empeñado en hacerlo todo en plano secuencia o por lo menos con seis planos secuencia. Pero después, al ensayar y probar con los actores ya en el decorado, nos dimos cuenta de que hacía falta tener las reacciones. El plano secuencia tiene ventajas, pero también inconvenientes: no nos permitía tener las reacciones de los actores. Entonces decidimos hacer planos muy largos desde distintos ángulos. Esto permitía montar las reacciones cuando las necesitabas y, por otro lado, tenías el plano largo que era casi un plano secuencia. Vimos que funcionaba y así seguimos la línea durante toda la película.

Los actores disfrutaban y los técnicos también porque veían secuencias largas donde normalmente habría planos cortos.

¿Cómo fue el montaje?

El montaje es muy importante y más cuando hacíamos planos tan largos. Tuve la suerte, que no suele ser habitual en cine, de poder empezar a montar la película mientras rodábamos. En total teníamos unas 24 horas de material para montar. Durante el rodaje tenía la oportunidad de ir hablando con la montadora y viendo cómo iba quedando. Ha sido un trabajo muy apasionante y estoy encantado con el trabajo que ha hecho Clara. Ya habíamos trabajado juntos, pero entonces ella era ayudante de montaje. El montaje en esta película es vital para que la película funcione.

Ha sido un rodaje muy coral. Los seis actores se encuentran permanentemente en cámara.

¿Cómo ha sido la convivencia durante el rodaje?

El hecho de rodar en Pamplona, alejados de casa, posibilitó que hubiera mucha unidad permanente. Estábamos en el mismo hotel, desayunábamos juntos, muchos días tomábamos algo al acabar el rodaje. Y, sobre todo, había mucha relación y cordialidad y podíamos disfrutar de esa relación.

Los actores estaban contentos porque disfrutaban con la interpretación y los técnicos también porque era un rodaje muy agradable.

Y después la química fue creando una especie de relación de familia o de amistad donde todo el mundo estaba contento y relajado. No había esas tensiones que a veces se producen en los rodajes. Todo el mundo estaba feliz.

*Entrevista realizada por la productora Tornasol

Fuente REVOLUTIONARY PRESS

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